miércoles, 25 de mayo de 2011

La opacidad sindical en el Distrito Federal

La opacidad sindical es un gran negocio para líderes sindicales y empresarios. En el modelo mexicano el patrón decide discrecionalmente, sin considerar la opinión de los trabajadores, el sindicato que debe operar en su empresa. Lo hace de manera agazapada para evitar que los trabajadores sepan quién es su representante, generalmente contrario a sus intereses. En nuestro país estos actos de opacidad son legales, incluso las instituciones gubernamentales hacen lo posible para que todo siga sin cambios, para que haya “paz social”.

Arturo Alcalde, destacado abogado laboralista y miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, en un estudio “Sindicatos y Transparencia en la ciudad de México” presentado apenas esta semana, coincide con este análisis al exponer que dependencias clave como la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal (JLCADF) han instrumentado una política orientada a la contención para evitar la movilización obrera y que la añeja inconformidad por los bajos salarios no aflore.

El estudio de Alcalde Justiniani, auspiciado por el Instituto de Acceso a la Información Pública del Distrito Federal, (InfoDF) pone en evidencia la escasa transparencia sindical en el Distrito Federal que junto con otros gobiernos, federal y estatales se ha sumado a fortalecer el fraude en contra de los trabajadores.

En la presentación del ensayo realizada la tarde de este martes 23 de mayo, Oscar Guerra comisionado presidente de InfoDF, comentó la importancia del artículo 30 en la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del D.F. que obliga a toda persona moral, organizaciones de la sociedad civil, sindicatos o cualquier otra análoga que reciba recursos públicos por cualquier concepto, exceptuando cuotas sindicales, a proporcionar a los entes públicos de los que los reciban, la información relativa al uso, destino y actividades que realicen con tales recursos. Señaló que InfoDF hasta la fecha ha recibido mil 230 solicitudes de información en materia sindical, lo cual revela la importancia de normas que avalen la transparencia.

Sin embargo Arturo Alcalde señala que por lo general los líderes sindicales no cumplen con su obligación de rendir cuentas ni por las cuotas sindicales ni por otros ingresos que perciben. Refiere Alcalde que los líderes sindicales se han enriquecido de la venta de construcción de casas, de plazas y de otras formas por la facilidad de opacidad en la que se mueven.

En el evento comentamos que esta opacidad permitió, como ejemplo de estas irregularidades, que durante dos años se usara la representación legal de un líder sindical ya fallecido: Israel Bazán. Sus firmas seguían apareciendo en emplazamientos a huelga, en contratos colectivos de trabajo y en otras promociones legales con fecha posterior a su muerte sin que la JLCADF se percatara de ello. Ahora esta autoridad laboral implementa la expedición de tomas de nota con fotografía y la presencia personal de los secretarios generales cuando así se les requiera.

Sin embargo es conocido que muchos líderes sindicales presentan actas de asamblea simuladas, falsifican firmas de trabajadores, y estos ni se enteran que han tomado su firma. Las autoridades laborales no verifican la autenticidad de las firmas y ello propicia un sinfín de irregularidades. Los líderes sindicales se eternizan a costa de la opacidad laboral.

Arturo Alcalde en su estudio de 72 hojas destaca que el Gobierno del Distrito Federal no tiene en su agenda prioritaria el tema laboral, hecho incongruente con una plataforma democrática que ostenta, al permitir el contratismo de protección y la lentitud e ineficacia de la justicia laboral. No basta, dice Alcalde, que el InfoDF muestre interés en el tema de la transparencia, se requiere de una acción concertada interistitucional que conciba la transparencia y el acceso a la información como un motor importante de la lucha contra la corrupción.

El comisionado Salvador Guerrero Chiprés se quejó de la existencia de sindicatos en el Distrito Federal que se dicen democráticos y que se resisten a proporcionar la información sobre los recursos públicos que se reciben y que ello deja mucho que desear.

Saúl Escobar Toledo quién fuera Subsecretario de Trabajo y Previsión Social en el gobierno de Cuauhtemoc Cárdenas señaló que desgraciadamente no existe un interlocutor con fuerza que se oponga a la opacidad. Hay una ausencia de trabajadores que reclamen acabar con estos vicios y por eso perduran.

Sin duda en la ciudad de México hay dos visiones: la de los discursos de sus gobernantes que alaban la democracia y transparencia, y la realidad que los contradice con la opacidad y el fraude a los trabajadores.

Manuel Fuentes
Es presidente de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), Consejero de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, profesor de derecho laboral y de seguridad social en la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, Consejero de la “Casa de los Derechos de Periodistas”, así como asesor legal de diversas organizaciones civiles, de derechos humanos y laborales. Es autor de diversos artículos en materia de justicia y derechos humanos. mfuentesmz@yahoo.com.mx

Fuente: La Silla Rota