Comerciantes de Tepito ofertan artículos con la figura de “El Chapo”. Foto: Cuartoscuro
La fuga de Joaquín “El chapo” Guzmán Loera, de una prisión de máxima seguridad en el Estado de México, no sólo ha inspirado decenas de corridos y novelas, también los comerciantes han utilizado su imagen para incrementar sus ventas en el barrio de Tepito en la Ciudad de México.
Los vendedores ofertan playeras y sudaderas con leyendas como “The King Chapo” (El rey Chapo) o “God save al Chapo” (Dios salve a El Chapo)”.
En otros puestos se observan gorras alusivas al capo y al Cártel de Sinaloa.
Los comerciantes reportan una gran demanda de este tipo de productos que van de los 50 hasta los 150 pesos.
Guzmán Loera escapó de la prisión de máxima seguridad conocida como Altiplano, en el Estado de México, a través de un soficticado túnel de 1.5 kilómetros que contaba con sistema de ventilación y alumbrado el pasado 11 de julio.
Si “El Chapo” ya era popular y contaba con apoyo de mucha gente antes de su segundo escape de una prisión de máxima seguridad, ahora se ha consolidado como uno de los criminales más famosos, y hasta admirados, en la historia.
Hoy no se ven estas expresiones de idolatría únicamente en lugares como Badiraguato, el pueblo natal de “El Chapo” en Sinaloa, o en disqueras y conciertos pequeños. Durante la última edición de Premios Juventud, el cantante cubano Pitbull finalizó su discurso contra Donald Trump con la frase “¡Cuidado con el Chapo, papo!”, generando aplausos en la audiencia y demostrando cierta esperanza bizarra de vindicación para una comunidad atacada por comentarios racistas y xenófobos que hicieron referencia precisamente al crimen organizado.
Entre los angloparlantes de Estados Unidos también se percibe esta valoración por Guzmán Loera. Ahí está el caso del rapero French Montana, ex novio de una de las hermanas del clan Kardashian, quien al ser abordado sobre el tema declaró:“El Chapo es mi ídolo. ¡Ese tío es mi ídolo!”.
En la época de las redes sociales la narcocultura y la popularidad de “El Chapo” han crecido exponencialmente.
Fuente: Sin Embargo| La Redacción