A un año de su detención y motivados por un “sentimiento de rebeldía” y un declarado “rechazo y repudio a todos los mecanismos de control, incluido el sistema penitenciario”, Jorge Mario González García, Carlos López El Chivo, Fernando Bárcenas Castillo y Abraham Cortes Ávila iniciaron desde ayer por la noche una huelga de hambre indefinida en los distintos centros penitenciarios en los que se encuentran recluidos.
En un comunicado difundido en la página Cruz Negra Anarquista México, los “anarquistas presos”, como se autodefinen, aclaran de antemano que con el ayuno voluntario no buscan mejorar a su situación actual, simplemente se trata de una manera de expresas su rechazo a la “supuesta función reintegradora de la prisión”.
Explican:
“Para nosotros la huelga no es sinónimo de debilidad, mucho menos buscamos caer en una postura de victimización, por el contrario, la asumimos como una alternativa de lucha que consideramos propicia para accionar en una lógica de protesta e insumisión ante el encarcelamiento de nuestros cuerpos y por la humillación, aislamiento y frustración que significa el estar recluidos en estos centros de terror. Optamos por pasar a la acción antes que aceptar la cárcel como algo ‘normal’.
“El Estado busca formar ciudadanos dóciles y serviles para mantener su establecido ‘orden social’ y poder así sustentar la estructura de producción capitalista que solo benéfica a la clase dominante. Las prisiones tienen un papel primordial en la configuración de estos buenos ciudadanos. Es a la sociedad burguesa a la que en realidad se busca que el/la presx se readapte”.
En su opinión, la supuesta función reintegradora que la prisión puede traer a sus vidas no sólo la consideran inútil, sino ampliamente perjudicial. “Por ello que nos hemos decidido a seguir con nuestras luchas por destruirla, empezando con pequeñas acciones de negación y desconocimiento de su influencia en nuestras vidas”.
Por tal motivo, subrayan que su movimiento de huelga es indefinido, sin petición o demanda alguna. “No buscamos mejoras en la cárcel o en nuestras condiciones, simplemente se trata de desconocer su función en nuestras vidas, actuando de manera coordinada y solidaria”.
Y dice que desde la prisión “acompañamos la protesta del 2 de octubre a 46 años del genocidio en Tlatelolco, sin olvidar ni perdonar y haciendo la guerra hasta el fin de la opresión”.
Jorge Mario González y Abraham Cortés Ávila fueron detenidos durante la protesta del 2 de octubre del año pasado. El primero se encuentra recluido en la torre médica de Tepepan y el segundo en el Reclusorio Norte.
Carlos López fue aprehendido en enero pasado por su presunta responsabilidad en los bombazos a las instalaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Se encuentra preso en el Reclusorio Oriente. Fernando Bárcenas fue capturado el 13 de diciembre de 2013 como responsable de prender fuego al árbol navideño que la refresquera Coca Cola instalada en Paseo de la Reforma. El permanece en el Reclusorio Norte.
Reivindican bombazos en la UNAM
Otra célula anarquista reivindicó hoy el atentado contra las instalaciones de la UNAM el pasado martes 30 de septiembre en el que resultaron calcinados tres autos.
En un escueto comunicado, la agrupación explica que incurrió en dicho acto en “solidaridad” con seis de sus compañeros que se encuentran en prisión, entre ellos los jóvenes detenidos el 2 de octubre de 2013 y las canadienses involucradas en la agresión a oficinas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Fuente: Proceso| La Redacción