Una protesta en contra de la opacidad durante la construcción de la Estela de Luz, en la Ciudad de México.
Foto: Germán Canseco
Siete de los ocho exfuncionarios de la paraestatal iii Servicios, sujetos a proceso penal por incidir para que el procedimiento de contratación de la obra de la Estela de Luz fuera a través de una invitación, en lugar de una licitación pública, publicaron un video en YouTube en el que afirman haber sido acusados injustamente y dicen estar a punto de ir a la cárcel.
En el video titulado “La verdad a la luz” publicado el martes pasado, los imputados afirman que están a punto de ir a prisión “injustamente” cuando únicamente se limitaron a emitir una opinión para determinar la forma de construir la obra.
“La estela de luz para nosotros significa oscuridad desde hace años y queremos que conozcas la verdad”, dice Erick Treviño Lartundo, exsubgerente de Evaluación, Estadística y Mejora de iii Servicios, una subsidiaria de Pemex que dependía de la Secretaría de la Función Pública (SFP).
Y pregunta:
“¿Te imaginas que un día te inviten a trabajar a un proyecto en el cual pongas todo tu empeño y dedicación haciendo bien las cosas para que posteriormente te acusen de algo que no hiciste? Pues eso es lo que nos pasó, somos inocentes y estamos a punto de ir a prisión injustamente”.
Luego, José Carlos Olivares Correa, exsubgerente de Contabilidad y Presupuesto, quien dice ser “padre de tres jóvenes, casado y de profesión contador público” explica:
“Fuimos los integrantes del Comité de Obras Públicas que el 5 de enero de 2010, previo a la construcción de la Estela de Luz y buscado la mejor opción conforme a la a la ley emitimos nuestro voto para determinar la forma de construir la obra; hasta ahí se limitó nuestra participación, solo dimos una opinión”.
Fernando Raúl Spadoni Rodríguez, exsubgerente de Concursos, completa: “Más adelante nos acusaron injustamente sin fundamentos legales. ¿Te gustaría estar en nuestros zapatos?”.
Juan Ricardo Díaz Ortega, exsubgerente de Construcción, afirma luego que hasta la fecha la sociedad los señala y juzga sin conocimiento de causa. “Estamos pagando la culpa de otros”, afirma sin decir nombres.
Sergio Salas Arellano, excoordinador de Mantenimiento Zona Centro de iii Servicios cuestiona por qué las autoridades afirman que son culpables y afirma que ellos no tuvieron nada que ver con el dinero que gastó el gobierno en la construcción de la Estela de Luz “y ahora resulta que nos robamos millones”, reprocha.
Lo peor del caso, añade Ricardo Morales Jaramillo, exgerente de Administración y Finanzas, es que a partir del proceso en su contra nadie quiere darles trabajo y tienen familias que mantener.
“Como podrás darte cuenta este proceso nos ha afectado en todos los aspectos de nuestra vida. Pero seguiremos luchan día con día hasta aclarar el asunto por completo.
“Este es un llamado a la sociedad porque nuestro objetivo es limpiar nuestra reputación. Solicitamos un voto de confianza de tu parte hacia nosotros. Ayúdanos en la forma que puedas”, pide Domitilo Barragán Álvarez, exgerente jurídico, quien dice ser arquitecto y padre de tres hijos.
El único de los procesados que no aparece en el video, grabado a unos metros de la obra que ordenó construir durante su mandato Felipe Calderón a propósito de los festejos del bicentenario de la Independencia, fue Bernardo Garza Garza, exgerente comercial de iii Servicios.
Desde mayo de 2013 los ocho enfrentan el proceso en libertad debido a que el delito del que se les acusa no es considerado grave, sin embargo en el video afirman que están a punto de ir a prisión.
La Estela de Luz, debió ser concluida en las festividades del Bicentenario de la Independencia de México, en septiembre de 2010 pero fue entregada el 30 de diciembre de 2011 al gobierno federal, con 15 meses de retraso y fue inaugurada a principios de enero siguiente.
La torre de mil 704 paneles formados de dos placas de cuarzo, iluminadas por leds, tenía un presupuesto original de 200 millones de pesos pero se disparó a más de mil millones, entre otras razones, por la modificación de los cimientos –que pasaron de 30 a 50 metros– y la compra de materiales en el extranjero, como las placas de cuarzo.
Fuente: Proceso| La Redacción