Compraría durante 30 años el líquido en bloque a la empresa Pro Activa México
La compañía ya opera en Aguascalientes; su servicio es el más caro de México
Explotaría los pozos de Puentecillas
El alcalde asegura que el municipio no puede costear infraestructura
Guanajuato, Gto., 28 de agosto. Como parte de la privatización paulatina del servicio de agua potable, el ayuntamiento priísta de la capital de Guanajuato promueve un contrato para comprar durante 30 años agua en bloque a la empresa Pro Activa México.
La propuesta, impulsada por el regidor José Morán Vázquez y avalada por el presidente municipal, Nicéforo Guerrero, consiste en contratar a Pro Activa México para que explote toda la batería de pozos de Puentecillas y venda el líquido al Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Guanajuato (Simapag).
El argumento del edil para promover la contratación de Pro Activa México es que el gobierno municipal tiene una concesión para extraer 21 millones de metros cúbicos de agua anuales, pero no puede aprovecharla por falta de infraestructura.
Desde 1993 Pro Activa tiene la concesión del agua potable en la ciudad de Aguascalientes, y sus costos por el servicio son los más caros de México. La empresa invertiría en la ciudad de Guanajuato 150 millones de pesos para surtir de agua al Simapag durante 30 años.
Concesión injustificada
El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso local, Gerardo Trujillo Flores, consideró que no es necesario que el ayuntamiento capitalino privatice el agua porque su sistema operador trabaja con números negros.
“Además (el Simapag) tenía recursos muy importantes para invertir en infraestructura. Nunca se ha metido dinero del ayuntamiento al sistema. Creo que se debe tener mucho cuidado al hablar de una concesión”, dijo el diputado.
Agregó que el municipio debe cuidar que no se sobrexploten los mantos acuíferos, y que aún no hay acuerdo entre los miembros del cabildo sobre la concesión.
Para que pueda aplicarse un esquema de PPS (proyecto de prestación de servicios), la presidencia municipal requiere autorización del Congreso. “Esperaremos a que el ayuntamiento decida. Yo pienso que no es bueno concesionar porque encarecería el sistema de agua”, sostuvo Trujillo Flores.
El proyecto consiste en concesionar parte del abasto del agua, y el Simapag se encargaría de la distribución, “pero el esquema es delicado”, concluyó.
Fuente: La Jornada