domingo, 11 de septiembre de 2011

DOMINGO DE COLUMNAS 11 Septiembre 2011

-PLAZA PUBLICA(Miguel Ángel Granados Chapa)
Contra la violencia, cada uno a su modo
Cada quien enfrenta la violencia y la inseguridad de modos distintos. Unos son eficaces, es decir aminoran o suprimen esos flagelos de la sociedad. Otros son ineficaces, al punto de que lograr un efecto contrario al que proclaman.

Un día como hoy, el once de septiembre de 1973, las fuerzas armadas de Chile agredieron con saña a su propia población, para derribar a un régimen elegido constitucionalmente y que fue convalidado en el parlamento por la segunda fuerza política de ese país, que se avino al resultado de las urnas. Pero la presión castrense indujo a esa fuerza a volverse contra sí misma, y a sumarse el vano intento de destruir al enemigo interno. La capacidad destructiva de los militares no logró, sin embargo, arrancar la raíz de la democracia electoral chilena. Retrasó, eso sí, casi dos décadas de vida civilizada, y consiguió establecer reglas que siguen vigentes en perjuicio de la sociedad. Chile tiene el peor sistema de financiar la educación pública superior, que excluye de sus beneficios a buena parte de la juventud. Durante diecisiete años la dictadura asesinó e hizo desaparecer a cientos de miles de chilenos, y a otra amplia porción le negó el derecho de vivir en su propio suelo.

El once de septiembre de 2001 la violencia, letal e inesperada, cayó desde lo alto sobre los símbolos del poder norteamericano. Dos aviones destruyeron las torres gemelas en Nueva York, y uno más intentó destruir el Pentágono, el principal centro del mando bélico de los Estados Unidos. Inmediatamente perdieron la vida en esos atentados tres mil personas, pero la secuela mortal de los ataques se multiplicó muchas veces. En encolerizada protesta por esta agresión en su propio suelo, la primera padecida por Estados Unidos, y alegando que habían perdido la vida personas inocentes, lo que era verdad y reclamaba justicia, Washington buscó procurársela de propia mano. Lanzó una desproporcionada ofensiva contra Afganistán, suponiendo que de ese modo castigaría a Al Qaeda, el grupo terrorista dirigido por Osama Bin Laden, a quien imputó la agresión. Años después, motivado por razones que nada, o poco, tienen que ver con la derrota del terrorismo, el presidente Bush invadió a Irak, donde si bien acabó con la dictadura de Saddam Hussein, no logró establecer la democracia, ni siquiera al modo en que se practica en los Estados Unidos.

Ha logrado, en aquellos lejanos parajes, causar la muerte de cientos de miles de personas, a las que ni siquiera cuenta con precisión, pues de trata de muertos nativos, cuyas vidas carecen de importancia desde la visión de Washington.

¿El despliegue militar norteamericano hizo disminuir el peligro terrorista, aunque su costo fuera alto? No. Apenas hace unos meses Washington localizó, no en Afganistán o Irak, a los que devastó con ese propósito, sino en Pakistán, su aliado, a Bin Laden. Lo mató en su céntrico refugio y lanzó su cadáver al mar. No lo condujo a un tribunal de crímenes contra la humanidad, pues la medida justiciera, única que diferenciaría de fondo al verdugo de la víctima, colocaría al jefe terrorista, pariente de la casa real saudita, cuyos miembros son a su vez socios en los negocios petroleros de los Bush, en un escaparate peligroso, ideal para la propaganda norteamericana.

La persecución a Bin Laden, y su muerte ahora, no ha hecho disminuir el peligro terrorista. Y en cambio, la guerra en su contra empobreció a la mayor parte de la sociedad norteamericana. Los despliegues de tropas han sido costosísimos. Bush decidió que los pagaran los más pobres así como el desequilibrio de las finanzas públicas y con esas actitudes dejó a su sucesor Barack Obama una herencia envenenada.

