Enrique Peña Nieto esquivó una pregunta acerca de la corrupción calificándola como un “problema cultural”, sin embargo, los timepos han cambiado: FT. Foto: Cuartoscuro
El Gobierno de México ha guardado un ”silencio vergonzoso” y ha mantenido “una actitud de negocios” que enfatiza las reformas económicas por encima de los problemas de Estado de Derecho que vive el país, como los escándalos por corrupción y los asesinatos de periodistas y estudiantes, y que son la mayor preocupación, escribe esta tarde John Paul Rathbone, editor para América Latina del influyente diario británico Financial Times.
Rathbone escribe hoy un artículo en el que compara las medidas implementadas por el Gobierno de Dilma Rousseff, en Brasil, ante los escándalos de corrupción en Petrobras y la violencia imperante en el gigante lusófono y las hechas por el Gobierno de Enrique Peña Nieto ante los escándalos de corrupción y los problemas de Estado de Derecho.
“[En Brasil] decenas de altos ejecutivos de empresas han sido enviados a la cárcel por su papel en la Petrolão y más de 30 políticos están siendo investigados por corrupción”, dice el medio y agrega: “Algunos ojos se han trasladado a México, en muchos sentidos opuestos de Brasil. Mientras que la economía de Brasil se inclinó por la corrupción, el proteccionismo y la afición de Rousseff para el intervencionismo, la economía liberal de México se liberaliza aún más, y su sector petrolero se abre a la inversión extranjera”.
El Financial Times señala que mientras México está muy por delante de Brasil en la facilidad de hacer negocios, según datos del Banco Mundial, lo contrario ocurre en el Estado de Derecho: México, por ejemplo, ocupa el lugar 103 en corrupción del Índice de Transparencia Internacional, peor que el de China, mientras que Brasil está en la posición 69 en los niveles de Italia y Grecia.
“La podredumbre institucional de México parece extenderse de arriba a abajo. El Presidente Enrique Peña Nieto ha sufrido una serie de escándalos por conflictos de interés que involucran a su esposa y el Secretario de Hacienda. Los periodistas que informan sobre las desapariciones y la violencia por la droga, como el presunto asesinato de 43 estudiantes el año pasado, son asesinados. Esta semana, más de 500 intelectuales han criticado la ‘censura por la bala’ que existe en México. ¿Y cual es la respuesta del gobierno a las protestas por estos incidentes vergonzosos? Un silencio vergonzoso y una actitud de negocios que enfatiza la reforma económica sobre los problemas de Estado de derecho que son la mayor preocupación en México”, escribe Rathbone.
El editor para América Latina del Financial Times indica que “lo que el palacio Presidencial de México no parece darse cuenta es que la inseguridad y la anarquía también tienen implicaciones financieras”.
“A la vuelta del siglo, Brasil y México tienen los mismos stocks de inversión extranjera directa, lo que equivale al 19 por ciento del Producto Interno Bruto [PIB]. Desde entonces, ese stock ha aumentado en Brasil al 32 por ciento, mientras que en México, tan ‘abierto para los negocios’, ha aumentado sólo un 26 por ciento. Incluso hoy en día, a pesar del decadente auge de los precios de los productos básicos, los flujos de inversión extranjera anual a Brasil están funcionando a casi el 3 por ciento del PIB; en México, se encuentran en el 2 por ciento”, detalla el especialista.
Financial Times sostiene ya una vez Enrique Peña Nieto esquivó una pregunta acerca de la corrupción calificándola como un “problema cultural”, sin embargo, agrega: “los tiempos han cambiado, y la cultura debe cambiar con ellos. Los escándalos de corrupción están siendo procesados con mayor rapidez en América Latina”.
Rathbone, compara y dice que Brasil, con sus relativamente fuertes instituciones legales y su creencia cableada en la libertad de expresión, parece entender esto. “México, con instituciones débiles y una democracia más joven, no lo hace”, sostiene. “Sería tonto creer que la investigación de corrupción en Petrobras va a cambiar fundamentalmente la vida política y empresarial brasileña. (¿Acaso el movimiento “Manos Limpias” [proceso judicial de 1992] de Italia acabó con sus problemas estructurales?) Pero, por lo menos, el derribe de las cifras anteriormente intocables representa la posibilidad de una nueva dirección. En México, en cambio, no hay figuras importantes que sean enviadas a la cárcel, y la corrupción pueden sentirse rampante”.
El diario finaliza: “Si México tiene estado de derecho en la ley, las entradas de inversión extranjera directa podrían elevarse a niveles brasileños -un extra de 13 mil millones de dólares más o menos en un año-. En su nivel más crudo, el Gobierno mexicano sólo tiene que hacer las cuentas”.
Fuente: Sin Embargo| La Redacción