El endeudamiento del gobierno federal es una bomba de tiempo, que ni el aumento de impuestos que trajo consigo la Reforma Hacendaria del 2013 ha logrado desactivar. Por el contrario, a pesar de los millonarios recursos que diariamente ingresan a las arcas nacionales, la administración de Enrique Peña Nieto se sigue endeudando y serán los mexicanos, mediante el pago de sus impuestos quienes deberán pagar los créditos solicitados, advirtieron especialistas.
En la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) para 2013 se autorizó un techo de endeudamiento interno neto para el gobierno federal de hasta 415 mil millones de pesos, mientras que para 2014 planteó 561 mil 572 millones de pesos. Para el próximo año, el gobierno de Peña Nieto solicitará un techo de endeudamiento por más de 600 mil millones de pesos, sin haber rendido cuentas de lo gastado durante los años anteriores.
Para el Senador Francisco Búrquez Valenzuela, vicecoordinador de Política Económica de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN), no hay lugar a dudas. Cada año, los mexicanos están obligados a pagar un nuevo Fobaproa, porque el gobierno de Peña Nieto se endeuda anualmente con un monto superior los representó 580 mil millones de pesos que representó el rescate bancario.
“Aquella fue la gran deuda heredada de la última crisis económica de un gobierno del PRI [Partido Revolucionario Institucional] en los años 90, ahora imagínate lo que se está gestando, un nuevo Fobaproa por año, y no hemos pagado nada del Fobaproa original, nada más hemos pagado intereses, entonces vemos que la deuda ha sido eterna”, afirmó el panista en entrevista para Sin Embargo.
Hasta 2014, cada familia mexicana está comprometida, aun sin saberlo, a pagar 260 mil pesos por familia. La cifra se incrementa hasta 600 mil pesos por familia si se le agrega la deuda contingente.
“El problema es mayúsculo. Fácilmente podemos ver que estamos hipotecando a la siguiente generación porque la deuda significa más impuestos en el futuro, no hay de otra, las deudas se pagan con más impuestos”, sostuvo el encargado de evaluar el desarrollo de la Reforma Hacendaria de Peña Nieto.
La deuda total neta del gobierno federal de 2013 ascendió a más de cuatro billones 808 millones 112 mil pesos, lo que equivale a 353.9 veces de los recursos para el Programa Nacional de Becas para el 2014 (13,587.7 millones de pesos).
“En los últimos tres años ha habido fuertes incrementos en la deuda que oscilan entre el siete y el nueve por ciento, lo cual es un crecimiento de la deuda muchísimo mayor que el crecimiento que ha tenido la economía”, explicó Manuel Guadarrama, coordinador de Finanzas del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), para Sin Embargo.
Esto representaría el 98.3 por ciento del presupuesto que se agrega cada año a lo que ya alcanza aproximadamente el 36 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
“En esta situación México está más endeudado que nunca, es decir sus pasivos ascienden a cerca de 6.22 billones de pesos para el primer cierre del semestre de este año”, sostuvo.
PREOCUPA ENDEUDAMIENTO
Actualmente, la deuda ronda el 42 por ciento del PIB y se espera que en el 2015 alcance el 43 por ciento. Comparada a nivel internacional no representa todavía cifras alarmantes, por lo menos no al grado de países como Grecia por ejemplo, que sufrió una crisis financiera en 2009, señalaron especialistas.
Lo preocupante no es en sí el nivel de deuda, coincidieron los analistas, sino lo recurrente con que se endeuda el gobierno federal, lo cual no es exclusivo del Presidente Enrique Peña Nieto.
“Llevamos siete paquetes consecutivos pidiendo deuda, más de un sexenio completito llevamos pidiendo deuda año con año. Lo que preocupa es que a pesar de la Reforma Hacendaria que tuvimos en el 2013, el aumento de los ingresos no fue suficiente y no se vio reflejado en una disminución de endeudamiento, al contrario, parece que fue un crecimiento netamente inercial, el endeudamiento se sigue utilizando”, explicó Ricardo Cantú, investigador asociado del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Este déficit, que la mayoría de las veces representa gastar más de lo que se tiene y cubrirlo con deuda, no hace algo elemental para los expertos, que es hacer las reservas suficientes para enfrentar el cambio demográfico que enfrentará México en los próximos 10 a 20 años, lo que será inevitable.
“Lo más preocupante es que esta tendencia de seguirnos endeudando se puede exacerbar porque para el 2022 más o menos, esperaríamos tener una población más vieja, con menos inserción en el mercado laboral, por lo tanto pagando menos impuestos y exigiendo más salud y pensiones”, comentó el maestro en economía.
¿EN QUÉ SE GASTA LA DEUDA?
Como está diseñado el sistema oficial no es posible rastrear cuánto dinero se destinó a qué rubros y cómo se han gastado.
“La deuda pública, La Ley General de Deuda establece que la deuda únicamente se puede destinar a proyectos de inversión o a actividades productivas, que vayan acorde con las políticas de desarrollo económico o social, pero esta definición es my amplia, en ese aspecto pues muchos rubros pueden entrar”, explicó Manuel Guadarrama, coordinador de Finanzas del IMCO.
