sábado, 24 de octubre de 2015

Diputado del PRI en Morelos acude armado a congreso y amenaza a periodista

El diputado del Partido Revolucionario Institucional en el Congreso de Morelos, Aristeo Rodríguez Barrera, acudió al recinto Legislativo armado y amenazó a un camarógrafo que lo grabó jugando pesado con otro de sus compañeros legisladores.

De acuerdo con la denuncia presentada por el periodista del programa local Quien Resulte Responsable, René Pérez, los hechos ocurrieron la mañana de este viernes en los pasillos del Congreso del estado ubicado en el Centro de Cuernavaca, cuando el priísta jugaba pesado con el también diputado del Partido de la Revolución Democrática, Francisco Navarrete Conde.

El camarógrafo, empezó a grabar lo que ocurría cuando Aristeo Rodríguez lo amenazó con sacar una pistola si seguía grabando, pero el periodista ignoró al legislador y continuó grabando.

Ante ello, el diputado dio unos pasos atrás y sacó una pistola que mantuvo detrás de él mientras se acercó de nueva cuenta a René Pérez y con la otra mano tapó el lente del equipo de video.

Segundo después, el diputado del Revolucionario Institucional dio pasos atrás mientras se reía y entregó el arma a uno de sus escoltas, para después retirarse del lugar.

Ante tal situación, el afectado acudió a la Fiscalía General del Estado para presentar su denuncia en contra del también líder de la Unión Local de Productores de Caña del ingenio Emiliano Zapata del municipio de Zacatepec, por el delito de amenazas y lo que resulte responsable.

Cabe recordar que el legislador Aristeo Rodríguez, ha sido foco de atención en las últimas semanas debido al atentado del que fue víctima cuando sujetos armados dispararon en contra de su vivienda, además de que el martes pasado llevó a campesinos de la región sur de Morelos a protestar al Congreso para exigir recursos para el campo, para lo cual utilizó tortas y jugos para llevar a los manifestantes que llenaron el recinto legislativo sobre pasando el límite de capacidad de las instalaciones.



Fuente: El Financiero| Edmundo Salgado