domingo, 4 de enero de 2015

Hospital deja morir a mujer en la calle

Guadalupe, de 32 años, llegó viva al Hospital Materno Infantil “Dolores Sanz” para recibir su tratamiento de hemodiálisis, pero, por la gravedad de su salud, ya no quisieron atenderla.. (Foto: JAIR CABRERA. EL UNIVERSAL )

Se negaron a darle atención; no pidieron una ambulancia para su traslado 

El hospital que sería la esperanza de Guadalupe para seguir su tratamiento de hemodiálisis fue el mismo que acabó con sus posibilidades de sobrevivir cuando personal médico se negó a darle la atención. 

En la calle, a escasos metros de la entrada al Hospital Materno Infantil “Dolores Sanz” falleció ayer Guadalupe Ramírez Vizcaína sentada en su silla de ruedas, mientras sus primas lloraban su partida. 

El cadáver permaneció al menos dos horas en la calle Estrella, casi en la esquina de Soto, en la colonia Guerrero. Abajo de la banqueta el cuerpo de Guadalupe fue cubierto por una cobija y protegido por sus dos familiares. 

Minutos antes de fallecer, la mujer fue rechazada de la clínica porque su condición era grave y los médicos no se consideraron capaces de estabilizarla. “Ya había pagado su hemodiálisis, fueron 900 pesos, la pasaron hacia otra sala pero al verla me dijeron que la llevara a otro hospital, que me fuera al Hospital General porque ellos no podían atenderla”, dijo la prima de Guadalupe, quien abrazaba el cadáver de la mujer y se preguntaba por qué si la vieron tan grave, el hospital no tuvo la iniciativa de pedir una ambulancia para su traslado. 

El dinero fue devuelto y las tres mujeres se dirigieron hacia la salida y una vez afuera se dieron cuenta que la mujer de 32 años ya estaba muerta. 

“Yo la sentí fría adentro, ya estaba inconsciente y así nos pidieron que nos fuéramos, pero yo creí que todavía respiraba. Cuando llegamos a la calle fue que pedimos la ayuda porque ya no se movió”, relató la prima. 

El vía crucis comenzó desde Valle de Chalco, las tres mujeres tomaron un taxi y por segunda vez acudieron al tratamiento de hemodiálisis de la mujer que padecía diabetes e hipertiroidismo. En el camino la mujer se mostró inestable. “En el camino la vi bien, no hablaba mucho, pero traía los ojos abiertos, yo la bajé y la senté en la silla de ruedas y estaba viva”, comentó el taxista, quien permaneció apoyando a las jóvenes mientras esperaban en levantamiento del cadáver y realizaban su denuncia contra el hospital. 

Minutos después de la muerte de la mujer el hospital continuó con sus actividades, pero al ver a las autoridades y a los medios de comunicación cerraron las puertas y no atendieron a más pacientes. Sólo la mujer vigilante del lugar explicó que el mismo procedimiento se sigue con los pacientes que llegan en condición grave. 

“Eso se hace con todos los pacientes delicados, aquí no se les puede hacer nada... la señora no tenía cita y las enfermeras de hemodiálisis la vieron muy mal por eso la mandaron al Hospital General”, dijo la guardia. 

Debido a que la causa de muerte de la mujer fue enfermedad la PGJDF no intervino y sólo se encargó de trasladar el cuerpo al anfiteatro. Será la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) quien, en caso de que exista una denuncia, se encargue de definir si la clínica cometió negligencia al negar el servicio médico. 

Fuente: Astrid Sánchez| El Universal