A pesar de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que en promedio tardan una semana en abrir y cerrar un frente de obra para la instalación de los nuevos registros en el Centro Histórico, calles del perímetro A parecen zonas de desastre, afirmaron vecinos, visitantes, trabajadores y autoridades del primer cuadro de la ciudad.
Arterias emblemáticas o recién remodeladas como República de Cuba, 16 de Septiembre, Venustiano Carranza, Belisario Domínguez, Gante, Isabel La Católica y Madero, esta última sometida a remozamiento para hacerla peatonal, tienen boquetes, perforaciones, levantado el pavimento, zonas delimitadas por dovelas, lo cual se traduce en riesgo para la gente que transita por el primer cuadro de la capital.
En días pasados, autoridades del Centro Histórico responsabilizaron a la paraestatal del estado de las calles, porque la rehabilitación integral de la red eléctrica subterránea ha provocado baches en vialidades, e incluso el levantamiento de las coladeras y el pavimento.
En 2001, la administración capitalina intervino una importante zona del Centro para crear nueva infraestructura subterránea: ductos de drenaje, telefonía y cableado eléctrico, pero no se trabajó a la par con la autoridad federal, ni tampoco hubo inversión, ahora se tiene un rezago en el perímetro A.
Las exigencias de las autoridades capitalinas son que la CFE resuelva el rezago, haga bien las obras al instalar el nuevo cableado y elimine los riesgos de explosiones.
Empleados de las empresas contratistas de la CFE que realizan trabajos de modernización de la red reconocieron el daño provocado a las calles, pero la vía pública requiere de otro procedimiento, señalaron.
Fuente: La Jornada