Carlos Hank y Enrique Peña durante una premiación en noviembre de 2014.
Foto: Miguel Dimayuga
El funcionario informó que ya se inició el cruce de información para determinar la situación fiscal, caso por caso, de las cuentas del llamado caso SwissLeaks a fin de verificar si de 2006 a la fecha siguen en condición de evasores o ya se pusieron al corriente.
“Al tener una inversión en el extranjero se tiene que declarar la ganancia, el dividendo y el interés obtenido en Suiza y la declaración se tiene que realizar en México como un ingreso acumulable”, explicó.
Lo que se espera, dijo, “es que (los involucrados) hayan declarado que tuvieron ingresos en el extranjero principalmente por el concepto de rendimiento, ganancia, intereses o dividendos por inversiones en Suiza, y con ello poder desarticular el primer argumento” de la presunta evasión.
Primero, detalló, se pedirá al gobierno suizo la información de esas cuentas y en caso de que se detecte evasión de impuestos, se interpongan los procedimientos jurídicos.
Por ahora, dijo, sólo se trata de un “proceso natural” de investigación, dijo en entrevista con Radio Fórmula.
Núñez comentó que no es un delito tener una cuenta en el extranjero y que sólo “puede ser infracción” cuando no se declaren las ganancias y por ende se haya omitido el pago de los impuestos correspondientes.
En el caso de que los enlistados hayan omitido información, explicó, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) iniciaría un procedimiento legal de acuerdo con el código fiscal de la federación, a fin de que el contribuyente presente la declaración o realice el pago de los impuestos.
El pasado 8 de febrero, el diario francés Le Monde y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), informaron sobre la existencia de una lista de más de 106 mil clientes, así como de más de 20 mil sociedades offshore, a través de las cuales se transfirieron más de 180 mil 600 millones de euros –el equivalente a 2 billones 970 mil millones de pesos–, a Ginebra.
La lista fue entregada por el especialista en informática italo-francés, Hervé Falciani, extrabajador de HSBC, quien es requerido por la justicia suiza.
Falciani, siendo empleado HSBC, sustrajo de su filial en Ginebra, los nombres y números de cuenta de más de 106 mil clientes, muchos de ellos evasores fiscales, y entre los que hay políticos, monarcas, empresarios, deportistas y artistas afamados y presuntos financieros del terrorismo, del narcotráfico y del tráfico de armas.
Este trabajo de investigación arrojó los nombres de los primeros mexicanos, entre ellos el empresario Carlos Hank Rohn, Jaime Camil, el polémico intermediario de Siemens, que es investigado por Estados Unidos por un presunto caso de corrupción en México; el expresidente de la Bolsa Mexicana de Valores, Luis Téllez Kuenzler; su antecesor Guillermo Prieto Treviño; y el extitular de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub.
A estos nombres se suman los del exdirector de Walmart para México, Eugenio Ebrard, y el magnate de la construcción Moisés El Mann Arazi, muy identificado en la comunidad judía mexicana, y quien en una sola operación en España en 2013 gastó 300 millones de euros para comprar toda la red de oficinas del Banco Sabadell.
Fuente: Proceso| La Redacción