sábado, 26 de marzo de 2011

Estocada final a los trabajadores


Todo parece indicar que la correlación de fuerzas en el Congreso de la Unión, con la predominancia de priistas y panistas, facilitará la aprobación de una reforma laboral a modo para los empresarios. que representará la estocada final al régimen de la seguridad social, a los derechos laborales y libertades democráticas, a menos de que los trabajadores y sus representaciones sindicales realicen las mayores movilizaciones de los últimos años para oponerse a la precarización del trabajo y el incremento de la subcontratación a través del outsourcing, en una propuesta legislativa que le cancela de golpe y porrazo el futuro a la juventud mexicana, obligándola a irse a la economía informal y al crimen organizado.
La reforma laboral impulsada por las maquiavélicas mentes del coordinador del PRI en el Senado de la República, Manlio Fabio Beltrones, y el secretario del Trabajo y Previsión Social, el zedillista Javier Lozano Alarcón, y negociada con las cúpulas empresariales del país y de Estados Unidos, formaliza una amplia serie de violaciones a los derechos laborales y ésta basada en una lógica “mercantilista”. Así fue advertido por académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), del sindicato de telefonistas, de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, entre otros.
Los especialistas, entre las que se encontraba Aleida Hernández, profesora del Posgrado de Derecho en la UNAM, y Gerardo González, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de nuestra Máxima Casa de Estudios, así como Enrique de la Garza y Manuel Fuentes, de la UAM y dirigente de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), alertaron que la propuesta laboral priista empanizada formaliza en la ley violaciones sistemáticas a los derechos laborales como la subcontratación (outsourcing), la flexibilidad laboral a través del reconocimiento legal de contratos de prueba y capacitación inicial, las renuncias en blanco y otros aspectos que en su conjunto degradarán más la situación laboral de los mexicanos.
Durante un encuentro en el que también estuvieron presentes Mauricio Aguilera de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) de México, Sergio Espinal de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), se explicó que la reforma priista-panista pretende modificaciones a 170 artículos de la Ley Federal del Trabajo. Un cambio trascendente es el que se refiere al artículo 39 de esa ley, pues se pretende suprimir el texto que refiere que la existencia de un contrato de una persona se dará mientras subsista la materia de trabajo, lo que romperá con el principio de bilateralidad y de estabilidad en el empleo, toda vez que de aprobarse la iniciativa, la existencia de un contrato de trabajo dependería exclusivamente de la voluntad del patrón y no de la subsistencia de la materia de trabajo. Además, se admitiría el libre despido sin costo para el patrón al permitirle crear contratos de prueba, capacitación inicial y de labores discontinúas.
También es sumamente grave que en caso de despido, el ex empleado tenga derecho a sólo un año de salarios caídos en caso de irse a un juicio, cuando éstos duran en promedio cinco años, lo que obligaría a los trabajadores a llegar a un mal arreglo con la empresa, como lo destacaron en la reunión de análisis Saúl Escobar, ex subsecretario del Trabajo en el Distrito Federal y Patricia Juan Pineda, del Frente Auténtico del Trabajo. En tanto que Mauricio Aguilera de la ASPA destacó que en lo que se refiere al sector aéreo desaparecen del artículo 388 de la Ley del Trabajo el concepto de libertad sindical, al condicionar a los trabadores a que se ajusten a un sindicato de protección, sin permitir la participación de los trabajadores en los sindicatos gremiales.
La cúpula priista que esta empujando esa reforma laboral, haciéndole el trabajo sucio al PAN, a Felipe Calderón y a los organismos empresariales, está apostando a un crecimiento económico basado en la precarización del trabajo, lo que por supuesto no es garantía de que se logre dicho crecimiento. De aprobarse la reforma seria un retroceso en la materia y una traición al espíritu del Constituyente de Querétaro y lejos de mejorar la productividad estaríamos en un retroceso brutal.

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