lunes, 29 de agosto de 2011

Cambio de rumbo desde la OPN

Ayer en el Zócalo capitalino se presentó el posicionamiento político que tendrá el congreso constituyente de la Organización Política Nacional de los Trabajadores y el Pueblo, encabezada por el SME.

Habría que preguntar si desde la OPN se busca impulsar reformas a nuestra Carta Magna, restituirle su poder como eje rector legal de la nación o conformar un programa amplio de coincidencias que sirva de instrumento opositor a la visión política partidista actual.


Para decidirse por cualquiera de estas tres posibilidades, o por las tres en su conjunto, será necesario echar mano de un instrumento que posibilite la confrontación, contrastación e inserción de las ideas dentro del régimen democrático partidista actual.

Entrar a plenitud en la contienda electoral o congregar toda esta fuerza opositora en una agrupación de trabajadores que luche desde la periferia partidista, sirviendo de contrapeso civil propositivo, en defensa de los sin partido y de todas la población mexicana, será una decisión de gran trascendencia para los organismos que se congreguen, pues de esto dependerá rumbo y objetivos.

En torno a estos trabajos de la OPN, seguramente habrá ideas y propuestas muy innovadoras; sin embargo, se debe optar por un programa en el que predomine la producción de cultura y educación, con la vista fija en apartar, tanto a los líderes como a los trabajadores, de los juicios de valor contaminados por el mercado mediático, de los impulsos gustativos dictados por el capitalismo salvaje y de los juicios de valor individualistas elegidos por la mayor parte de la clase política mexicana, en la que reina el ansia desmedida por la opulencia y que, a falta de un juicio ético que guíe las conductas, cultiva la corrupción y la impunidad cual si fueran valores inherentes al ser político actual.

Es probable que se trate de la simiente justa de un camino por recorrer.

César Sánchez