Senadores del PRI, PAN y PRD se confrontaron por la invitación al Presidente a la ceremonia de federalismo; se reprochan mutuamente los apoyos que han facilitado las reformas de este gobierno.
Las bancadas del PRI, PAN y PRD se confrontaron por la invitación al presidente Enrique Peña Nieto a la ceremonia de federalismo programada para el martes, en un debate donde todos los partidos se reprocharon mutuamente los apoyos que han facilitado las reformas de este gobierno.
El panista Javier Corral propuso modificar el formato que prevé un discurso de apertura del presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) y de cierre con palabras del Presidente de la República.
El legislador planteó que se cambie a un formato de comparecencia y ello desató una ríspida discusión de casi tres horas, luego de acusar a la izquierda de armar un acto de lucimiento para Enrique Peña Nieto.
“No nos oponemos a que Peña venga, a lo que nos oponemos es que desde aquí se diseñe para el restablecimiento, para la restauración de esa cultura presidencialista que tanto daño le ha hecho al parlamento, esta vanagloria del país de un solo hombre. Que venga Peña, pero que venga a debatir, a dialogar, que acepte la participación de los grupos parlamentarios y la posibilidad del intercambio de ideas, los actos del ceremonial presidencialista se realizan en Los Pinos, no en el Senado de la República”,
Mientras que el también panista Roberto Gil advirtió que a partir de ahora se abre el debate para modificar las relaciones con el Ejecutivo y que éste rinda cuentas al Congreso.
“El burro hablando de orejas”, reviraron el perredista Alejandro Encinas y la perredista Dolores Padierna, al recordar que precisamente fue en el sexenio pasado cuando en el gobierno de Felipe Calderón se canceló la asistencia presidencial al informe y hoy no tiene calidad moral para criticar al PRD, cuando en lo oscurito Acción Nacional subastó al país en un acto de traición a la patria “y aquí quieren venir a darse una investidura que no tienen”.
Encinas Rodríguez dijo que a él le preocupa este evento convocado por la Mesa Directiva, al manifestar que él tiene una postura personal de la forma indebida en que han llegado los titulares de la Presidencia en 2006 por usurpación y ahora por la compra de votos, pero dio la razón a Corral en que es necesario replantear a partir de este debate la rendición de cuentas con el Ejecutivo porque hoy se tiene un Estado y un federalismo debilitado, con un presidente fuerte.
Aunque el PRI intentó aislarse de la discusión, finalmente entró al quite y en voz de Gerardo Sánchez reviró a los panistas que sus bancadas en el Congreso le han dado viabilidad a los problemas del país.
“Entre otros la legitimidad de Felipe Calderón, que entró por atrás y Enrique Peña Nieto entró por la puerta principal, esa es la diferencia”, se ufanó.
Al tiempo que el ecologista Gerardo Flores cerró filas con el presidente del Senado, Miguel Barbosa, que se limitó a conducir la sesión sin responder a las críticas a la decisión tomada de realizar este evento, al que acudirán Peña Nieto, gobernadores, secretarios de Estado y el presidente de la Suprema Corte.
El Partido del Trabajo descalificó la ceremonia y en voz de Layda Sansores sentenció. “Que venga para ver como lo recibimos; su integridad no está en riesgo, pero su investidura a ver cómo queda”.
Fuente: Milenio| ANGÉLICA MERCADO Y OMAR BRITO