lunes, 3 de diciembre de 2012

CALDERÓN SE FUE...EL SME SE QUEDA: Martín Esparza Flores

Termina su Sexenio del Horror

*Sembró Desempleo y Muerte...Su Guerra Fallida le Quitó la Vida a Más de 100 Mil Mexicanos.

Hoy, Felipe Calderón Hinojosa dice adiós al poder; y lo hace llevando tras de sí innumerables cuestionamientos de una nación agraviada en todos sus sectores. Indignante el desparpajo con que afirma dejar “un país fuerte” a su sucesor, cuando la banda presidencial con la que trasfiere de manera simbólica la Presidencia de la República, está impregnada con la sangre de 101 mil 199 personas muertas a consecuencia de su guerra fallida contra el crimen organizado, según el último reporte de la ONG México Evalúa.

No exageramos en calificar al gobierno que hoy termina como El Sexenio del Horror. Calderón no sembró la prosperidad ni los empleos prometidos en su campaña, en contrasentido, por todo el territorio nacional hay miles de cenotafios como mudos testigos de la aberrante estrategia emprendida contra los narcotraficantes, ahora más fortalecidos en su estructura económica que hace seis años, pues como lo ha admitido la propia Secretaría de Hacienda, los capos han logrado lavar en el sistema financiero nacional, recursos del orden de los 19 a los 37 mil millones de dólares anuales. Dinero más que suficiente para corromper a las autoridades de todos los niveles.

El análisis realizado por México Evalúa confirma el por qué entidades como la PGR decidieron clasificar por doce años como “información reservada” las cifras de los muertos caídos por los enfrentamientos de los cárteles y por los llamados “daños colaterales”. Felipe Calderón tendrá que explicar a sus alumnos de Harvard, universidad que ya anunció aceptarlo entre su personal docente, cómo le hizo su administración para superar en el número de víctimas a conflictos armados de la talla de la Guerra de Bosnia, donde entre 1992 y 1995, fallecieron cerca de cien mil personas.

Su enfrentamiento con los narcos rebasó a la Guerra de Vietnam donde de 1964 a 1975 cayeron 57 mil soldados y civiles, claro que de haber continuado en el poder habría superado, y con creces, al conflicto armado de Irak, que de 2003 al 2011, en ocho años de conflicto, dejó poco más de 114 mil muertos.

A tan espeluznante cifra hay que sumar los miles de huérfanos y viudas que quedaron en el desamparo moral y económico, sin dejar de contabilizar al millón y medio de desplazados que orillados por la desatada violencia en sus lugares de origen y su apremiante necesidad de supervivencia, han tenido que abandonar sus hogares.

Por eso, la sociedad manifestó su repudió a su broma macabra y de mal gusto: El Memorial para las Víctimas de la Violencia que mandó construir en Reforma en las inmediaciones del Campo Marte. El pasado lunes, decenas de personas colocaron cartulinas exigiendo “Juicio y Castigo” al responsable directo de lo que puede calificarse como un verdadero crimen de Lesa Humanidad.

Vale recordarle al hombre que habrá de enfrentar el juicio de la historia, algunas de sus diversas mentiras propaladas cuando se autoproclamó como El Presidente del Empleo, algunas de ellas como su compromiso a no incrementar el precio de las gasolinas y a no endeudar al país.

De 2006 a la fecha el precio de los combustibles se ha incrementado en un 60 por ciento. Los 75 “gasolinazos” han tenido un impacto directo en el incremento del transporte público y en los productos de la canasta básica, pero los salarios no aumentaron en correspondencia directa. Habla Calderón de dejar finanzas sanas y fuertes pero se abstiene de mencionar que la deuda pública interna llegó a la estratosférica suma de los cinco billones de pesos, de los cuales, Hacienda ha tenido que pagar tan sólo de intereses, más de 1,2 billones de pesos.

En su mensaje de despedida, Calderón echa mano a la gastada retórica oficial, plagada de lugares comunes, en la que no explica a los mexicanos en dónde dejó olvidada su promesa de no endeudamiento. No puede entenderse tampoco al “país fuerte” a que se refiere Calderón cuando el propio Banco de México acepta que durante el sexenio se dio una fuga masiva de capitales del orden del 111 mil millones de dólares, ni siquiera comparables con lo sucedido en el sexenio de López Portillo cuando salieron del país 54 mil millones de dólares. Esto como un claro reflejo de que los inversionistas no confiaron en su programa económico y comprobaron, muchos de ellos en carne propia, las consecuencias de la desatada inseguridad.

