domingo, 9 de octubre de 2011

Muestran Ebrard y AMLO su juego rumbo al 2012

Marcelo Ebrard asegura que lo ponen más nervioso los riesgos de la ciudad que la encuesta para definir al candidato de las izquierdas.

Andrés Manuel López Obrador se escurre con una metáfora beisbolera y dice que lo que lo pone nervioso es estar al bat, con tres hombres en base y el partido empatado.

El jefe de gobierno del Distrito Federal duda, al admitir que la encuesta podría no favorecerlo.

"Si la gente no quiere que vaya de candidato, pues no quiere y ya, será después, será otro día, o no será"´, comenta Ebrard.

El ex candidato presidencial ya habla de su triunfo en 2012 y explica que ha decidido reunirse con empresarios y viajar al extranjero para afianzar su proyecto.

"Como representante de Morena tengo que hablar con todos, informar, aclarar que no somos como nos pintan", apunta López Obrador.

Ebrard no oculta su relación con Elba Esther Gordillo, pero afirma que no busca su apoyo y que no condicionaría su proyecto educativo a un pacto político con la lideresa del SNTE, como lo hicieron Vicente Fox y Felipe Calderón.

"Si el costo de un acuerdo electoral es no hacer lo que pienso en educación, no jalo", afirma.

López Obrador afirma que es imposible hacer cualquier cambio en educación pública mientras la maestra siga controlando la SEP.

"La educación no puede seguir en manos de esta señora. Ella encarna la inmoralidad", advierte.

Los dos aspirantes de la izquierda a la Presidencia ofrecen acabar con la guerra y la violencia, y regresar al Ejército a los cuarteles con un método similar: impulsando la educación, creando empleos, evitando que millones de jóvenes sigan marginados de la educación media y media superior, y replicando en todo el país el modelo policial de la Ciudad de México.

Ebrard dice que las tropas abandonarían las labores policiacas en etapas y prefiere no ponerle fecha a ese proceso. López Obrador propone hacerlo en el primer año de gobierno y dice que haría lo mismo que cuando estuvo al frente de la Capital: tener reuniones diarias, a primera hora, con el gabinete de seguridad.

El jefe de gobierno advierte que debe investigarse lo ocurrido durante la guerra contra el narcotráfico iniciada por Felipe Calderón; el tabasqueño dice que vería hacia adelante y asegura que respecto al sexenio de Calderón habría justicia, pero no venganza.

Ninguno acepta el cobro de IVA a alimentos y medicinas como una medida razonable para fortalecer a la hacienda pública.

Los dos perredistas advierten que impulsarían una reforma fiscal que acabe con privilegios como los regímenes de excepción o la consolidación fiscal.

En materia energética, López Obrador insiste en que construiría cinco refinerías para dejar de importar gasolina y convertir al petróleo en "palanca del desarrollo". Ebrard asegura que una verdadera reforma sería tomarse en serio las energías alternativas, como la solar y eólica, para prepararse para cuando no haya petróleo.

Ambos dicen que abrirían totalmente el mercado de las telecomunicaciones, para generar competencia en materia de televisión y telefonía.

"En este caso, como en todos los monopolios, la mejor receta es la competencia", dice López Obrador, "si Slim quiere meterse al negocio de televisión, que lo pueda hacer; como también, si Azcárraga o Salinas Pliego quieren meterse a la telefonía, que lo puedan hacer".

"Tenemos que fomentar la competencia lo más que podamos", advierte Ebrard, "y deberíamos tener une televisión pública nacional; ésa es la diferencia entre la Italia de Berlusconi y Alemania, Inglaterra y Francia, sí hace una gran diferencia".

Fuente: Terra
Agencia de Noticias: Reforma