jueves, 31 de marzo de 2011

Lozano-Calderón: duro y tupido contra los trabajadores


Álvaro Cepeda Neri 
 

Una contrarreforma a la Ley Reglamentaria al Artículo 123 de la Constitución, donde se establecen los principios que deben ser los fines para regular las relaciones obrero-patronales, está siendo analizada en la Comisión de los diputados federales encargados del tema trabajo y previsión social. Se trata de un proyecto presentado por el nefasto Lozano Alarcón (titular de la dependencia laboral y aspirante a candidato del PAN para la sucesión presidencial) y asesorado por su jefe Calderón. Se ha sabido que una fracción priista, desfasada del sector en el Senado que mantiene su vanguardia renovadora, ha hecho suyo el anteproyecto de ley y que, con modificaciones de carácter retrógrado, la harían suya para con la alianza PRI-PAN aprobarla.

 


    Es un proyecto que guillotina las conquistas obreras, para de una vez por todas contravenir el Art. 123 Constitucional. Los trabajadores que se rigen por ese artículo están a punto de perder, jurídicamente, sus mínimos derechos; para que los patrones impongan legalmente sus pretensiones y dispongan de la fuerza laboral conforme a sus intereses. Lozano-Calderón y la alianza de facto PRI-PAN han maniobrado para contravenir los principios constitucionales y, para no meterse en problemas de reformar a la Carta de 1917, entonces por medio de un reglamento imponer las nuevas condiciones que dejan a patrones y empresarios con manos libres para someter la fuerza laboral a una mayor explotación.

    Que una facción del PRI en la Cámara de Diputados, del Congreso de la Unión, pacte con los panistas, significa que las complicidades allá arriba están a la orden del día. Se trata de que los patrones, más que nunca, echen a la calle a los trabajadores cuando se les pegue la gana y que la Junta de Conciliación y Arbitraje justifique esos despidos. Las Juntas de esa materia, además, cuentan con porros y bandas para abortar huelgas y amenazar a los trabajadores que se atrevan a demandar a sus patrones. Se busca, además, contratar empleados a través de compañías que evitan antigüedad y los derechos del IMSS, de tal manera que los trabajadores se conviertan, de plano, en simples piezas de quitar y poner en la maquinaria patronal. Lo que se quiere es que la contratación sea de pura saliva y así tener a los trabajadores sometidos como nunca.
    PRI-PAN y Calderón-Lozano buscan anular de hecho el Art. 123 constitucional y que una abusiva Ley reglamentaria establezca las nuevas relaciones laborales. Si de por sí los trabajadores están a merced de patrones e intermediarios, lo que quieren es que éstos carezcan de todo asidero para sostenerse con un mínimo de protección. Si los sindicatos que pueden protestar no salen al paso de la contrarreforma y mantienen sus protestas hasta impedir el golpe, entonces estaremos asistiendo al final de todo lo que fueron las conquistas obreras extendidas a todos los que laboran como empleados. Y si el PRI avala al PAN, Lozano-Calderón le habrán dado duro y tupido a los trabajadores, quienes no tienen más alternativa que someterse o rebelarse.
   
    cepedaneri@prodigy.net.mx