Gasca Neri pide al Congreso revisar conveniencia de nuevos contratos; son inequitativos, dice
Con el acceso al cuarto de datos desde el pasado 19 de enero y el inicio de visitas a las áreas contractuales, a partir de hoy lunes Petróleos Mexicanos (Pemex) inicia la primera etapa del proceso de concesión hasta por 30 años de seis áreas (Altamira, Arenque, Atún, Pánuco, San Andrés y Tierra Blanca), de los llamados campos maduros en la región norte.
Con un aumento de 21 veces la extensión concesionada originalmente en los primeros tres campos maduros de la región sur, licitados el año pasado, se pretende otorgar ahora a operadores privados un área de 6 mil 991 kilómetros cuadrados para la explotación de crudo.
Rogelio Gasca Neri, consejero profesional de Pemex, recordó que la idea de licitar los tres primeros contratos en la zona sur (Santuario, Magallanes y Carrizo) era aprender del proceso, ver si se cumplían los objetivos, hacer una evaluación adecuada, ampliar la discusión en este consejo, capitalizar los errores y aciertos, derivar lecciones, hacer las modificaciones correspondientes a las bases y al contrato, antes de iniciar el siguiente proceso de licitación de los seis campos en la zona norte. Nada de esto se ha hecho, advirtió.
En su voto razonado, presentado en la sesión extraordinaria 835 del consejo de administración de Pemex, Gasca Neri se opuso a la aprobación de los seis nuevos contratos en la región norte, debido a que cuantiosas reservas se han comprometido y se quieren comprometer con los siguientes contratos.
Se estima que las reservas prospectivas entre los tres contratos de la zona sur y los seis de la zona norte ascienden a mil 879 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.
Gasca Neri destaca que las modificaciones que se presentan respecto a los contratos firmados de la región sur me parecen preocupantes.
Explicó que los contratos de la región sur fijaban plazo de 25 años, “que ya me parecía excesivamente largo, dado que contratos de esa duración tienden a sufrir cambios esenciales durante su vigencia. Por lo tanto, en mi memo al director general y en mi voto razonado sobre los tres contratos de la región sur planteaba reducir el plazo. En estos nuevos contratos... lejos de bajar el periodo se aumenta a 30 años, sin justificación”.
Además, la denominación de esos segundos contratos también es diferente, con lo que ello implica. En esta ocasión se trata de contratos de explotación, desarrollo y producción, mientras los de la región sur eran de evaluación, desarrollo y producción. Con este cambio se cubre la totalidad del espectro de operaciones petroleras en un solo contrato de servicios.
Aunado a ello, no se entiende por qué incluir servicios de explotación para campos maduros, que por definición no requieren de la misma.
Rogelio Gasca aseguró que los nuevos contratos son aún menos equitativos que los aprobados por el consejo para la región sur y también menos equitativos que los que finalmente se firmaron. El balance en el nuevo contrato es claramente en contra de Pemex, alertó el funcionario.
Por ello, exhortó al Congreso y a la Auditoria Superior de la Federación (ASF), órgano fiscalizador del Congreso, a revisar la conveniencia de estos nuevos seis contratos de la zona norte porque se están tomando decisiones de política energética que no le corresponden a este consejo.
Es importante recordar que los tres primeros contratos de la zona sur incluyeron una área de 312 kilómetros cuadrados y ahora los nuevos seis contratos pretenden comprometer una extensión de 6 mil 991 kilómetros cuadrados, es decir, un aumento de la extensión de 2 mil 141 por ciento.
Por separado, la Cámara de Diputados, mediante su Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, advirtió que Pemex ha permitido a empresas privadas invertir en bloques de campos petroleros maduros cada vez más grandes y lucrativos. En un análisis sobre la entrega de contratos incentivados, refirió que la superficie total licitada en el Golfo de México es ya superior a 7 mil kilómetros cuadrados, y de los campos se extraen 26 mil barriles diarios de petróleo y casi 2 millones de pies cúbicos de gas.
El centro planteó que Pemex actúe con cautela para evitar un posible abuso en esos contratos.
Fuente: La Jornada