No contra un enemigo externo, proveniente no de un Estado agresor o contra el que requiramos prevenirnos, el Gobierno Federal mexicano libra desde hace cinco años una compleja guerra, orientada en sus inicios a disminuir la presencia del narcotráfico, aminorar su poder de fuego y a evitar el consumo de drogas ilegales en nuestro país. Nadie puede alegar, en abono de la estrategia gubernamental, que esos objetivos hayan sido alcanzados. Ni siquiera nos hemos aproximado a ellos. Y eso no obstante el Estado persiste en su combate armado a la delincuencia organizada, cuyo mal radica no en que se trate de dar en el blanco sólo a a balazos, y no mediante otras tácticas, sino en que el enfrentamiento de ese modo lograría derrotar a las bandas delincuenciales quién sabe cuando y con qué costos.

Desde distintos miradores y a partir de diversos intereses se ha instado al presidente Calderón a reconocer el fracaso de su modo de lucha y, por lo tanto, a modificarlo. Se ha negado a hacerlo, alegando que no se la ha presentado ninguna alternativa digna de consideración. Y aunque ha aceptado dialogar sobre el tema, parte de la base de que no hay más ruta que la suya. Y no solo rechaza o desdeña las vías alternas, sin conocerlas a fondo ni evaluarlas, sino que genera un clima institucional agresivo contra los otros poderes, como si estos actuaran fructuosamente sólo cuando le dan la razón.

Cada quien enfoca como puede la lucha contra la violencia y la inseguridad. Calderón lo hace mudando de domicilio al vocero de su gobierno en la materia, y reclamando a los diputados un gasto crecientemente mayor para las instituciones de procuración y de seguridad pública. Claro que algunas veces esas oficinas pueden ufanarse de logros: no carece de importancia desmantelar la red de telecomunicaciones de Los Zetas en Veracruz, como lo hizo la Armada el jueves pasado, lance en que además logró capturas, lo que no suele ocurrir en episodios como ese. Pero esa es una excepción que confirma la regla, no la regla misma.

Por la ineficacia del sistema para enfrentar la violencia y la inseguridad, han engrosado las capas de inconformes en distintas zonas geográficas y sociales. Proliferan los centros de derechos humanos que concentran su labor en ese terreno, con peligro de sus miembros. Como lo hizo doña Rosario Ibarra de Piedra hace tres décadas y media, cuando transformó sin olvidarlo, su dolor de madre lacerada por la desaparición de su hijo Jesús, en acción colectiva radical, ahora en otras condiciones se multiplican los centros patrocinados por deudos de víctimas, que no se resignan a que sus reclamos sean arrinconados en oscuras oficinas.

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, se caracteriza por su activismo social en ese terreno. Aprovecha para ello el doble papel que la historia ha deparado a la UNAM. Como vasta comunidad académica pertenece a la sociedad civil, y es, al mismo tiempo, parte del Estados mexicano, como órgano constitucional autónomo. Eso le ha permitido producir una iniciativa imantada, a la que se adhieren instituciones y corrientes sociales que comprenden el papel de la mayor casa de estudios superiores en el país El rector animó la realización de una Conferencia Internacional Sobre Seguridad y Justicia y Democracia, de la cual surgieron unos Elementos para la construcción de una política de estado en esa materia, que el propio funcionario ha presentado en diversos escenarios, siempre con aquiescencia, aunque en algunos casos se le ha regateado valor y eficacia.

Por su parte, el Movimiento Nacional para la Paz con Justicia y Dignidad ha concretado sus propuestas y dialogado con los poderes del Estado, en reuniones donde no ha faltado la expresión de reticencias. Pero son más los signos positivos que permitirán florecer a esas iniciativas. Se percibió claramente que así será, en la reunión del jueves pasado en la rectoría de la UNAM. Con amplio propósito incluyente, que no ha sido el de la Secretaría de Gobernación, y menos aun con el afán de instigar a unas agrupaciones contra otras, la Universidad Nacional presentó su documento, mecedor de atención más profunda en las instituciones del Estado, a más de 25 organizaciones civiles, muy activas en ese campo.

