Uno de los textos de Raúl Rodríguez en El Buen Tono.
“Qué fuerte está el calor. Por cierto, bájale a tus notas”, dijo el hombre al reportero. Enseguida se alzó un poco la camisa, le mostró un arma de fuego y continuó su camino.
‘El Buen Tono’ informó que la víctima acudió a la Subfiscalía de la Zona Centro y presentó una denuncia penal en contra de quien resulte responsable.
“El reportero caminaba (ayer) sobre la avenida 1, entre calles 10 y 12, en la entrada al municipio, cuando lo interceptó un hombre a bordo de una motocicleta para lanzar la advertencia”, destacó el rotativo en su edición digital de este viernes.
Desconcertado, Raúl Rodríguez pidió la intervención de la policía municipal, que inició un “operativo de búsqueda” sin resultados.
“Una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública trasladó al corresponsal hasta esta ciudad (Córdoba), donde presentó una denuncia penal contra quien resulte responsable”, resumió.
Sobre el incidente y las amenazas tomó conocimiento la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP), que pidió a las autoridades otorgar las medidas cautelares de protección al reportero y a su familia.
En respuesta, el gobierno de Javier Duarte dio instrucciones para otorgarle dichas medidas a Raúl Rodríguez, y ordenó a la Fiscalía General del Estado que inicie las averiguaciones conducentes.
El pasado viernes 22, el exreportero de TV Azteca en Agua Dulce, Jair Negrete –actualmente jefe de prensa de una oficina episcopal en el sur de la entidad–, fue golpeado por elementos de la patrulla número 16 de la Policía Municipal de esa localidad y le exigieron dinero o de lo contrario le imputarían “cualquier cargo”.
“Un policía me dijo: ‘te conozco, eras reportero de Azteca, vas a pagar todo lo difundido, trabajabas en una empresa nacional y no me puedes dar dinero. Qué pinches miserables son los periodistas, piensan que son los dueños de todo’”, le recriminaron los policías y luego lo subieron a la batea de la patrulla.
Por esos hechos, Negrete y su amigo Fernando Salazar también interpusieron la denuncia correspondiente en la Subfiscalía de Coatzacoalcos.
Fuente: Proceso| NOÉ ZAVALETA