viernes, 25 de marzo de 2011

Riesgos de Laguna Verde, como los de Fukushima, advierten expertos

Como la planta nuclear de Japón, está cercana al mar y en zona sísmica

Gustavo Ampugnani, director de Campañas de
Greenpeace México, aseveró que es “falso el argumento de que la energía nuclear es limpia”, pues todas las actividades que realiza la planta generan emanaciones de CO2.
Carolina Gómez Mena
La Jornada
Viernes 25 de marzo de 2011, p. 45

Pese a que los gobiernos federal y estatal han asegurado que la planta nuclear Laguna Verde es segura, expertos en el tema y ambientalistas disienten, pues afirman que presenta una “situación muy parecida a la de Fukushima, ya que tiene reactores con diseño defectuoso, está cercana al mar y situada en zona sísmica”.

Advirtieron que a todo ello se suma una variable extra: “posee una administración irresponsable y corrupta”, lo que afecta su mantenimiento.

Durante el foro Implicaciones de la era nuclear y el negocio eléctrico: una lectura desde los recientes acontencimientos en Japón, Bernardo Salas Mar, quien trabajó durante 13 años en Laguna Verde y actualmente es académico del Departamento de Física de la UNAM, precisó que aunque “no hay actividades 100 por ciento seguras, incluido el uso de la energía nuclear”, pudo observar de primera mano las debilidades de la referida planta, la cual ha enfrentado algunas situaciones de crisis.

Historial de riesgo

Precisó que una de ellas ocurrió el 8 de marzo de 2006, “cuando el reactor II estuvo a la deriva por falta de mantenimiento”, y recordó otra ocasión en la que hubo estado de alerta, pero “nunca sonaron las alarmas” para informar al personal que desalojara. Incluso contó que durante ese incidente un compañero se encontraba en un lugar de mayor peligro y sólo supo de la emergencia al salir de ahí. “Pese a lo que indica el protoloco, se resolvió el problema y la mayoría no se enteró, porque nunca sonaron las alarmas”.

También narró que durante el paso del huracán Roxana los vientos volaron el techo de una bodega donde se guardaba material de desecho radiactivo; señaló que en caso de emergencia, desalojar a los trabajadores de la planta no es una tarea ni fácil ni rápida.

Salas, quien dijo ser partidario del uso de la energía nuclear, pero observando todos los lineamientos de seguridad establecidos a escala internacional, precisó que el hecho de que Laguna Verde no se encuentre en ese rango es problemático para la población de gran parte del país, sobre todo para la que vive en sus cercanías, porque “si algo ocurriera en periodo de lluvias, por ejemplo, los habitantes del poblado La Luz se verían en serias dificultades para ser desalojados, por la crecida del río de la zona y el hecho de que están cercados por una montaña”.


Resaltó que un simulacro realizado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) indica que de presentarse un accidente muy grave en Laguna Verde, las afectaciones serían para “80 por ciento” del territorio nacional y Texas; sólo Quintana Roo, Sonora, Yucatán y Baja Califiornia saldrían librados.

Marco Antonio Martínez Negrete, también académico del Departamento de Física de la UNAM, aseguró que “la energía nuclear es la peor de todas las opciones” si lo que se busca es remplazar el uso de combustibles fósiles, sobre todo en México, que tiene otras posibilidades, como la energía solar o la eólica, y criticó que en los años recientes se haya intentado “relanzar en el mundo la venta de plantas nucleares con el pretexto de combatir el cambio climático”.

Indicó que si se toma en cuenta desde la extracción de los minerales (uranio), la construcción de las plantas y la disposoción de los desechos, las centrales nucleares “contaminan prácticamente lo mismo que una termoeléctrica de gas de ciclo combinado, pero los riesgos son enormes”.

En lo que respecta al modelo de reactor de Laguna Verde (cuenta con dos), Triga Mark II, que son de agua en ebullición de 653 megavatios, indicó que “ese diseño de General Electric es defectuoso”, y que pese a que hubo quejas a escala internacional, esa empresa “siguió vendiendo; y eso es lo que hay en Laguna Verde”. Precisó que las albercas de desecho “están pegadas al reactor”, lo que hace más factible algún accidente.

Gustavo Ampugnani, director de Campañas de Greenpeace México, aseveró que es “falso el argumento de que la energía nuclear es limpia”, pues todas las actividades que realiza la planta generan emanaciones de CO2.

http://www.jornada.unam.mx/2011/03/25/index.php?section=sociedad&article=045n1soc