La Agencia de Cooperación en Defensa y Seguridad estadunidense envió al Congreso de ese país un informe en el que propone la venta de cinco helicópteros “Black Hawk” UH-60M con el equipo asociado, partes y entrenamiento, por un costo estimado de 225 millones de dólares, equivalentes a casi 3 mil millones de pesos.
El documento fue turnado al Congreso el pasado martes 24, el mismo día en que el gobierno de Barack Obama aprobó un paquete de ayuda de 148 millones de dólares –casi 2 mil millones de pesos– en el marco de la Iniciativa Mérida.
Según la agencia militar, el gobierno mexicano requirió la compra de los cinco helicópteros, los cuales vendrán acompañados de 13 motores, 12 sistemas de geolocalización, 10 ametralladoras M134 de calibre 7.62, cinco sistemas de radar, un sistema de coordinación aéreo y terrestre y el entrenamiento por militares estadounidenses.
“México utilizará estos artículos y servicios de defensa para modernizar sus fuerzas armadas y extender sus soportes aéreos y navales en sus esfuerzos de luchar contra las organización de narcotráfico”, aseveró el documento, que añade: “la venta de este equipo no alterará el balance militar básico de la región”.
El Departamento de Estado avaló la propuesta de venta, por lo que todavía falta la aceptación del Congreso estadounidense para concretizar el trato.
Los contratistas del gobierno estadunidense que se encargarán de producir y ensamblar el material bélico son Sikorsky Aircraft Company y General Electric Aircraft Company, según detalla la agencia militar.
El pasado 16 de mayo, la misma agencia pasó al Congreso otra propuesta para vender al gobierno de Enrique Peña Nieto tres mil 335 Vehículos Rodados de Alta Movilidad y Propósitos Múltiples –mejor conocidos como Humvees—por 556 millones de dólares, lo que equivale a 7 mil 219 millones de pesos.
Asimismo, el pasado 17 de abril, propuso al Congreso vender al gobierno mexicano 18 de los mismos helicópteros Black Hawk por un costo de 680 millones de dólares, esto es, 8 mil 829 millones de pesos.
Fuente: Proceso| MATHIEU TOURLIERE
