viernes, 15 de abril de 2011

Entre quejas por fallas en su nueva sede, los senadores se van de vacaciones

Monreal insiste en que se audite costo de la obra


Dos días después de que estrenaron su sede de Paseo de la Reforma, los senadores se van 10 días de vacaciones por Semana Santa y retornarán el próximo día 26, para sesionar cuatro días y cerrar el periodo ordinario.


Mientras, continuarán los trabajos para solucionar fallas y deficiencias del inmueble. Ayer no funcionaron los micrófonos de algunos legisladores y el panista Ulises Ramírez debió usar el de Beatriz Zavala, su compañera de bancada.


“Entiendo que va a mejorarse el sistema de votación electrónica, se van a poner más baños, instalarán pantallas que se vean claramente y se harán otros arreglos que permitan que los espacios sean más funcionales”, comentó la priísta María de los Ángeles Moreno.


Destacó que el proyecto y la obra fueron planeados y programados en la anterior legislatura, y consideró lamentable que se haya dado a un arquitecto poco conocido, como el yucateco Javier Muñoz Menéndez, frente a Teodoro González, “un profesional espléndido, que no sé por qué quedó en segundo lugar” en la licitación pública de 2003, recalcó.


Rosario Ibarra de plano consideró que el edificio “es horrible” e incómodo. Señaló que cerca del pleno sólo hay tres baños para mujeres y otros tantos para hombres y, además, ubicados “muy lejos”.


Desde el año pasado, los integrantes de la mesa directiva y del Fideicomiso para la Construcción y Equipamiento de la sede senatorial se confrontaron con el Grupo Indi por ese tema.


La mayoría de los los legisladores aún no se mudan a sus oficinas, donde todavía no hay librero. “¿Dónde voy a poner mis libros?” –preguntó Ricardo Monreal, quien insistió en que exigirá una auditoría y una investigación sobre el costo de la obra, cercano a 2 mil 600 millones de pesos.




http://www.jornada.unam.mx/2011/04/15/index.php?section=politica&article=020n2pol