jueves, 15 de septiembre de 2011

A pensiones, 44% de la partida para salarios en 2012

La deuda del país es de 3.5 billones, pero la de pensiones alcanza los 7.9 billones IMSS e ISSSTE, con más problemas, absorberán subsidios por 208 mmdp.

El pago de las pensiones y jubilaciones se ha convertido en un lastre para el presupuesto de egresos. Para el próximo año la Secretaría de Hacienda propone a los legisladores destinar a este renglón 397 mil 374 millones de pesos, monto que representa 44 por ciento de toda la nómina del sector público, al inicio del este sexenio se dedicaba 33 por ciento del total.

Esto se debe a que mientras el pago de sueldos y salarios se redujo 5.7% en los últimos cinco años, el pago de pensiones y jubilaciones se incrementó 50.3% en términos reales, 133 mil millones de pesos (a precios del 2011).

Según el documento elaborado por la dependencia la asignación contempla tanto las pensiones que se otorgan a los jubilados del Gobierno Federal, como las que pagan las entidades paraestatales de control directo, así como los afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social.

Pese a la reciente reforma la carga más fuerte sobre la nómina la sufrirá el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado cuyo pago de pasivos laborales representa el 72 por ciento de la nómina, 83 mil 53 millones de pesos que superan el gasto conjunto de sueldos y salarios de médicos, enfermeros y personal administrativo, así como medicinas, productos y suministros médicos, traslados de enfermos, etcétera.

En el caso del Instituto Mexicano del Seguro Social el pago de pensiones y jubilaciones ascenderá a 195 mil 409 millones de pesos, que corresponden a las pensiones en curso de pago, el régimen propio del Instituto, los subsidios, ayudas e indemnizaciones y las pensiones provisionales y temporales. Este monto representará 59.5 por ciento de la nómina y requerirá subsidios y apoyos fiscales por 124 mil 934 millones de pesos.

La transición demográfica y epidemiológica incidirá sobre estas prestaciones, se generará mayores efectos sobre el gasto y se anticipa que este fenómeno mermará las erogaciones.





Fuente: La Razón