Luego de participar en esa presentación, el Movimiento inspirado por Javier Sicilia se echó a andar de nuevo. Esta vez recorre los caminos del sur. Hoy domingo transita de Guerrero a Oaxaca, donde las víctimas de la violencia, y sus familias, requieren el consuelo llevado antes al norte. En Oaxaca, Chiapas y Veracruz los pacifistas abrazarán a los migrantes perseguidos por (casi) todos.

El pasado presente. El jueves pasado, siete de septiembre, se cumplieron 18 años de la sentencia a José Antonio Zorrilla Pérez, exdirector federal de seguridad, por el asesinato de José Luis Esqueda. Meses atrás, el 25 de febrero de 1993, el propio jefe de la policía política había sido condenado por el homicidio del periodista Manuel Buendía.

De ambos el sentenciado por su asesinato se reputaba amigo, lo cual usaba como circunstancia que debía evitar su cautiverio. Zorrilla y Esqueda se hicieron amigos en la política electoral, cuando ambos servían al PRI en la campaña del doctor Armando León Bejarano. Tejieron juntos sus sueños de grandeza. Cada uno ambicionaba gobernar a su Estado natal, Esqueda a Morelos, Zorrilla a Hidalgo. Corrió con mejor suerte el hidalguense, pues logró ser Diputado federal por el cuarto distrito de su entidad en 1976, y luego pasó a ser Secretario de Gobierno del arquitecto Guillermo Rossell de la Lama. Si Zorrilla auxilió a Esqueda debe haber sido en muy baja escala. aunque después las cosas cambiaron para ambos.

Zorrilla, economista de la UNAM, se vinculó pronto a un alto personaje del gobierno, el subsecretario de Gobernación responsable de la seguridad nacional, Fernando Gutiérrez Barrios. Fue, durante los seis años de Echeverría, su secretario particular, hasta que “El güerito”, como se le llamaba, quiso volar con sus propias alas en la política local y su jefe lo impulsó a la diputación y la secretaría mencionadas. Pero en enero de 1982 lo buscó en Pachuca para hacerle una oferta imposible de rehusar: lo nombró Director Federal de Seguridad, el mismo cargo que “don Fernando”, como era reverentemente conocido, había ejercido en los años sesenta.

Entonces Zorrilla llamó a Esqueda y le ofreció una paga y una identificación en la Dirección Federal de Seguridad y una plaza, a ser ejercida materialmente, en la Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales de la propia Secretaría de Gobernación. Esa tarea acomodaba mejor a su amigo, abogado y analista político. Zorrilla había supuesto que su cargo duraría únicamente hasta diciembre de ese 1982. Pero el secretario de Gobernación de Miguel de la Madrid, Manuel Bartlett, lo confirmó en el puesto. Es que, por un lado, habían coincidido en Bucareli durante los setenta y mantuvieron entonces una relación cercana, Bartlett como director de Gobierno. Y durante la campaña electoral que Bartlett coordinó para De la Madrid, así, Zorrilla como Esqueda fueron informadores eficaces, y su papel apreciado.

Las posiciones de ambos se modificaron, sin embargo. Ya firme en su cargo, Zorrilla orientó su labor políciaca (sin desatender la política) a vincularse con el narcotráfico, que necesitaba apoyo gubernamental y lo había obtenido ya de la Policía Judicial Federal. Ante los ojos estupefactos de su amigo morelense, se corrompió sin recato.

Espontáneamente, o porque él fijaba cuotas, recibía de los comandantes enormes cantidades de dinero, llegados a su vez desde las cuevas de los capos de la droga. Esqueda pretendió disuadir a su amigo de esa conducta, pero en vez de atender su voz, Zorrollla lo invitó a participar de la enorme riqueza que el Director Federal de Seguridad iba acumulando.

