Yecapixtla, Mor. Estoy preparado para conducir los destinos de México “en estos momentos aciagos y difíciles”, señaló Andrés Manuel López Obrador, quien ofreció diálogo directo, sin intermediarios, a los familiares de las víctimas de la violencia y la inseguridad.
En el segundo y último día de recorrido por el estado, en lo que constituyó su primera gira del año, el precandidato presidencial de la izquierda afirmó que no está enfermo de poder, ni es cacique para imponer candidaturas, como tampoco transgrede la ley electoral con espectaculares. “Actuamos en el marco de la legalidad”, subrayó.
Luego que el Instituto Federal Electoral se negó a retirar aquellos anuncios que fueron motivo de queja por parte del PRI, López Obrador resaltó que en la precampaña no hace nada que esté prohibido.
“Cuando el Tribunal (Electoral del Poder Judicial de la Federación) resolvió que no se podía hacer precampaña en espacios abiertos y con ciudadanos, preguntamos para que nos dijeran qué estaba permitido y qué no. Nos respondieron que podíamos seguir en lo que estamos.”
El acercamiento que el aspirante presidencial se compromete a tener con las familias de víctimas de la violencia, resulta equiparable al que tuvo con indígenas y campesinos de este estado, asolado por la inseguridad, la violencia y mucha pobreza.
Muchos de quienes asistieron a la concentración eran adultos, hombres y mujeres, con huaraches o zapatos de plástico, que escucharon atentos las promesas del precandidato de reactivar las actividades productivas para crear empleos, lograr bienestar, abatir la pobreza y con ello serenar al país.
Varios de los asistentes cuentan en su historia con alguna participación familiar en el Ejército Libertador del Sur. En Tlaltizapán, Pedro Campis Adorno comentó: “Mi jefe anduvo con el general Francisco Mendoza”, mientras Prisco Pérez Villanueva dijo que en su caso fue su abuelo, Felipe Villanueva.
“Estamos aquí porque tenemos confianza en él (López Obrador). Lo apoyamos desde 2006 para ver sí de veras nos cumple lo que dice”, y porque como “Lázaro Cárdenas no ha habido otro presidente”, coincidieron los dos campesinos, cuya vestimenta reflejaba su pobreza.
Por la mañana, en una entrevista con una radio local, López Obrador pidió a la ciudadanía no confundirse, “no estoy enfermo de poder”, lo que más tarde, en entrevista en Yecapixtla, clarificó.
“No me mueve la ambición al poder por el poder, ni la ambición al dinero”. Vamos a definir bien para dejar en manos del pueblo la decisión: “Que nadie diga que no sabía, o que todos somos lo mismo.”
En sus discursos del día, además de Yecapixtla y Tlaltizapán, Ciudad Ayala y Zacatepec de Hidalgo –el cual resultó el más concurrido, con casi 5 mil asistentes apostados en la avenida Lázaro Cárdenas– advirtió que no se puede permitir el retorno del PRI, porque sería como el regreso de Antonio López de Santa Anna.
“Que no permanezcan en el poder los tecnócratas que han borrado el civismo, la filosofía y la ética”, manifestó el abanderado de la coalición Movimiento Progresista, que integran PRD, PT y Movimiento Ciudadano.
Al mediodía, en la plaza de toros de Yecapixtla, municipio famoso por la cecina, criticó la situación en que viven los pro- ductores por la importación de 70 por ciento de la carne de Estados Unidos. Ahí habló ante unos 2 mil asistentes, distinguidos esta vez los perredistas de los petistas por las playeras que portaban con el color de su partido, más no así los del Movimiento Ciudadano, que a todos repartió banderines.
Aquí, López Obrador recordó las tres ideas centrales de su discurso: honestidad, justicia para los pobres y hacer valer el amor a la familia, al prójimo y a la patria.
Más tarde en Tlaltizapán dijo que para alcanzar la paz y la tranquilidad deben atenderse las necesidades de la gente “y no cancelar el futuro del pueblo”. Mantener a un joven en la cárcel cuesta 120 pesos diarios, es mejor mantenerlos becados.
López Obrador celebró que a pesar de ser un día laborable y de escuela, la gente acudiera “sin acarreo, sin buscar despensa”.
En una entrevista posterior resaltó su apoyo para las familias de la víctimas de la inseguridad y la violencia: habrá “comunicación permanente con ellos, sin intermediarios, y las veces que necesiten hablar con el Presidente lo van a poder hacer”.
Como en su época de jefe de Gobierno capitalino, diario a las seis de la mañana se reuniría con su gabinete de seguridad, más los secretarios de Desarrollo Social y de Educación Pública, para tomar acuerdos.
“Yo recibía el parte de la policía de lo que había sucedido en las últimas 24 horas, y allí tomábamos decisiones y se trabajaba de manera coordinada. Así lo vamos hacer”, indicó.
En los templetes estuvieron los tres aspirantes de la izquierda al gobierno del estado, Graco Ramírez, Mario Rojas y Raúl Iragorri.
Fuente: La Jornada