domingo, 14 de diciembre de 2014

Federales se enfrentan con maestros y normalistas en Chilpancingo; 11 heridos

CHILPANCINGO, Gro.- Normalistas de Ayotzinapa y miembros del magisterio disidente fueron agredidos esta madrugada por cinco elementos de la Policía Federal (PF), quienes  vestidos de civil y en estado de ebriedad, retiraron unas vallas metálicas que ‎fueron colocadas en las vialidades al norte de esta capital para organizar un encuentro artístico musical denominado “Una luz en la oscuridad”.

Este hecho desató dos enfrentamientos entre manifestantes y agentes federales que dejó un saldo de al menos una decena de heridos de ambos bandos, entre ellos padres y familiares de los 42 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.

Por su parte, los manifestantes retuvieron a tres de los cinco policías ebrios que provocaron los sucesos violentos registrados al norte de esta ciudad, quienes fueron reportados en un principio como desaparecidos y posteriormente liberados.

Un taxista reveló que cerca de las 04:00 horas fue abordado por cinco agentes federales vestidos de civil y alcoholizados, afuera del prostíbulo 69, ubicado sobre la lateral del bulevar Vicente Guerrero.

Enseguida, los federales le ordenaron al conductor que los llevara al hotel Real del Sol, ubicado sobre la calle Insurgentes y donde un grupo de las Fuerzas de Apoyo de la PF se alojan desde hace más de un mes para confrontar las manifestaciones del movimiento que exige justicia por el caso Ayotzinapa.

No obstante, ‎las vialidades que conectan con la calle Insurgentes estaban obstruidas a la altura de la glorieta de Nicolás Bravo, donde normalistas y profesores colocaron vallas metálicas para cercar el área donde se planteó realizar un festival ‎con la presentación de varios grupos musicales, entre ellos Panteón Rococó y el ballet folclórico de la Normal de Ayotzinapa.

El propósito del encuentro artístico anunciado desde la semana pasada es mantener la exigencia de justicia por el caso de la campaña de exterminio contra los normalistas de Ayotzinapa, indicaron los organizadores.

Los agentes federales alcoholizados se molestaron porque la obstrucción de la vía impedía al taxi llegar al hotel, ubicado al otro lado de la calle y comenzaron a agredir verbalmente a los normalistas y cetegistas, quienes respondieron de la misma manera.

Testigos consultados por Proceso.com refieren que los federales retiraron vallas, golpearon a algunos jóvenes y corrieron al hotel para refugiarse.

Luego salió otro grupo de policías federales con equipo antimotín y arremetieron contra los manifestantes que protestaban frente al hotel y exigían el retiro de los uniformados.

‎Al lugar arribó otro grupo de normalistas, acompañados de algunos padres de estudiantes desaparecidos ‎para reforzar las acciones de protesta contra los federales y desataron una persecución en contra de los uniformados que pretendían huir del lugar.

Los manifestantes retuvieron a varios policías, pero algunos fueron liberados porque sus compañeros lanzaron gas lacrimógeno contra los normalistas y profesores.

En ese momento, el disturbio provocó alarma entre los vecinos de la calle Insurgentes y los comerciantes de la principal central de abastos de esta capital, ubicada en las inmediaciones de los enfrentamientos.

Las acciones violentas se prolongaron hasta las seis de la mañana, cuando se registró un segundo enfrentamiento donde uniformados y manifestantes se lanzaban piedras y protagonizaban choques frente a frente que dejaron la mayoría de lesionados.

Reportes oficiales indican que al menos cinco policías resultaron heridos, uno de ellos de gravedad al ser atropellado por el conductor de una camioneta blanca particular que embistió a uniformados y manifestantes.

También, resultaron heridos al menos seis civiles, entre ellos padres y familiares de ‎los normalistas desaparecidos, así como un estudiante de la UNAM y tres activistas más.

Los federales replegaron a los manifestantes y tomaron el control de la glorieta de Nicolás Bravo‎, mientras que docentes y normalistas comenzaron a reagruparse y cercaron a los uniformados.

Cuando el tercer enfrentamiento era inminente, los mandos de la PF y dirigentes de los manifestantes pactaron una tregua y comenzó el intercambio de rehenes.

Los federales entregaron ‎a dos profesores, que fueron golpeados severamente y a quienes les robaron sus teléfonos móviles y carteras, indicaron miembros del magisterio disidente.

Mientras que el ‎jefe de la Unidad de Restablecimiento del Orden Público de la PF, José Luis Solís López, conocido comandante “Espartaco” exigió la liberación de tres de sus elementos que fueron reportados como “desaparecidos”‎.