Según testimonios y evidencias, Esqueda rechazó una y otras vez las ofertas de su amigo. Y, en sentido contrario, se propuso denunciarlas. Tenía que hacerlo con extremo cuidado porque en ello le iba la vida y lo peor que podría ocurrirle era delatar a Zorrilla sin que eso generara consecuencia alguna. Ideó entonces compartir la información que acumulaba con el periodista Manuel Buendía. Estaba enterado de que el columnista y el policía eran amigos cercanos, pero también sabía de honestidad del autor de Red Privada, la columna sobre asuntos públicos más leída de México. No hay constancia de que Esqueda transmitiera información a Buendía, pero sí del temor de Zorrilla a que eso ocurriera. Por ese motivo, no vaciló en organizar el asesinato de Buendía, ocurrido el 30 de mayo de 1984. A Esqueda se le creó la convicción de que su amigo había mandado ultimar al periodista, pero no tenía modo de probarlo. Ya no aceptó las dádivas de Zorrilla y se constriñó a su papel de investigador en materia política y social.

Zorrilla protegió a Rafael Caro Quintero, el jefe del cártel de la marihuana que en febrero de 1985 ordenó secuestrar y asesinar a un agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar, que le seguía los pasos. Tras hacerlo, pudo huir de la capital tapatía ostentando charolas firmadas por Zorrilla. Su posición al frente de la DFS se hizo insostenible y antes de renunciar para volver de nuevo a la política, papel con que se le encubrió, resolvió asuntos pendientes. Ordenó ametrallar a Esqueda mientras éste viajaba de Cuautla al DF. Dieciocho años después Zorrilla fue condenado a treinta años de prisión, que argucias legales le permitieron eludir.

-Templo Mayor
UNA DE DOS: o los funcionarios de Los Pinos son extraordinariamente multifacéticos y altamente plurifuncionales, o en el gabinete de Felipe Calderón se aplican las reglas del "Mundo del Revés".

EL AHORA ex vocero en materia de seguridad del gobierno federal, Alejandro Poiré, pasó de ser el gran comunicador sobre el tema, a convertirse en el funcionario que, probablemente, tendrá que guardar mayor sigilo y secrecía al asumir la titularidad del CISEN.

Y QUIEN toma ahora esas funciones es la vocera presidencial, Alejandra Sota, quien tendrá que dar las noticias -tanto las buenas como las malas- sobre el tema más sensible y preocupante para los mexicanos, mientras sigue con su tarea habitual de cuidar la imagen del Presidente.

VAYA manera de cuadrar un círculo.

EN EL PRI van a comenzar a poner los puntos sobre las íes en lo que respecta a su calendario preelectoral rumbo a la elección presidencial del 2012.

MAÑANA habrá una reunión en la que participarán los integrantes del CEN, que comanda Humberto Moreira, legisladores y representantes de los sectores para establecer los tiempos y el marco general para la selección de su gallo para Los Pinos.

CUENTAN que ya está planchado que en octubre se decidirá el método, y en noviembre saldrá la convocatoria.

POR CIERTO, hay un grupo en el tricolor que quiere hacer una elección abierta con casillas en cada sección electoral del país y con la posibilidad de que voten tanto militantes como simpatizantes, así como para ir mostrando músculo.

OTRO escenario es que sólo se inscriba un candidato, pero en los pasillos del CEN lo ven como algo muy poco probable.

ASÍ QUE en estos días y hasta fin de año a Moreira y a su equipo se les va a cargar la chamba.

SI VE a algún diputado del PRI comprando traje nuevo o a una legisladora de esa bancada probándose vestidos, no se extrañe.

LA MAYORÍA de ellos está preparándose para lucir bien en una cena que tendrán el próximo martes.

