martes, 13 de septiembre de 2011

Monopolios los dueños de ¡todo! .

Se impone una vez más poderoso Don Dinero en San Lázaro

Controlado por unos cuantos el “libre mercado” en México

En México el avance en la competitividad es frenada no sólo por la incapacidad del gobierno para apoyar la modernización de la empresas, sino por su connivencia y tolerancia para permitir la “engorda” de monopolios y oligopolios no sólo en el sistema financiero, sino también en los sectores como el minero, salud, telefonía, alimenticio y televisivo, entre otros, que controlan en algunos casos, hasta el 90 por ciento del mercado nacional. En tan sólo cuatro años, México a pesar de contar con uno de los mercados más abiertos del mundo, se ha desplomado en materia de competitividad a nivel mundial, al pasar del sitió número 52 en 2007, al 66 en el 2011, además de que el libre comercio que tanto se pregona, en el país es controlado por unos cuantos monopolios u oligopolios.

La gran falla en México dice el Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias de la Cámara de Diputados, a pesar del esfuerzo de mantener una macroeconomía estable, no ha dado las condiciones que permita a las empresas absorber, transformar y reproducir tecnología, adaptarse a los cambios en el contexto internacional y exportar productos con mayor agregado tecnológico.

En México el sistema financiero es controlado por BBVA-Bancomer, Banamex-Citigroup, Santander, HSBC y Scotiabank, todos de capital extranjero, quienes controlan el 90 por ciento del mercado financiero del país.

En materia de salud, el Grupo Ángeles, tiene el 67 por ciento de los hospitales, en minería las empresas extranjeras como Peñoles, absorbe el 52 por ciento del mercado del oro, 97 de la plata y 90 de sodio, mientras el Grupo México, acapara el 88 por ciento del mercado de cobre.

Los dueños de todo

La industria del vidrio, es controlada casi en su totalidad por Vitro, con 73.9 por ciento del mercado; maíz y tortilla, Gruma es dueña del 73 por ciento y Minsa del 15 por ciento: cementos, Cemex controla el 87 por ciento, mientras Holcim-Apaxco, el 12.4 por ciento.

En la televisión, Televisa tiene el 56 por ciento de estaciones, mientras TV Azteca, controla el 38 por ciento. Los refrescos Coca-Cola, acapara el 70 por ciento del mercado y Pepsi-Cola el 15 por ciento, el PAN, Bimbo controla con su serie de razones sociales para disimular su monopolio, el 67.8 por ciento del mercado.

En telecomunicaciones, Telmex mantiene el 95 por ciento de las líneas terrestres y su filial Telcel el 80 por ciento de la telefonía celular, mientras que en materia aérea Aeroméxico, que antes de la salida de operaciones de Mexicana de Aviación, tenía el 39.7 por ciento del mercado, poco a poco se ha ido apoderando del 36 por ciento que operaba la aerolínea a punto de desaparición, todos ellos con pagos impositivos muy por debajo de sus volúmenes de utilidades.

En tanto los ferrocarriles que operan peor que cuando eran propiedad del Estado, son controlados ahora por Ferromex, en un 58 por ciento, Ferrosur, 15 por ciento y Kansas City Southern, empresarios que desde la nacionalización en el sexenio zedillista, no han invertido un solo peso en la modernización de ese transporte con evolución importante en Europa, Estados Unidos y Asia.

El grupo de asesores interdisciplinarios dentro del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias en San Lázaro, refieren que el descomunal crecimiento del poder económico de esos monopolios y oligopolios en el país, se ha convertido también en poder político, pues tienen enorme influencia en campañas electorales, en decisiones de gobierno, amén de muchos privilegios fiscales que hasta la fecha, no pueden ser derrumbados por el gran conflicto de intereses en la Cámara de Diputados.

El costo fiscal que el Estado deja de recaudar por excepciones, regímenes especiales, subsidios, tasas diferenciadas, beneficios entre los que se cuentan esos monopolios y oligopolios, entre otros, tan sólo costaron al país en 2010, 502 mil 533.1 millones de pesos, cifra que será superada en 201, y en que en la discusión del Paquete Económico de 2012, tampoco existen indicios de que en el último año de la LXI Legislatura, todo indica que de nueva cuenta, no se volverán a tocar.




Fuente: unomásuno