miércoles, 4 de junio de 2014

VEN TELE, DUERMEN, JUEGAN ¡Y LES PAGAN!

Los empleados delegacionales pueden dormir, jugar, ver la tele, comer y hacer convivios en su jornada laboral y aún así reciben su sueldo.

Duermen, juegan, ven televisión, comen, hacen convivios, se maquillan, compran y venden por catálogo… ¡y les pagan!

Así pasan parte de sus horas laborales los burócratas en las Delegaciones del DF.

Durante recorridos realizados dentro de las oficinas en ocho sedes delegacionales, REFORMA constató la holgazanería de diversos funcionarios en áreas de atención al público para trámites ciudadanos.

Entre el 5 y 16 de mayo y en horarios de 9:00 a 14:00 horas, REFORMA visitó oficinas que tienen como tarea orientar sobre los programas culturales, sociales y recreativos y recibir documentación de habitantes de las demarcaciones.

En Benito Juárez, gobernada por Jorge Romero, el 15 de mayo se vio a una empleada dormida en un escritorio; otra jugando Solitario en la computadora, mientras que la oficina de Información Pública estaba cerrada.

En Cuajimalpa, de Adrián Rubalcava, el 16 de mayo por la mañana, en siete direcciones y subdirecciones, como Recursos Materiales, Servicios Urbanos e Informática, no había ningún empleado que pudiera dar informes, los escritorios estaban vacíos y las computadoras apagadas.

Al recorrer la Subdirección de Promoción Comunitaria, se vio a los empleados sentados frente a sus escritorios sin computadora ni material de trabajo.

En Cuauhtémoc, en el estacionamiento subterráneo, y junto a una televisión, el 6 de mayo había un grupo de empleados tomando café y revisando sus teléfonos celulares… y así pasaron una hora.

Y mientras, dentro de las oficinas de la Delegación dirigida por Alejandro Fernández, algunas trabajadoras suspendían el servicio para maquillarse en plena ventanilla de atención al público.

En Coyoacán, la demarcación encabezada por Mauricio Toledo, a los empleados se les vio desayunando mixiotes con refrescos mientras veían televisión.

Ante la imposibilidad de observar a los miles de empleados, se recorrieron sólo algunas áreas de cada demarcación, y en todas se apreció, cómo durante varios minutos, los empleados, a quienes se les paga con el dinero de los capitalinos, perdían el tiempo.

La misma situación se observó en Miguel Hidalgo, Iztapalapa, Álvaro Obregón y Venustiano Carranza, donde también suelen ver televisión y comer en áreas de atención al público.

En los recorridos fue común ver ciudadanos esperando la atención mientras los servidores públicos leían el periódico o jugaban con gadgets durante unos 40 minutos.

Los funcionarios fueron cuestionados sobre dicho comportamiento, y aseguraron que sólo matan el tiempo hasta la hora de la salida con convivios o venta de ropa, zapatos u otros artículos con sistemas de catálogos.

Unos más, señalaron que no tienen encomiendas específicas durante el día, por lo que “se aburren”.

“Las oficinas están vacías porque tenemos compañeros que se van a hacer recorridos a las calles, como parte de las demandas ciudadanas, otros simplemente o son recomendados del Delegado y sólo vienen a checar”, dijo una empleada del Centro de Servicios y Atención Ciudadana, en Miguel Hidalgo.

En los cubículos de los empleados es común ver vasos y charolas de unicel con alimentos, junto a documentos de trámites ciudadanos y en los monitores de las computadoras es común ver páginas de redes sociales, música o juegos electrónicos.

Para personas que acuden a las oficinas es una práctica común.

“Entras a las oficinas y sientes el olor a garnachas… y cuidado les reclames porque entonces te hacen más cansado tu trámite”, dijo Mariano Colorado, quien solicitó informes en la Delegación Cuauhtémoc.




Fuente: Reforma| Ricardo Rivera