RESULTA que ayer recibieron un mensaje de su vicecoordinador, José Ramón Martel, para avisarles que el jefe de la bancada, Francisco Rojas, los invitaba a todos a compartir el pan y la sal con Enrique Peña Nieto.

LA REUNIÓN, que se dará en el antepenúltimo día del sexenio del gobernador mexiquense, será a las 20:00 horas en un sitio aún por confirmar.

A VER SI, ahora que el trienio ya se está terminando, no resulta que, además de sacar sus mejores galas, los integrantes del rebaño tricolor acaban sacando de una vez ¡una copia de su currículum!, para entregarlo en propia mano al suspirante presidencial.

LOS ALLEGADOS a Carlos Salinas andan muy interesados en dejar bien claro que, cuando el ex Presidente se refirió a una quiebra de confianza, en la que nadie le cree a su vecino, no habla de México.

LA OPINIÓN del ex mandatario es que ése es un problema que cobra fuerza en todo el mundo.

QUÉ BUENO que fue así porque luego, con la afición de hacer tormentas en vasos de agua... capaz que ya estaríamos viéndonos con desconfianza en México, cosa por demás imposible.

-BAJO RESERVA(Periodistas EL UNIVERSAL)
El Dalai Lama en México

EL PRIMER día, en Monterrey, habló de valores y dijo que los grandes enemigos del mundo son la desigualdad social, las amplias brechas entre ricos y pobres, las drogas y la corrupción. El segundo día en suelo mexicano habló de la fe, del budismo y de la paz, nunca se refirió a China, ni tocó el tema del separatismo. El Dalai Lama, Tenzin Gyatso, nunca pronunció mensajes antichinos. Al parecer la reacción de Beijing, que acusó al gobierno mexicano de incurrir en “una grosera intervención en los asuntos internos de China”, acabó por ser, justamente, una grosera postura sobre una decisión soberana del gobierno mexicano y de su Presidente.

EL BANDERAZO en la carrera por la candidatura panista se dará hoy. En la línea de salida estarán, ya más parejos, tres de los competidores. Después de que esta semana por fin se separaran del cargo, Josefina Vázquez Mota y Ernesto Cordero iniciarán con mayor soltura actos de partido en busca de apoyo. Ernesto Cordero dará un mensaje en las instalaciones del comité local del PAN en la capital del país; Josefina Vázquez Mota ofrecerá una conferencia de prensa al mediodía y, un poco más temprano, Santiago Creel se reunirá con panistas del DF en Xochimilco. Y, mientras sus tres compañeros salen como bólidos, el que parece que se quedará en la línea de arranque es el gobernador jalisciense, Emilio González.

LA CÚPULA del PRI se reúne esta tarde para analizar el cronograma electoral y el borrador de la plataforma electoral. Nos aseguran que estarán los 19 gobernadores, coordinadores parlamentarios y líderes de sectores. Nos comentan que el dirigente nacional, Humberto Moreira Valdés, propondrá que a finales de noviembre se abra el registro para precandidatos a la Presidencia.

LA EXPULSIÓN sugieren algunos panistas al presidente del partido, Gustavo Madero, como castigo para el alcalde regiomontano, Fernando Larrazabal, quien ignoró la sugerencia de los dirigentes nacionales de que solicitara licencia por 30 días naturales mientras se investigaba a su hermano Jonás y al ex secretario de Desarrollo Municipal, Miguel Ángel García, por presuntos actos de corrupción ligados con los casinos. La cúpula panista analizará el caso y determinará qué medidas aplicar, pero nos aseguran que el enojo con Larrazabal es mucho y que más de uno sugiere que sea expulsado.

AYER por la noche, en el vuelo 823 de United Airlines, llegó al país procedente de Washington, el nuevo embajador de Estados Unidos, Anthony Wayne. Como le adelantamos en este espacio, el martes presentará al presidente Felipe Calderón sus cartas credenciales y para el jueves podrá ocupar un lugar en alguno de los balcones del Palacio Nacional para ser testigo de la ceremonia del Grito y el inicio de los festejos de la Independencia como miembro del cuerpo diplomático acreditado.

