Jesús Valencia, delegado en Iztapalapa.
Foto: Tomada de Twitter
El funcionario publicó esta mañana el siguiente mensaje en su cuenta de Twitter:
Como es de conocimiento público la Contraloría iniciará una actuación de oficio si su servidor cometido una falta renunciaré inmediatamente
— Jesús Valencia (@Valencia_Guzman) diciembre 20, 2014
Valencia Guzmán viajaba a bordo de una camioneta Jeep Grand Cherokee blindada, placas de circulación 588-ZVH, que volcó en inmediaciones de Bulevar de la Luz, colonia Jardines del Pedregal, después de impactarse contra una Suburban que se encontraba estacionada.
Tras el percance, el delegado fue trasladado al Hospital Médica Sur, del que salió minutos más tarde luego de ser atendido de las lesiones provocadas por el choque.
La oficina de Comunicación Social de Iztapalapa atribuyó al percance a una “gripa y largas jornadas de trabajo”.
Sin embargo, un testigo que le brindó los primeros auxilios al funcionario aseguró al diario Reforma que Valencia conducía “bastante alcoholizado”.
Agregó que el delegado olía a alcohol y que no podía articular palabra, y que incluso no podía darles el número telefónico de su esposa.
El funcionario ha caído en contradicciones al informar qué fue lo que ocurrió ese día y quién era el propietario del vehículo accidentado.
La camioneta pertenece a la empresa Amexire, la cual prestó servicios a la delegación Iztapalapa por montos que superan los 50 millones de pesos.
"Vivo en Pedregal en casa de 9.5 mdp"
El delegado en Iztapalapa, Jesús Valencia Guzmán, afirmó que la casa donde vive, ubicada en el Pedregal de San Ángel, tiene un valor de 9.5 millones de pesos
El delegado en Iztapalapa, Jesús Valencia Guzmán, negó cualquier conflicto de intereses entre su persona y la empresa constructora Amexire S de RL de CV, propietaria de la camioneta que chocó el pasado miércoles en el sur de la ciudad de México.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el delegado reiteró que no posee convenio con dicha empresa. Además, informó que su casa en el Pedregal tiene un valor de 9.5 millones de pesos.
— ¿Hay conflicto de intereses?
— ¡Por supuesto que no! No quieran mezclar cosas donde no hay. No hay ningún conflicto de interés, yo no tengo ningún convenio con la empresa. Es como si un día tú me pides mi carro prestado, te lo presto, o al revés, y ya por eso es conflicto de intereses, por supuesto que no… No hay ningún conflicto de intereses, no hay ningún convenio. No es mi carro, es carro de la empresa, me lo prestaron, lo choqué, voy a pagar el deducible del seguro y punto, ese es todo el tema: un accidente.
— En el caso de la casa del Pedregal, usted comenta que es de su esposa...
— A ver, hay una declaración patrimonial, que si la estudian tantito y se meten al internet pueden revisar perfectamente los bienes declarados, tanto de mi pareja sentimental, que no es mi esposa, no estoy casado legalmente, como míos, están declarados. Ella declara una casa en el Pedregal legalmente, es un crédito hipotecario.
— ¿Cuál es el valor de la casa?
— Debe andar por el orden de los 9.5 millones de pesos más o menos.
— ¿Dónde se ubica?
— ¡Hagan su chamba!, ¡ahí también está en la declaración patrimonial! Es que no me la sé de memoria. Métanse a la página de internet y ahí está todo.
Sin embargo, EL UNIVERSAL buscó ambas declaraciones patrimoniales, pero la del delegado aparece como reservada y la de su pareja, Margarita Darlene Rojas Olvera, quien además es presidenta de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del DF, no aparece, aún cuando Valencia aseguró que “en mi vida todo es transparente y público”.
— ¿En algún momento, se va a aclarar todo esto? Hay mucha confusión.
—¿Cuáles son tus confusiones?
—Delegado, ya no sabemos cuál es la versión real.
— Pregúntame y te contesto.
— ¿La versión final del accidente?
— A ver, yo estuve a las 9 de la noche, 8:30 en Iztapalapa. Inauguré las festividades institucionales de la delegación. Las inauguré más o menos a las 8:30 de la noche en compañía de mi familia. Tuve una reunión con el diputado Héctor Bautista, secretario general de mi partido, en la zona del Aeropuerto. Yo me acerqué 11, 12 de la noche a ese punto. Ahí me reuní con él, hablamos de lo que hablamos los políticos hasta la una y media de la mañana, más o menos. Me dirijo con destino a la casa de Darlene en el Pedregal, donde lamentablemente tengo un accidente, choco en una camioneta que me habían prestado, misma que ahora tendré que pagar los daños.
— Es que esa es la situación, delegado. Se está pensando que es un tipo caso “Peña-casa blanca” por el conflicto de intereses.
— No hablemos tonterías, entonces. O sea por supuesto que no. Ellos tienen que explicar, pues hay un contrato de por medio que se los dieron a ellos. Ojalá explicaran. O sea tú, un día, vamos tomamos un café, ‘oye Jesús no tengo como irme, ¿me das un raid?’ Pues, sí. ¿Quiénes son nuestros amigos tuyos y míos? Políticos o empresarios, es el círculo en el que nos movemos.
— Delegado, ¿ha recibido favores similares de otras empresas?
— Por supuesto que no, ¿cuál favor?, concluyó
Fuente: Proceso| La Redacción| Sandra Hernández| El Universal