WASHINGTON.- Felipe Calderón aprovechó un foro en esta ciudad para presumir una lista de presuntos éxitos económicos alcanzados durante su sexenio, aunque casi al final de su ponencia el mismo exmandatario se contradijo.
Empezó por los éxitos al destacar que “pusimos en orden las finanzas públicas, redujimos el déficit, recuperamos la confianza de los mercados. En 2012 México pasó del lugar 73 al 53 en el ranking mundial de competitividad del Banco Mundial”.
Luego se siguió con uno de los problemas que más atañen a América Latina, la violencia. “La nuestra es –dijo– la región más violenta en el mundo y necesitamos afrontarlo”.
Por falta de desarrollo, prosiguió, la violencia está afectando el desarrollo económico regional y urge resolverlo”.
Al participar como orador principal en la Decimoctava Conferencia Anual del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el exmandatario panista destacó que la inseguridad y la violencia en países como México son resultado de la falta de aplicación de la ley, así como de estrategias para fomentar el empleo.
“Combatan y enfrenten a los criminales, reconstruyan las agencias e instituciones de la aplicación de la ley, algunas desde sus cimientos, y reconstruyan la plataforma social”, sugirió Calderón sin aludir al legado que dejó en la guerra contra el narcotráfico, cerca de 70 mil víctimas.
Antes de referirse a que México, junto con otros países del área, representa un claro ejemplo de inseguridad, de violencia y de la falta de instituciones de justicia confiables y de la aplicación de la ley, el exmandatario había presumido todo tipo de éxitos a nivel macro y microeconómicos.
En su sexenio, resaltó, México se construyeron y reconstruyeron más de 22 mil kilómetros de carreteras, se multiplicó el presupuesto para el sector salud, por lo que ahora 106 de los 120 millones de mexicanos cuentan con cobertura de salud universal. En este último punto fue más puntual: aclaró que cuando él llegó a la Presidencia sólo 60 millones de personas disponían de ese beneficio.
“En México se gradúan más 100 mil ingenieros al año, creando con ello competitividad y reduciendo la inmigración hacia los Estados Unidos”, puntualizó.
Y sostuvo que el éxito económico de un país consiste en la apertura de mercados, la relación con el sector privado y la reducción de la dependencia en las exportaciones de materias primas para crear más competitividad.
Apoyado con gráficas, el panista retomó luego el tema de la seguridad y comentó que “el nivel de homicidios por cada 100 mil habitantes es increíblemente el más alto de la región, y esto implica un problema terrible para nuestras economías y para el bienestar de nuestra gente”.
Ante embajadores, expresidentes, titulares de organizaciones regionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización de los Estados Americanos (OEA), analistas políticos y presidentes de organizaciones no gubernamentales, Calderón se mostró sonriente y hasta intentó hacer chistes.
Ahora no apareció el hombre arrogante y prepotente que gobernó de 2006 a 2012. Incluso, aprovechó el foro para alertar sobre una inminente amenaza a la democracia y estabilidad regional.
“Venezuela se está claramente deteriorando y quiero hacer un llamado de alarma sobre lo que está pasando en Venezuela, la sociedad está sufriendo y hay un proceso de deterioro en la calidad de la democracia y de los derechos humanos y eso va a afectar a la región entera”, expuso.
Esas palabras fueron coronadas con un nutrido aplauso de la concurrencia.
Fuente: Proceso| J. JESÚS ESQUIVEL