-Integración a sangre y fuego (Pablo Moctezuma Barragán)
En los últimos días México ha sufrido continuas matanzas, balaceras. El pasado 14 de agosto, en el Acuario de Veracruz, hubo hasta granadas; el 21 del mismo mes, un tiroteo en el estadio de fútbol Territorio Santos Modelo, en Torreón, Coahuila, y un crimen terrible en el Casino Royale en Monterrey, Nuevo León, el 25 también del mismo mes: un incendio intencional que provocó la muerte de 53 personas. Estos actos buscan crear una situación de pánico y parálisis. Constituyen actos de terrorismo, de los que no había antecedentes en México hasta hace muy poco tiempo. Estos ataques coinciden con la intención del gobierno de aprobar la Ley de Seguridad Nacional que le daría amplias facultades al Ejército para intervenir en la vida social y política en todo el país, al establecer un modelo de “estado de excepción” que viola principios básicos de la Constitución.

Se está preparando un clima propicio para la aprobación a una legislación similar a la “Acta” o “Ley Patriótica” que promulgó el gobierno de George W Bush en Estados Unidos, luego del atentado en contra de las Torres Gemelas. Estas acciones impulsan el proceso de militarización del país, así como la imposición del gobierno y la policía federal por encima de los estados y municipios, como sucedió con el michoacanazo (sin tomar en cuenta al poder local, se detuvo a 35 presidentes municipales, que meses después fueron liberados por falta de pruebas).

Es la misma forma de gobierno “por decretos ejecutivos” que se implanta en Estados Unidos al imponer el mando del presidente por encima de los otros poderes: el Congreso de la Unión, los estados y los policías locales. Ese mismo modelo se está desarrollando en México. El caso más grave lo constituye la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), firmada el 23 de marzo de 2005 por los exmandatarios Vicente Fox, George W Bush y Paul Martin, al representar el Ejecutivo de los tres países saltándose olímpicamente a sus respectivos congresos. El ASPAN comprometió a Canadá, Estados Unidos y México a una integración en seguridad y energética. Así, el Ejecutivo se otorga facultades legislativas que no le competen, según la Carta Magna (artículo 89).

En 2002, al anunciar “las estrategias de seguridad de Estados Unidos”, Bush se adjudicó el derecho de actuar en todo el mundo para imponer la economía de mercado y garantizar la seguridad energética y atacar a quien considere una amenaza a sus intereses. El gobierno de Estados Unidos está empeñado no sólo en controlar nuestro petróleo sino también en integrar militarmente a México. Luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Washington creó el Comando Norte (el 1 de octubre de 2002).

Según documentos oficiales, se creó el Comando: “con el fin de proveer mando y control de los esfuerzos del Departamento de Defensa de Estados Unidos para la seguridad del territorio nacional y para coordinar el apoyo del Departamento de la Defensa a las autoridades civiles. Este organismo defiende el territorio nacional [sic] –protege a la población, el poder nacional y la libertad de acción. El Comando Norte se encuentra localizado en la base aérea Peterson, Colorado Springs, Colorado. El área de responsabilidad de Estados Unidos Comando Norte [mando combatiente unificado de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos].Incluye vías de acceso aéreo, terrestre y marítimas y abarca Estados Unidos continentales, Alaska, Canadá, México (sic) y las aguas hasta aproximadamente 500 millas náuticas. También incluye el Golfo de México y los estrechos de la Florida. Éste se consolida bajo un comando unificado de las misiones existentes que fueron ejecutadas previamente por otras organizaciones del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Esto provee unidad de comando, lo cual es crítico para realizar la misión.”

