El empresario chino mexicano Zhenli Ye Gon, identificado como el gran capo del multimillonario comercio ilegal de metanfetaminas, habló de su tortuosa trayectoria entre la ley y el delito, y los procesos legales que enfrenta tanto en México como en Estados Unidos, después del hallazgo de 205 millones de dólares en su casa de Ciudad México, en marzo de 2007.
En una extensa entrevista con Univision, Ye Gon, preso en una cárcel de Virginia, aseguró que él dio dinero a los políticos mexicanos de “todos los partidos”, y dijo que teme que lo maten si es extraditado a México.
“Yo llevo un uniforme de preso. Si yo denuncio los nombres (de los políticos), uno por uno para mí no es bueno porque yo enfrento una extradición y si regreso me van hacer pasar muy mal’’, agregó.
El empresario, quien se hizo famoso por su frase “coopelas o cuello”, que usó para explicar la manera como un supuesto operador político (el ahora senador panista Javier Lozano Alarcón) lo amenazó si se negaba a guardar los 205 millones de dólares en su casa, no negó que hubiera intentos de cooperación con la justicia de Estados Unidos, pero explicó que no tenía nada que ofrecer.
“Si yo conociera realmente el negocio de las drogas, el de las drogas ilegales, ofrecería (información)’’, afirmó. “Pero no lo soy, así que no tengo nada que ofrecer. Esa es una terrible situación ¿cómo puedo cooperar?’’, se preguntó.
En su solicitud de asilo, Ye Gon aseguró ser un “miembro activo y un fiel seguidor del PRI’’ que fue “falsamente acusado’’ de narcotráfico para encubrir una “persecución políticamente motivada (dentro del PAN) en medio de un absoluto desorden de la corrupta política partidista mexicana’’.
Según el empresario, sus enemigos en México son los políticos, la policía y los competidores comerciales, y destacó que en días recientes recibió en la prisión una carta que decía: “El gobierno de Estados Unidos no te ayudará. Tu abogado no te ayudará. Solo nosotros podemos ayudarte. Pero tienes que seguir nuestras instrucciones. Si no sigues nuestras instrucciones te quedarás en la cárcel para siempre. Tú no sabes dónde estará tu futuro”.
Y aseguró, sin decir nombres, que le piden que los contacte directamente y ellos encontrarán una vía para resolver sus problemas.
En su edición que comenzó a circular este domingo (2027), la revista Proceso publicó un reportaje donde se señala que desde que en junio pasado la Suprema Corte de Estados Unidos rechazó atraer el caso de Zhenli Ye Gon, el gobierno de Enrique Peña Nieto está a la espera de que el Departamento de Estado decida extraditar al empresario chino naturalizado mexicano.
México y el país vecino están por concretar un intercambio de extraditables. Y aunque el exempresario farmacéutico podrá regresar libre de culpas en Estados Unidos, puesto que desde hace seis años allá la justicia lo absolvió del delito de narcotráfico por falta de pruebas, aquí se mantienen las acusaciones de delincuencia organizada y narcotráfico fincadas desde hace ocho años, destaca la nota.
El gobierno de Felipe Calderón, su acusador, no pudo sostener sus señalamientos ante las autoridades estadunidenses. Ye Gon, a su vez, tampoco logró convencerlas de que era un perseguido político.
Nacido en Shangai, China, en enero de 1963 y naturalizado 40 años después en México, le imputó a Calderón haber contado con un millonario fondo ilegal en su campaña presidencial de 2006. Según Ye Gon, de los 205 millones de dólares que el gobierno calderonista le aseguró en su casa en 2007, por lo menos 100 millones eran parte de ese supuesto fondo ilegal.
Ye Gon acusó a la Procuraduría General de la República (PGR) de haberle mentido al Departamento de Estado y a la Corte Federal del Distrito de Columbia al destruir evidencias que lo beneficiaban. El señalamiento directo lo hizo contra el titular de la PGR en el sexenio de Calderón, Eduardo Medina Mora, ahora ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Durante el sexenio pasado, la PGR dejó que el caso se quedara en Estados Unidos, al tiempo que Ye Gon aplazaba su extradición, solicitada formalmente por el gobierno mexicano en septiembre de 2008. La petición fue firmada por el ministerio público Jorge Joaquín Díaz López, quien trabajó en la PGR hasta 2009 para incorporarse al despacho de abogados del exprocurador Antonio Lozano Gracia.
Aunque fue absuelto, el empresario chino-mexicano ha estado en una prisión estadunidense desde 2007, por lo que ya lleva ocho años encerrado, dos menos de la pena mínima a la que habría sido condenado de habérsele encontrado culpable.
La PGR no sólo fue incapaz de probar sus acusaciones en Estados Unidos. Tampoco ha logrado en México sentencias definitivas contra todos los que acusó de ser parte de un grupo de delincuencia organizada supuestamente encabezado por el exempresario.
Ye Gon intentó desde un principio quedarse en Estados Unidos, bien como testigo protegido o bajo asilo político. Ninguna de sus acciones prosperó, pero logró no ser entregado al gobierno calderonista.
En su momento, Estados Unidos le negó a Ye Gon la petición de asilo en Estados Unidos. Dijo que en ese momento estaba detenido por la acusación de traficar con sustancias controladas y no por algún pedido de extradición por parte de México.
Ye Gon insistió en la protección de la justicia de Estados Unidos, pero un juez se la negó. Le argumentó que estaba especulando sobre situaciones eventuales: “No presenta un respaldo legal sobre su futuro confinamiento, extradición o deportación”, y le reiteró que no había aún ningún proceso penal en su contra.
Las autoridades también se negaron en ese momento a integrarlo al programa de testigos protegidos, pese a los argumentos políticos del empresario. Además de declararse como perseguido del gobierno de Calderón, alegó que tenía relación con el exsenador del PRI Fidel Herrera, quien luego fue gobernador de Veracruz.
Desde entonces, Zhenli Ye Gon aseguró que si era extraditado, enfrentaría un “inminente asesinato, torturas y otros tratos crueles”.
Argumentó: “Definitivamente seré eliminado por el corrupto régimen de México bajo Felipe Calderón y bajo el gobierno del PAN, en represalia política, persecución y deseo de silenciarme para siempre porque soy un testigo clave del fraude del PAN en la elección presidencial”.
De ser extraditado, Zhenli Ye Gon enfrentará en México cuatro acusaciones: delincuencia organizada, narcotráfico, violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y lavado de dinero.
Para el gobierno de Estados Unidos, sin embargo, no se pudo comprobar que haya traficado droga a ese país.
Fuente: Proceso| La Redacción