Francisco Domínguez, gobernador de Querétaro. Foto: Octavio Gómez
Los legisladores locales aprobaron por unanimidad, en sesión ordinaria, reformar el artículo 38 de la Constitución estatal y diversas leyes relativas al juicio de procedencia y, con ello, la eliminación del fuero.
“La comisión de delitos, por parte de cualquier servidor público, será perseguida y sancionada en los términos de la legislación penal”, se advierte en la reforma.
La fracción II del artículo 38 reformado por los diputados queretanos aclara que “para proceder por delitos del orden común en contra del gobernador del estado, los diputados de la Legislatura, los magistrados del Tribunal Superior de Justicia, los jueces, el fiscal general del estado, los presidentes municipales y los titulares de los organismos autónomos reconocidos por esta Constitución, no se requiere declaración de procedencia por la Legislatura” estatal.
El legislador priista Héctor Magaña Rentería, promotor de la iniciativa, admitió que las conductas ilícitas en el desempeño de funciones públicas han sido motivo de reprobación social y jurídica a lo largo del tiempo, por lo que ya era tiempo de eliminar el fuero.
En tribuna reconoció que el fuero es una figura que ha sido desnaturalizada de su esencia al ser confundida la inmunidad como impunidad total para cometer ilegalidades en el desempeño de algún cargo público.
Es por ello, sostuvo, que “con esta reforma hoy le decimos fuera al fuero; una figura que hasta hoy se contemplaba como sinónimo de inmunidad, como privilegio o prerrogativa. Eso se acabó”.
Es necesario revisar el salario mínimo, pero el Ejecutivo y Banxico se oponen: expertos
Uno de los grandes problemas del mercado laboral es que el ingreso real de los trabajadores ha perdido el 25 por ciento de su valor y esto obligaría a la revisión del salario mínimo, opinó Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Durante el seminario para comentar el Informe Sobre Desarrollo Humano México 2016, que coordinó el Centro de Estudios Espinosa e Yglesias (CEEY), González Hermosillo expuso que hoy es evidente la depreciación del poder adquisitivo con salarios más bajos, pues hoy la distribución de la riqueza y el salario sigue generando brechas de desigualdad.
“Pareciera una fijación de estar en el umbral más bajo. No podemos tener salarios más bajos que Guatemala, Nicaragua y Honduras. Tenemos, a diferencia de ellos, factores económicos muy distintos”, expuso.
Gerardo Esquivel, del Instituto Belisario Domínguez y del Colmex consideró apremiante la revisión del salario mínimo, tema en el que la clase empresarial y otras instituciones económicas se han mostrado de acuerdo –dijo–, a excepción de dos entes: el Banco de México (Banxico) y el Poder Ejecutivo que encabeza Enrique Peña Nieto.
“Somos un país con un mercado interno débil, pues somos un país con la quinta parte de la población viviendo en pobreza extrema, a causa del salario mínimo”, acotó.
Valeria May, de la fundación ¿Cómo Vamos México?, comentó que México posee una gran cantidad de recursos, pero que el aparato gubernamental es muy “ineficiente para organizar el gasto público”.
En el desglosado del Informe Sobre Desarrollo Humano se advierte que en la década correspondiente al periodo 2005-2015 se experimentó movilidad igualadora en ingreso laboral, pero en sentido descendente.
Además de que hay desigualdades que se acumulan en el ciclo de vida, hacia futuro, siendo una variante y limitante central, la deserción escolar.
El documento advierte que el retroceso del ingreso laboral, los ligeros procesos de reducción de la informalidad y el aumento insuficiente en la participación femenina se traducen en una caída en la movilidad absoluta del ingreso y en un aumento de la movilidad igualadora del mismo.
“Es decir, entre 2005 y 2015 hubo movilidad igualadora descendente del ingreso. Parte de la desigualdad de oportunidades se debe a la informalidad y los bajos salarios”, explicó.
El informe del CEEY señala que los mercados de trabajo con mayor acceso a seguridad social típica del trabajo formal son Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Aguascalientes.
En contraste, el acceso es menor a 25% en Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla y Veracruz.
Durante el seminario para comentar el Informe Sobre Desarrollo Humano México 2016, que coordinó el Centro de Estudios Espinosa e Yglesias (CEEY), González Hermosillo expuso que hoy es evidente la depreciación del poder adquisitivo con salarios más bajos, pues hoy la distribución de la riqueza y el salario sigue generando brechas de desigualdad.
“Pareciera una fijación de estar en el umbral más bajo. No podemos tener salarios más bajos que Guatemala, Nicaragua y Honduras. Tenemos, a diferencia de ellos, factores económicos muy distintos”, expuso.
Gerardo Esquivel, del Instituto Belisario Domínguez y del Colmex consideró apremiante la revisión del salario mínimo, tema en el que la clase empresarial y otras instituciones económicas se han mostrado de acuerdo –dijo–, a excepción de dos entes: el Banco de México (Banxico) y el Poder Ejecutivo que encabeza Enrique Peña Nieto.
“Somos un país con un mercado interno débil, pues somos un país con la quinta parte de la población viviendo en pobreza extrema, a causa del salario mínimo”, acotó.
Valeria May, de la fundación ¿Cómo Vamos México?, comentó que México posee una gran cantidad de recursos, pero que el aparato gubernamental es muy “ineficiente para organizar el gasto público”.
En el desglosado del Informe Sobre Desarrollo Humano se advierte que en la década correspondiente al periodo 2005-2015 se experimentó movilidad igualadora en ingreso laboral, pero en sentido descendente.
Además de que hay desigualdades que se acumulan en el ciclo de vida, hacia futuro, siendo una variante y limitante central, la deserción escolar.
El documento advierte que el retroceso del ingreso laboral, los ligeros procesos de reducción de la informalidad y el aumento insuficiente en la participación femenina se traducen en una caída en la movilidad absoluta del ingreso y en un aumento de la movilidad igualadora del mismo.
“Es decir, entre 2005 y 2015 hubo movilidad igualadora descendente del ingreso. Parte de la desigualdad de oportunidades se debe a la informalidad y los bajos salarios”, explicó.
El informe del CEEY señala que los mercados de trabajo con mayor acceso a seguridad social típica del trabajo formal son Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Aguascalientes.
En contraste, el acceso es menor a 25% en Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla y Veracruz.
Fuente: Proceso| La Redacción