viernes, 25 de octubre de 2013

Simulaciones varias. PAN relega a Maquío. Censura en cumbre. Proponen premio a triquis

La bancada senatorial panista –bajo control de la fracción que maneja Felipe Calderón– prefirió que su turno anual de aprovechamiento de la medalla Belisario Domínguez sea asignado en esta ocasión al fundador del partido de blanco y azul, Manuel Gómez Morín, y no al bronco empresario norteño también difunto Manuel de Jesús Clouthier, como originalmente habían considerado esos mismos legisladores de derecha.

El anuncio de la selección panista en la distribución bajo calendario de ese medallero desnaturalizado refleja las turbulencias por las que pasa la nave de la derecha mexicana (cada año le toca a cada uno de los tres principales partidos proponer a un candidato que es aprobado por los demás, en inocultable reparto de pastel que deshonra la memoria y la enseñanza del chiapaneco presuntamente homenajeado; esta vez todo apunta a que se sostengan esos acuerdos no escritos, aunque en el PRI y el PRD quieren aprovechar los desajustes en Acción Nacional para escamotearle su chance). La tribu de Felipe pretende enaltecer la misma vertiente doctrinaria que en el recién pasado sexenio masacró hasta llevar a ese partido no sólo a la derrota electoral que le retiró el poder mal habido, sino a una extendida descalificación social por haber reproducido en el PAN muchas de las características negativas del PRI.

Además, tras el parapeto de Gómez Morín está el rechazo del calderonismo a la corriente norteña (poco doctrinaria, muy pragmática) de la que de alguna manera forma parte Gustavo Madero, quien se siente muy confortado en sus planes de elección por un segundo periodo luego que el IFE aprobó cambios en sus documentos rectores que instauran un método de participación amplia y no, como hasta ahora, circunscrito a la élite de los presuntos guardianes de la integridad panista. Si el grupo de Calderón pierde frente a Madero en la próxima elección interna, el triunfo de ayer, al preferir a Gómez Morín sobre Maquío, podría ser uno de los últimos en su haber.

Otro tipo de empresarios realizó en Guadalajara una cumbre de negocios a cuya clausura fue invitado Enrique Peña Nieto. El organizador fue el ex gobernador de Veracruz Miguel Alemán Velasco (hijo del ex presidente del mismo nombre, quien dejó como herencia una enorme fortuna siempre vinculada al ejercicio político), y frente a él y al mandatario anfitrión, Aristóteles Sandoval, se produjo un incidente denotativo de los vicios y simulaciones que suelen acompañar a ese tipo de actos públicos. La estudiante de posgrado Bianca Patricia Treviño (proveniente de Monterrey, según la nota de Analy S. Nuño e Ignacio Pérez Vega en La Jornada Jalisco http://bit.ly/19BIOp2) comenzó a leer un discurso, pero de pronto se detuvo indignada porque le estaban haciendo pronunciar lo que los organizadores deseaban que fuera dicho y no lo que ella había preparado.

Nerviosa, entrecortada y con un ex dirigente juvenil de empresarios de Jalisco (Javier Ballesteros Q.) a un lado, quien pretendía retirarle un micrófono y hacerle comentarios al oído, la expositora Treviño soltó lo que realmente quería decir: “Saben, uno como joven está abajo del gobierno, uno recibe el golpe del gobierno que va y te edita el discurso que tú preparaste para leer aquí porque no es bueno. Que mejor digas ‘gracias, me gustó el programa’. ¡No! En realidad lo que nosotros queremos es que nos escuchen, pero el gobierno no quiere que nos escuchen, no nos lo permiten. No es posible, de verdad… el gobierno de México necesita ver nuestra humanidad, sentir al pueblo, de verdad, saber realmente lo que la nación necesita y cambiar, escucharnos. El gobierno está aplastando a los jóvenes. No nos están permitiendo crecer, en México los líderes nos están bloqueando, nos están bloqueando de verdad, por más que el pueblo quiere crecer, no nos dejan, nos tienen mentalizados… como se dice, con cocowash, es muy difícil despertar al pueblo, ver la realidad” (http://bit.ly/HeDej1).

El episodio no sucedió frente a EPN ni durante la ceremonia oficial de clausura, sino en otro momento, ya sólo frente a Sandoval y Alemán, por lo cual no fue consignado en el portal de Los Pinos, lo que generó la especie de que este poder había editado y borrado lo que sin duda fue un acto de censura, pero adjudicable en todo caso a los organizadores de la cumbre de negocios. La única grabación de esos momentos que estuvo disponible en las redes sociales fue tomada por el canal televisivo 44, de la Universidad de Guadalajara.

Otros estudiantes, los famosos niños triquis que suelen jugar descalzos y acaban de ganar de manera contundente un torneo por invitación en Argentina, también han sido tocados por los afanes oportunistas de la política de las apariencias. Desatendidos e ignorados, como la región de Oaxaca de la que forman parte, ahora han sido propuestos por todos los partidos con representación en la Cámara de Diputados para que reciban este año el Premio Nacional del Deporte.

En otro momento estelar del reparto de cuotas y la simulación política se ha abierto la temporada de caza de nuevas posiciones partidistas en la integración del Instituto Federal Electoral, que no garantiza equidad ni credibilidad en los comicios, pero sí grandes ganancias económicas para sus miembros estelares. Ahora se negociará la designación de cinco consejeros, en un proceso abiertamente sometido a los rejuegos oscuros de las dirigencias partidistas y de bancadas legislativas, que así estarán sentando las condiciones para seguir en el poder a través de mecanismos de organización y control tempranamente controlados.

Y, mientras es vuelta a leer la entrevista de Gustavo Castillo al famoso policía represor Miguel Nassar Haro (Lo que hice fue por amor a la patria http://bit.ly/1aIzYU7), con la que el sagaz reportero de La Jornada ganó el Premio Nacional de Periodismo, ¡feliz fin de semana, con los diputados aprobando pensiones y seguros de desempleo sin precisar de dónde saldrán los recursos para esos menesteres!




Fuente: La Jornada| Julio Hernández López