La Secretaría de Economía prepara modificaciones al Reglamento de Ley Minera, tras argumentar que se requiere una mejora regulatoria en el sector y que no puede con la carga de trabajo dado el dinamismo de las empresas por el auge de la actividad en el país.
“La reactivación del sector minero ha motivado un incremento en la tramitación fuera de lo normal en el Registro Público de Minería, esto y la falta de personal están provocando importantes rezagos; el empleo de libros electrónicos es la solución adecuada”, indicó la dependencia.
En el anteproyecto de Reglamento de la Ley Minera, la Secretaría de Economía también arguyó que se debe actualizar la cartografía minera empleando las normas técnicas del INEGI, publicadas desde 1998, lo que propiciaría “certeza jurídica a las concesiones mineras”.
EXISTE VACÍO ADMINISTRATIVO
Una de las motivaciones de las reformas radica en que se generó “un vacío administrativo”, al no existir regulación para varias de las disposiciones legales. De manera específica, la Dirección de Revisión de Obligaciones carece de la tabla de inversiones en obras y trabajos, la cual tiene cuotas del 2005, de manera que tiene que actualizarse al 2011.
Existe a la par “un vacío en la tramitación en las agencias de minería de solicitudes simultáneas de concesión minera que provoca diferentes interpretaciones de las disposiciones reglamentarias y confusión en su tramitación”.
Otra de las justificaciones es que se requiere adecuar las actividades operativas tradicionales mediante el uso de libros electrónicos en el Registro Público de Minería, “supliendo así, inclusive, la falta de personal”.
La modificación del trámite denominado “Solicitud de concesión o asignación minera”, por ejemplo, tendría un costo de 19,495 pesos.
“Los costos de tramitación son razonables y en cambio los beneficios pueden ser de gran cuantía, sobre todo tratándose de precios de los metales y minerales que se conservan en niveles atractivos”, se lee en el anteproyecto.
La tramitación de solicitudes simultáneas en las agencias de minería representa un área de oportunidad, que con la propuesta de este anteproyecto “resolverá de raíz el problema, con beneficios en ahorros económicos para los particulares”.
Finalmente expuso que con la definición clara de los conceptos de valor de facturación y valor de liquidación evitará confusión en el pago de regalías.
CANALIZAN MAYOR INVERSIÓN
CRECE APETITO DE MINERAS POR EL ORO DE MÉXICO
Las empresas mineras desembolsarán 848 millones de dólares en exploración de nuevos yacimientos de minerales en México durante el 2011, un alza interanual de 27.9%, lo que marcaría un nuevo récord, estimó la Cámara Minera de México (Camimex).
Las crecientes inversiones en la búsqueda de minerales ocurren cuando hay en especial un gran apetito por el oro, un metal en el que se refugian los inversionistas en tiempos de incertidumbre económica.
En el 2010, las mineras invirtieron en exploración 663 millones de dólares en México y 51% de ese total se dirigió a buscar yacimientos de oro.
“Ahora las adquisiciones por los precios de los metales son muy caras; entonces, lo más económico es invertir en exploración”, explicó Manuel Luévanos, presidente de la Camimex.
En el 2002, cuando tocó fin el ciclo a la baja del sector, en el mundo se invirtieron 1,730 millones de dólares en exploración minera. En plena bonanza en el 2010, las inversiones globales en ese mismo rubro fueron por 11,500 millones de dólares, un alza de 45% anualizada.
“Creemos que seguirá llegando más inversión en exploración; eso siempre ocurre cuando los precios son más altos”, dijo Brent Bergeron, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Goldcorp, la mayor productora de oro en México.
A la par de la tendencia mundial, las inversiones para rastrear minerales en México fueron por 175 millones de dólares en el 2006 y por 756 millones de dólares en el 2008, su nivel máximo histórico.
“México tiene un potencial enorme, pues 70% de su superficie es sujeta de exploración. Es por ello que Fresnillo Plc está enfocándose en el país”, agregó Luévanos, quien es también director de Operaciones de esa empresa.
Fuente: El Economista
