viernes, 27 de junio de 2014

Deja la CFE a oscuras a pensionado de 84 años

Le cobran 9 mil 300 pesos a abuelito que vive solo y percibe 1,200 pesos al mes; pone demanda en la Profeco .

NUEVO LAREDO.- Don Félix aprieta la carpeta llena de papeles contra su pecho. No sabe qué hacer, está desesperado pues ya son casi seis meses desde que la CFE le cobra más de 9 mil pesos “por un ajuste” y su pensión es de apenas mil 200 mensuales.

Ya acudió a cuanta dependencia pudo. A sus 84 años no es fácil ir de un lado a otro y aun así ha tenido que recorrer grandes distancias e ir y venir de un lado a otro para nada. No le han dado respuesta alguna.

Vive solo. Su esposa falleció en el 2003 y sus hijas se casaron. Reconoce que su casa es “grande” para él solo, pues en total son seis habitaciones entre recámaras, sala, comedor, cocina y cuarto de baño. Tiene un foco en cada una de ellas, una vieja televisión y no hay refrigerador… por eso, cuando le dicen que tiene que pagar 9 mil 300 pesos pregunta ¿pos de qué?.
En la Comisión Federal de Electricidad no le han explicado bien de qué le cobran ese ajuste.

“Me dijo la muchacha que me atendió que era un ajuste, pero ¿de qué?”, pregunta mientras aprieta una vez más la carpeta con copias de la demanda que presentó en Profeco, de los recibos de la luz y hasta del acta de defunción de su esposa.

“Pos la traigo para que entiendan que estoy solo. ¿Cómo voy a gastar tanto de luz?”, vuelve a preguntar.

Vive en la colonia Cavazos Lerma, en la calle Río Bravo cuadra 76 y todos sus recibos habían sido acordes a su gasto. El último de los más altos fue a finales del 2013 y cobraron 181 pesos.

Lo que más desespera a don Félix es que siempre pagó sus recibos a tiempo. Incluso, antes de viajar siempre dejó todo pagado, pues en ocasiones su estadía fuera de la ciudad se extendía por semanas.

“Me fui a Monterrey, dos semanas, y cuando regresé me dijeron las vecinas que los de la ‘luz’ se habían brincado la barda de mi casa y se llevaron el medidor”, contó.

Cuando fue a presentar la demanda a Profeco, una mujer se le acercó y se ofreció ayudarlo, pero hasta ahora no ve mejoría en su situación. 

“Me dice la licenciada que le pague a la CFE en abonos... ¿pero por qué si no les debo nada?”, insistió.

Hoy, don Felix tiene que alumbrarse por la noche con velas y su vista ya no es tan buena, teme golpearse contra alguno de los muebles, pero lo peor es el calor pues no tiene abanicos y si los tuviera, no le serviría de nada... ¿dónde los conectaría?




Fuente: El Mañana| Jorge Vargas