viernes, 17 de junio de 2011

Encuentros y desencuentros en el SME (segunda parte)

En la entrega anterior resaltamos el superficial manejo informativo de lo que sucede con el SME, y los pocos análisis que intentan explicar el acontecer del gremio electricista, que estemos de acuerdo o no, tienen una mayor perspectiva del asunto. Uno de ellos es el par de artículos de Marco Rascón: El SME histórico y Esparza: a confesión de parte (La Jornada, 31 de mayo y 6 de junio), en los cuales retoma algunos antecedentes históricos tanto del SME como del SUTERM que no permitieron la formación de un frente sindical compacto, así como la política de apertura y privatización en el subsector eléctrico estatal durante la administración de Carlos Salinas de Gortari.

Se agrega a lo ya descrito y que forma parte de la actual crisis en que transita el SME, el último y turbulento proceso electoral donde la planilla Unidad y Democracia Sindical impulsaba por tercera ocasión la reelección de Martín Esparza al frente del grupo político hegemónico que por varios años ha dirigido al Comité Central. La planilla contendiente, Transparencia Sindical, apoyaba a Alejandro Muñoz para combatir la creciente corrupción al interior del sindicato, en ese afán varios exdirigentes sindicales pertenecientes a Unidad y Democracia se sumaron a Transparencia. El desenlace de todos conocido fue el triunfo para Esparza mediante fraude electoral; impugnado el proceso, el asunto competía única y exclusivamente de los electricistas, situación aprovechada por el gobierno para iniciar una campaña de linchamiento en contubernio con los medios y ocupar las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro y decretar su extinción en octubre de 2009.

En principio ambas partes decidieron unificarse para enfrentar la situación, no obstante, la presión de los seguidores y simpatizantes de Esparza, la inconformidad por el decreto de extinción, la sombra del fraude electoral, la posibilidad de legitimarse y convertirse en líder, la de evitar una ruptura más, además de situarse como el salvador en esa difícil condición, hicieron que Martín Esparza negara y rechazara todo acercamiento con Alejandro Muñoz, a partir de entonces las posturas se volvieron irreconciliables. En ese contexto ambos bandos se culparon mutualmente del despido masivo y la desaparición de la paraestatal. A Esparza se le acuso de conocer con anticipación el inventario, los planes y las maniobras para ocupar LFC. De cualquier manera la indemnización marcó una distinción más entre los electricistas. Los que no se liquidaron pasaron a formar parte de la “resistencia” y se volvieron en incondicionales de Martín Esparza, así mismo no cayeron en, según ellos, venderse por dádivas de gobierno y por lo tanto son hijos “bien nacidos del SME” y se autodenominan “miembros activos”.


Aunque la prensa y los articulistas más ingenuos señalan a los 16 mil “no liquidados” como el segmento más “combativo” y que son los únicos “alborotadores”, también participan en las marchas, mítines del SME jubilados y un número incierto de liquidados. En los sucesos de abril y en las constantes agresiones a periodistas cometidas por los más fieles seguidores de Esparza, han existido fallas garrafales en la estrategia de lucha: la primera de ellas es culpar a supuestos infiltrados cuando se han capturado a extrabajadores no liquidados con lo que se demuestra lo obvio. Y la agresión a los periodistas viene a satisfacer con beneplácito los argumentos y razones del gobierno para definir como vándalos a los electricistas con lo que justifica la negativa para negociar con el gremio. Tal parece que esa violencia utilizada para el desprestigio, se presenta “oportunamente” para favorecer al gobierno, como si fuera una acción sistemáticamente premeditada con ayuda de ¿¿??.

Si bien es cierto que conforme pasa el tiempo el impacto mediático del SME se ve reducido, también se va fortaleciendo un movimiento silencioso que avanza cada vez más y por quien menos se pensaba, explicación que será parte de la próxima y última entrega del tema.

Escrito por Ramón John:
Estudiante de posgrado en la Maestría en Gobierno y Asuntos Públicos de la FCPyS de la UNAM. Diplomado en Historia de México por la Academia Mexicana de la Historia. Diplomado en Derecho Electoral por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Desarrolla su tesis de Maestría sobre la Industria Eléctrica comparando los modelos de México, Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Chile. ramonjohnlm@gmail.com

Fuente: Gurú Político