Los acuerdos que se lograron en el año de negociaciones para modificar la Ley Federal del Trabajo fueron desaprovechados, ya que dos temas (regulación del outsourcing e inclusión de nuevas formas de contratación) fueron determinantes para que no se aprobara la reforma laboral.
Sin embargo, en febrero será el último intento para que los legisladores impulsen las propuestas para modernizar la legislación laboral que, entre otras razones, busca dar mayor dinamismo a la generación de empleos en el país, estimó Francisco Hernández Juárez, integrante de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados.
“En febrero se abre un nuevo espacio para discutir la reforma laboral, pero hay que reconocer que el tema que más abundará es sin duda el electoral y eso hará difícil el acuerdo entre fracciones parlamentarias”, dijo el legislador.
De los 600 cambios que propuso el Partido de la Revolución Democrática (PRD), 400 del Partido Acción Nacional (PAN) y de los 200 del Partido Revolucionario Institucional (PRI) “se lograron 150 coincidencias con las que se proponía sacar una reforma que no prosperó”, indicó Hernández Juárez.
Cabe mencionar que en una encuesta realizada por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados sobre la reforma laboral destaca que 22% de las personas considera que de los únicos beneficiados serán los sindicatos; 20%, los empresarios, y 11%, los trabajadores.
Asimismo, 43% de las personas considera que las propuestas que se han dado a conocer por los legisladores “sólo son un maquillaje para que las cosas sigan igual que ahora” y 33% opinó que “permitirán a México generar mayor competitividad para las empresas”.
Entre los resultados que presenta el CESOP refiere que 46% de los encuestados cree que no se debe modificar la Ley Federal del Trabajo antes de las elecciones y 31% considera que el gobierno y los empresarios no tienen suficiente fuerza para impulsar una reforma laboral.
Tres escenarios posibles
El legislador explicó que hay tres posibles escenarios para que la reforma laboral tenga un avance. El primero se refiere a aprobar las modificaciones que son coincidentes entre las tres propuestas, “eso sería relativamente fácil, sin ser una reforma de gran calado, sería un avance”.
Otro escenario sería incluir las coincidencias, pero tomando las diferencias a partir de lo que establecen los convenios de la Organización Internacional del Trabajo, “con el fin de no enfrascarnos en una discusión eterna, sin lograr acuerdos”.
Y finalmente la de sacar dictámenes en lo individual, es decir, si se pretende desaparecer a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos empujar un solo dictamen para ello y así hacerlo con cada uno de los temas propuestos: “Es la manera que pienso que se pueda avanzar”.
Fuente: El Economista