viernes, 16 de septiembre de 2011

La estrategia del miedo

La estrategia del miedo y el recurso de la amenaza parece ser que es lo único que le queda a la fallida administración de Felipe Calderón. A poco más de un año de concluir su accidentada y fúnebre gestión, al inquilino de Los Pinos lo único que le importa es la cada vez más clara posibilidad de entregar el poder a un militante del PRI o del PRD y las consecuencias judiciales que de ese hecho derivarán por el genocidio al que sometió al país con su “guerra al narco”, que suma más de 50 mil muertos; con la violación a las leyes mexicanas, empezando por la Constitución; con el desvío de miles de millones de pesos a esa confrontación militar que canceló las posibilidades de desarrollo de millones de mexicanos y los condenó a la pobreza; y con el saqueo a las arcas nacionales.

Calderón no se cansa de lanzar amenazas a diestra y siniestra con quien se le ponga enfrente. Este jueves, en la residencia oficial de Los Pinos, donde se conmemoró el “Día Internacional de la Democracia”, advirtió que “la democracia, por desgracia, puede perderse” y acusó que las maquinarias gubernamentales de los estados desequilibran indebidamente la equidad de las campañas electorales. También la respuesta de Emilio Chuayffet, presidente de la Cámara Baja, fue inmediata al señalar que no debe afectarse la estabilidad. Le dijo al michoacano que “encaremos nuestra responsabilidad sin desestabilizar nuestra estabilidad por precaria que pueda parecernos. Construyamos una propuesta común que defina eficazmente la legitimidad de origen y el ejercicio del poder, que lo descentralice y consolide libertades, promueva incesantemente la participación ciudadana en los quehaceres públicos”.

Frente al exhorto de la Secretaría de Gobernación, que encabeza Francisco Blake, a los partidos políticos para que refrenden su compromiso para sacar adelante la reforma política que se discute en el Congreso, el político mexiquense le recordó al inquilino de Los Pinos que dicha reforma no debe pensarse para beneficiar o perjudicar a un grupo político y advirtió que los enfrentamientos ideológicos deben resolverse mediante la discusión, no acudiendo a expedientes de velada o franca oposición. “Seamos auténticamente reformadores, no reformistas; transformadores, no remendadores. La reforma política se perfila y define mientras se hace, se redondea teóricamente conforme a la práctica y los hechos van indicando”.

No obstante los retos en materia política-electoral, económicos y sociales por la lacerante pobreza en el país, Calderón sólo tiene cabeza para el tema de la violencia y de la inseguridad que ha derivado de su fallida estrategia contra los cárteles de la droga. Así, subrayó los peligros de que el crimen organizado se entrometa en las campañas electorales, con fuertes recursos económicos . Con todo cinismo, como va siendo su costumbre en las últimas semanas, manifestó su deseo de que el voto sea libre y que no esté subordinado al peso del dinero, de los aparatos públicos o de los programas oficiales.

En el mismo acto, el secretario general del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, Vidar Helgesen, se inscribió en el mismo guión del michoacano al alertar sobre los riesgos del crimen organizado para las democracias establecidas y sus instituciones. Reiteró que el narcotráfico amenaza a las democracias establecidas, lo mismo en democracias nuevas como Rumania o Liberia que en otras como en Italia, donde hay fuerte presencia del crimen organizado, lo que hace de ello un fenómeno global que amenaza la seguridad y las instituciones democráticas. Helgesen destacó que México está enfrentando al crimen, al insistir en que esta actividad está cambiando la conducta electoral y alertó sobre el lavado de dinero, pues la delincuencia usa la política para jugar con las instituciones democráticas.

Sin embargo, para el magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Alejandro Luna Ramos, “todos somos responsables de que tengamos una elección ejemplar en el 2012”. Ante Helen Clark, administradora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y tras declarar listo al Tribunal para cumplir su misión de garantizar la constitucionalidad y legalidad de los procesos electorales o federales o locales en curso, llamó a los actores políticos a “que entre todos hagamos plenamente efectivo el principio constitucional de legalidad electoral y con ello se honre la causa democratizadora a que la ONU nos tiene convocados”.





Fuente: Revista Emet