Jubilados de CFE responden a Ochoa Reza
Un grupo de jubilados de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) denunciaron la campaña de desprestigio que desató en su contra el ex director general de la empresa productiva del estado, Enrique Ochoa Reza (antes de abandonar el cargo para dirigir el PRI), quien en entrevistas con medios de comunicación los calificó de lastre para la institución y de simple pasivo laboral.
“Nuestra condición de jubilados no es un regalo ni una dádiva del sistema sino el resultado de más de 30 años de trabajo en nuestra institución, en donde la jubilación representa la prestación más importante del contrato colectivo de trabajo al que dimos cabal cumplimiento durante nuestros años y que siempre fue aceptado por la empresa y los gobiernos federales en turno”, dijo Francisco Feregrino Pérez, jubilado de la Comisión y vocero de la Unión de Jubilados de CFE, una asociación civil constituida en noviembre del año pasado y que actualmente cuenta con 145 miembros activos y fundadores.
“Tenemos inconformidad con las declaraciones que el ex director de la CFE viene haciendo en los medios masivos de comunicación en el sentido de que la CFE no tiene solvencia financiera ni viabilidad económica, porque la nómina de los jubilados, que él llama pasivo laboral, representa una pérdida. Es muy lamentable que se expresen de nosotros en esta forma. Es necesario recordar que todos nosotros le dimos a nuestra institución más de 30 años de nuestra vida. Exigimos el respeto que merecemos”, dijo Carlos Arturo Manzano Castillo, integrante de la Asociación y jubilado de CFE con 30 años de servicio en la institución.
De acuerdo con estimaciones de la organización con base en los reportes financieros de la CFE y en informes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), al cierre de 2015 la nómina de los nominados apenas representó el 5.8 por ciento de los ingresos totales de la Compañía.
El análisis de la Unión de Jubilados de CFE precisa que en 2015 los ingresos totales de la ex paraestatal ascendieron a 306 mil 864 millones de pesos, mientras que la nómina de los jubilados apenas llegó a 17 mil 954 millones de pesos.
Feregrino indicó que a la CFE le afectan de manera importante las pérdidas de energía por tomas clandestinas, así como las pérdidas económicas por no cobrar la energía que se regala al campo, la falta de pago de sistemas de iluminación pública de municipios enteros y las pérdidas técnicas y no técnicas, por lo que rechazan que sean los trabajadores jubilados la razón de la inviabilidad de la empresa.
Los dirigentes detallaron en una charla con este diario, que, si bien hasta el momento no han sido afectados en el cobro de sus pensiones, temen que la campaña de desprestigio en su contra pueda derivar en acciones que atenten contra sus derechos, por lo cual decidieron conformar su Asociación para defenderse ante ese posible escenario.
Sin embargo, indicaron que su principal molestia es el trato que los directivos de la empresa les han dado luego de tantos años de trabajo en una institución a la que quieren y desean ver progresar para beneficio de las futuras generaciones de mexicanos.
Fuente: La Jornada|