Por su parte, para el especialista del CIEP, Ricardo Cantú, es complicado responder a la pregunta, porque hay muchos programas de inversión que maneja el gobierno federal, la mayor parte de ellos se concentran en Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Lo demás son inversiones que representan menos del uno por ciento del PEF.
Para el Senador Francisco Búrquez, la mayor parte de los recursos que concentra el gobierno federal sirven para financiar el aparato corporativo y burocrático aceitado por las administraciones priistas, que le dan sustento y poder al Presidente de la República en turno.
“El modelo del PRI basado en un modelo corporativo requiere que su presupuesto esté creciendo y creciendo para poder alimentar a las insaciables demandas políticas de sus grupos en el campo, en el magisterio, y para las gentes que controlan programas asistencialistas contra la pobreza, líderes que controlan a la gente con necesidades, entonces detrás del modelo del PRI está la necesidad crónica de hacer crecer los presupuestos públicos”, afirmó el legislador por Sonora.
Lo cierto es que el endeudamiento termina en las arcas del fisco, el cual lo redistribuye después en otros programas, incluyendo programas de desarrollo social, pero no es el único gasto.
La deuda total neta del gobierno federal de 2013 ascendió a más de cuatro billones 808 millones de pesos, lo que equivale a 43.2 veces el presupuesto asignado para la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en el 2014, que fue de 111 mil 211 millones de pesos.
“No podemos saber si ese endeudamiento está aumentando porque están creciendo los programas de desarrollo social, pero incluso los programas de desarrollo social no están crecimiento al mismo ritmo que la deuda”, explicó Ricardo Cantú.
Lamentablemente, tampoco sirve para financiar la competitividad empresarial, esa que genera empleos y dinamiza la economía nacional la deuda de cuatro billones 808 millones de pesos, equivale también a 512.7 veces el presupuesto asignado para el Fondo Nacional Emprendedor en el 2014 el es de nueve mil 377 millones de pesos.
¿ES NECESARIO EL ENDEUDAMIENTO?
“El endeudamiento es un foco rojo, más rojo que el de los altos impuestos, porque está poniendo en riesgo la estabilidad económica”, afirmó el Senador Francisco Búrquez.
Señaló que el modelo económico de México, basado en el crecimiento del país mediante el gasto público controlado por un gobierno rector, y no basado en fortalecer la economía de los ciudadanos, genera las crisis recurrentes que han vivido los mexicanos bajo gobiernos priistas, federales y estatales.
“La insaciable necesidad del sistema político de controlar más recursos, significa más poder para comprar votos, más poder para beneficiar élites y grupos corporativos que después brindan apoyo al mismo gobierno y después lleva dinero a los bolsillos de los políticos”, dijo.
El Senador panista también criticó a los gobiernos panistas de los ex presidentes Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, no por haber endeuda más al país, sino porque no fueron más firmes a la hora de romper con ese círculo vicioso.
Para los especialistas el endeudamiento es necesario para solventar los requerimientos financieros del país. Para Ricardo Cantú, del IMCO, el endeudamiento no necesariamente es malo, si se tiene previsto como pagarlo sin que se vuelva insostenible.
Para ejemplificarlo, Cantú señaló que es como el crédito bancario que solicitan algunas familias en algún momento de necesidad. No es malo tener una tarjeta de crédito, el problema viene cuando se gasta más de lo que se gana, explicó.
¿QUIÉN PAGARÁ LA DEUDA?
El Presidente Enrique Peña Nieto declaró al inicio de su administración que habría déficit cero durante su gestión, no obstante, no solo no cumplió su compromiso, sino que ese endeudamiento está creciendo aceleradamente por arriba del cuatro por ciento del PIB por año.
Aproximadamente el 90 por ciento del presupuesto se destina a gasto de operación, gastos de programas sociales, subsidios, otros programas y minímamente se dedica a desarrolla inversión o infraestructura, por lo que son presupuestos inerciales que están comprometidos con la burocracia.
“Este déficit que es gastar más de lo que se tiene y cubrirlo con deuda, lo que hacen es generar una bola de nieve que van a pagar nuestros hijos”, afirmó el Senador Francisco Búrquez.
Según el legislador “el gobierno está como aspiradora recogiendo año con año los ahorros de los trabajadores”, es decir, los fondos de los sistemas de ahorro para el retiro prácticamente están obligados a financiar al gobierno con CETES, por eso los trabajadores reciben menores recursos cada año, porque ese ahorro se está privilegiando para financiar al gobierno en lugar de que tuvieran como prioridad maximizar el rendimiento de los trabajadores, explicó el panista.
“En el corto plazo el gobierno está demandando más recursos para poder operar, lo cual significa que habiendo una determinada cantidad de recursos disponibles, si el gobierno los absorbe pues deja sin recursos al sector público. Esto no es malo si el endeudamiento y todos los recursos fueron aprovechados correctamente”, coincidió Manuel Guadarrama, coordinador de finanzas del IMCO.
Lo cierto es que así como el financiamiento que otorgan las tarjetas de crédito a cualquier ciudadano, en algún momento se tiene que pagar, y mientras más tarde se haga, más intereses generarán, mismos que también tendrán que pagarse.
Fuente: Sin Embargo| David Martínez Huerta