Esta medida busca claramente subordinar e integrar a las fuerzas de seguridad mexicanas bajo el mando unificado del Departamento Defensa de Estados Unidos. Cuando se anunció éste plan, el Ejército mexicano rechazó abiertamente su participación. El 2 de abril de 2002, el general Javier del Real Magallanes, subjefe operativo del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional de México, indicó que “el denominado Comando Norte no involucra al ejército nacional ni cambia la relación entre los dos países (BBC Mundo)”.

Pero Washington comenzó a considerar oficialmente a Canadá y a México no sólo como parte de su seguridad nacional, sino también de su territorio. Desde ese momento inició la integración de nuestro país a su área de seguridad, en otras palabras, propició el control militar directo de México para “salvaguardar la seguridad de Norteamérica”. En esas fechas hubo resistencia del Senado y el Ejército, y México se negó a integrarse formalmente al Comando Norte, lo que violaría nuestra Constitución y soberanía. Sin embargo, la “colaboración” se fue estrechando.

En 2005 aprobó el Acuerdo para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN) y continuó la insistencia de que México se uniera a “la lucha contra el terrorismo”. Pero en México no había terrorismo, y ese fue el principal argumento para evadir el compromiso de integración. Sin embargo, Washington sigue procurando sus objetivos paso a paso. Las presiones se intensificaron; en febrero de 2006, John Dimitri Negroponte, director de inteligencia de Estados Unidos, declara: “México junto con Haití se encuentra en la lista de países de alto riesgo, en cuanto a la penetración del narcotráfico y crimen organizado debido a la incapacidad del gobierno para combatir el clima de violencia e inseguridad patente en la frontera Norte, vulnerable a la penetración de terroristas”.

Antes de comenzar el gobierno de Felipe Calderón, en octubre de 2006 la administración Bush “mandó a Karen Tandy, administradora general de la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas (DEA), y a David Gaddis, jefe de la DEA, a reunirse con el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, yel embajador de México en el Reino Unido, Eduardo Medina Mora, para preparar el inicio de la “guerra”, que arrancó el 12 de diciembre de 2006, en Michoacán.

También en octubre de ese año se discutió el Plan México 2030, en el que el futuro gobierno planteó claramente el objetivo de la integración militar y la entrega de los recursos nacionales al vecino del Norte. Ya en 2007 se dio otro paso para la implementación de la ASPAN y la integración militar al acordarse la Iniciativa Mérida o Plan México, entre Bush y Calderón. El 22 de octubre de 2007 se anunció un financiamiento de 1 mil 400 millones de dólares bajo el concepto de “cooperación bilateral”. La iniciativa Mérida implica la integración del aparato de inteligencia mexicano a las agencias estadunidenses, que son quienes proporcionan los equipos de espionaje, armamento y mandan “capacitadores” que más bien son supervisores. Toda la información que compete a la seguridad interna de México se comparte sin límites con las agencias de seguridad de Estados Unidos. Precisamente con el mismo país que ha sido el que nos ha invadido tantas veces a lo largo de los siglos XIX y XX, que nos robó más de la mitad del territorio y que es el principal peligro para la soberanía nacional.

Casualmente el ascenso de matanzas y crímenes en México (en Michoacán, Tijuana, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Tamaulipas, Nuevo León, Guerrero) ha crecido a partir de que Fox y Calderón firmaron la integración en materia de seguridad y energética con George W Bush. Y desde el momento en que muy agresivamente Estados Unidos presiona a México para obligarlo a unirse a su “lucha contra el terrorismo”, ayudar en sus guerras imperiales e implementar medidas fascistas que nieguen las garantías individuales. A la colaboración de Fox, siguió el abierto sometimiento de Calderón (quien ante el presidente Barack Obama habló de “corresponsabilidad”).