Al respecto, un boletín del gobierno de Guerrero ‎informó que el grupo de manifestantes habría retenido a los uniformados, “pero horas más tarde fueron entregados a un comandante de la Policía Federal”, indica la versión oficial.

‎Mientras dirigentes del comité estudiantil de Ayotzinapa anunciaron que la actividad artística no se iba a suspender. Los integrantes de la CETEG se dirigieron a las instalaciones del Instituto de Formación y Capacitación Policial (Infocap), lugar ubicado en la parte norte de la ciudad sobre el bulevar Vicente Guerrero y que fue habilitado como cuartel de la PF‎.

En el lugar, ‎los cetegistas incendiaron dos camionetas y arremetieron contra el módulo de vigilancia que fue abandonado por los policías estatales que resguardan el cuartel.

Hasta el momento, la situación que se vive en la entidad es de tensa calma debido a que los cetegistas advirtieron que van a seguir con las acciones violentas por considerar que los hechos registrados este domingo, fue provocado por los policías federales.

El vacío de autoridad en esta ciudad sintetiza la grave crisis de ingobernabilidad que se vive en la entidad desde hace más de dos meses tras la masacre y desaparición de normalistas de Ayotzinapa.

Video muestra el enfrentamiento en calles de Chilpancingo

CHILPANCINGO, Gro. (proceso.com.mx).- El conductor de una camioneta blanca que avanza junto al contingente de normalistas de Ayotzinapa y miembros del magisterio disidente, embiste de frente a la línea de elementos de la Policía Federal (PF), pero logran evadir la acción.

Enseguida, el chofer embozado queda encapsulado entre las filas de los antimotines y retrocede a toda velocidad atropellando por la espalda a uniformados y manifestantes que iban de frente.

De manera dramática, dos policías federales quedaron bajo las llantas del vehículo, otros más salen expulsados ante el violento e inesperado impacto y dos activistas reciben un golpe seco de la carrocería que los avienta al piso y los deja con fracturas.

El hecho desató la ira del resto de los policías federales, quienes deciden arremeter en contra de estudiantes y docentes, enfocando su brutalidad sobre dos dirigentes magisteriales que son sometidos y golpeados salvajemente.

La imagen corresponde al segundo enfrentamiento registrado entre manifestantes y federales registrado esta mañana sobre la calle Insurgentes al norte de esta capital, luego de que cinco policías en estado de ebriedad provocaron los hechos violentos.

Un video exclusivo al que tuvo acceso Proceso.com muestra la mezcla entre la imprudencia de los manifestantes y los excesos en el uso de la fuerza de la Policía Federal en este conflicto generado tras la masacre y desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, caso que sigue impune a más de dos meses y donde las protestas para exigir justicia han exhibido no sólo los nexos de autoridades con el narco, sino también la crisis de ingobernabilidad en la que se encuentra sumida la entidad.

En este momento de la confrontación, es donde se registran los heridos de ambos bandos y marca la detención de dos dirigentes magisteriales que son golpeados con saña por los policías federales.

A continuación, las imágenes exclusiva conseguidas por Proceso.com

Policía Federal llegó a agredir e intimidar en Chilpancingo: padres de los 43

Padres de familia de los jóvenes desaparecidos y estudiantes de la Normal de Ayotzinapa condenaron los hechos ocurridos la madrugada de este domingo en la ciudad de Chilpancingo, y la calificaron como una “provocación” y “acto intimidatorio” del gobierno federal.

Además, responsabilizaron de manera directa a los elementos de la Policía Federal por la “agresión” de la que fueron objeto compañeros estudiantes y profesores de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg), quienes se preparaban para cercar la zona donde se realizaría este domingo en la capital guerrerense el concierto de rock en solidaridad por Ayoztinapa, con un cartel encabezado por Panteón Rococó.

En conferencia de prensa en la ciudad de México, donde este grupo cumple otras tareas de difusión del movimiento de Ayotzinapa, Rafael López Catarino, padre del estudiante desaparecido Julio César López Patolzin, y Omar Pérez, normalista de Ayotzinapa, también responsabilizaron al gobierno federal y “directamente al presidente (Enrique) Peña Nieto”, de su seguridad e integridad física.

En las instalaciones de la sección 9 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en el centro histórico, ambos representantes señalaron que la posterior quema de las camionetas policiales fue un “acto de protesta” por la “agresión” sufrida por parte de los elementos de la Policía Federal.

Fuente: Proceso| EZEQUIEL FLORES CONTRERAS| La Jornada| Por José Antonio Román