Pero lo más evidente de sus patrañas de campaña y de gobierno, fue la nula creación de empleos. Diversas instituciones tanto públicas como privadas, confirman las tendencias del mercado laboral hacia la informalidad; los últimos estudios del INEGI establecen que desde el 2007 a la fecha cuatro de cada diez mexicanos no ha podido conseguir trabajo y de los seis restantes, el 50 por ciento se ha empleado de manera temporal por las precarias condiciones laborales a que han sido sometidos. O sea que de eso a nada, sólo hay un paso: el de la miseria pues sus ingresos, cuando mucho, han llegado a tres salarios mínimos.

Un análisis del Tecnológico de Monterrey, sostiene que si consideramos que la población económicamente activa del país se aproxima a 50 millones de personas, de este universo más de 4 millones de mexicanos no reciben ingresos; más de 6 millones está “disponible” para laborar, pero no encuentra trabajo y ni siquiera son incluidos en la estadística de desocupación; cerca de 14 millones sobreviven en la informalidad; 30 millones de trabajadores no tienen acceso a la salud; más de 6 millones obtienen un salario mínimo, cuando mucho; más de 10.6 millones ganan entre uno y dos salarios mínimos, y casi 10 millones entre dos y tres minisalarios, de tal suerte que en la precariedad laboral sobrevive 63 por ciento de la población ocupada, lo que ni de lejos justifica al Presidente del Empleo.

Y para redondear, México es catalogado entre los 20 países con peor distribución del ingreso, y ahora con 52 millones de pobres en niveles de alta marginación; diez millones más que en el sexenio de Vicente Fox.

 
Lunes, 3 de Dic. de 2012
11:48:42 AM

Y qué bueno que se le acabó el tiempo a Calderón porque todavía intentó que el Congreso aprobara otra de sus iniciativas tendientes a aniquilar el nivel de vida de los que menos tienen como sucedió con su Reforma Laboral que ha condenado a la precariedad a millones de trabajadores y al margen de la seguridad social. Sobre todo a los jóvenes que están por ingresar al mercado de trabajo.

Hace apenas unos días mandó su proyecto de ley para cambiar el régimen de propiedad ejidal transformándolo en propiedad privada y anulando el derecho hereditario de los hijos de los campesinos, como si no hubiera bastado con dejar al agro nacional en una indudable quiebra como lo han denunciado organizaciones como la Unión Nacional de Trabajadores (UNTA), que organiza un plantón en demanda del cumplimiento de las promesas hechas por ahora ex funcionarios como Francisco Mayorga, que como titular de la SAGARPA se la pasó retrasando la entrega de recursos para proyectos productivos.

Las cifras sobre la caída en la producción agropecuaria en México son alarmantes al grado de que si no se realiza un cambió de rumbo en lo inmediato, para el 2020, nos convertiremos en el primer importador de alimentos en el mundo, desplazando de dicho sitio a Japón. Actualmente estudios realizados por el equipo de transición de Enrique Peña Nieto, establecen que importamos, gracias al abandono en que los gobiernos panistas dejaron al campo, el 40 por ciento del maíz que consumimos, la mitad del trigo que empleamos en nuestra alimentación, y el 70 por ciento del arroz.

Todavía hace unas décadas, en gobiernos como el de Adolfo López Mateos, el 50 por ciento del ingreso de nuestras divisas era producto de nuestras exportaciones agrícolas pero ahora al finalizar El Sexenio del Horror, estamos a las puertas de la total dependencia alimentaria pues como también han denunciado otras organizaciones como la CNC, el precio de los fertilizantes se disparó en un 400 por ciento en la actual administración lo que sumados a los nulos apoyos a los productores agrícolas, desplomó la actividad dejando en el peor de los escenarios de miseria a miles y miles de campesinos.

Y no podemos dejar de mencionar las miles de desapariciones cometidas por los abusos de las fuerzas armadas y policiales en la guerra de Calderón en todo el país. El último reporte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), refiere que a lo largo del gobierno que hoy concluye, se recibieron 5 mil 568 quejas respecto a cateos ilegales, intimidaciones y desaparición de personas, entre otras muchas violaciones.
Las familias de los desaparecidos sólo recibieron condolencias y excusas de parte de funcionarios como el Secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, quien hace unos días sólo se remitió a decirles que les “faltó tiempo” para solucionar sus demandas. Y la procuradora, Marisela Morales les expresó su sentir por tan “lamentables pérdidas”.




Fuente: Frecuencia Laboral