En 2008 se intensificó el baño de sangre y coincide con la intención abierta de Calderón de privatizar Petróleos Mexicanos, al buscar crear un clima de pánico entre la población para ayudar a justificar la injerencia estadunidense en un México “ingobernable”: impulsar la militarización y medidas fascistas de control sobre la población para cerrar el paso al movimiento democrático que busca transformar nuestro país en un México soberano, en el que podamos vivir en bienestar, paz y seguridad. Un punto de quiebre fue el bombazo en Morelia durante el grito de Independencia del 15 de septiembre de 2008. En ese momento ya se podía hablar de “terrorismo” en México, pues el blanco fue la población civil.

A la semana siguiente, el lunes 23 de septiembre en una cena con la Foreign Policy Association, en Nueva York, Felipe Calderón señaló que “si Estados Unidos y México quieren ganar la guerra, deben trabajar juntos. Al día siguiente en la Organización de las Naciones Unidas habló del terrorismo e indicó que en el mundo actual hay desafíos que no reconocen fronteras. Así dio otro paso para la integración y subordinación militar de México ante Estados Unidos.

En el pasado México ha sido un país con una política propia que era capaz de oponerse a Washington: se negó a romper relaciones con Cuba, promovió el Tratado de Tlatelolco contra la proliferación de armas nucleares, se rehusó a colaborar en las invasiones a Corea y a la República Dominicana. Hoy, ante la situación mundial y de Latinoamérica, los planes geoestratégicos de Estados Unidos incluyen necesariamente el control total de México. Estados Unidos está en decadencia económica, en una crisis sin salida por lo que le urge imponerse por la vía militar. Su salida es la guerra y ahora luego de Irak y Afganistán, se lanzan contra Libia a través de laOrganización del Tratado Atlántico Norte, bombardean Pakistán y amenazan a Yemen, Siria e Irán.

Para sus planes de guerra necesitan, como nunca antes, adueñarse de nuestro espacio geoestratégico y de nuestro petróleo (Fox nos convirtió en el segundo proveedor de Estados Unidos), riquezas y población como plataforma para su lucha por la hegemonía mundial. En julio de 2008, luego de 58 años, Estados Unidos puso a funcionar la IV Flota Naval –que había actuado de 1943 a 1950 en el marco de la Segunda Guerra Mundial– que cuenta con armas nucleares, para enfrentar la oposición de Venezuela, Bolivia, Cuba, en Latinoamérica y aspira a implementar bases militares en México. En Colombia ya tiene siete bases.

Estados Unidos haría cualquier cosa para crear el clima en el que nos incluya en “la lucha contra el terrorismo” que le serviría de pretexto para intensificar su guerra por el imperio mundial. Así se las gastan, recordemos que Estados Unidos se caracteriza por realizar autoatentados con el objeto de iniciar las guerras que le convienen como sucedió con el hundimiento del acorazado Maine en Cuba, para iniciar la guerra contra España; las explosiones de minas en el Golfo de Tonkin en Vietnam, para escalar la intervención en ese país; el hundimiento del Potrero del Llano y el Faja de Oro en el Golfo de México para obligar al gobierno mexicano a integrarnos a la Segunda Guerra Mundial; y la caída de las Torres Gemelas en Nueva York dio pie a las guerras de Afganistan e Irak, que necesitaba para salir de la crisis del 2001.

En las últimas semanas se anunciaron públicamente hechos que aunque eran ya sabidos, no se les ha prestado atención. El escándalo lo detonó el artículo de Ginger Thompson, corresponsal del New York Times, el pasado 7 de agosto, quien revela la presencia en México de agentes de la Agencia Central de Inteligencia, la DEA y del Pentágono “en retiro” en una base militar en el Norte. Antes, el 10 de mayo pasado el director de la Iniciativa Mérida, el militar estadunidense Keith Mines anuncia la apertura de una base militar en Puebla, disfrazada como “Academia de Formación Policial”.

Es ahora cuando se pone atención al crimen de la integración militar con Estados Unidos cuando comenzó desde el 23 de marzo de 2005, en que Vicente Fox firmó con George W Bush el ASPAN y se intensificó con Obama en 2009 al aceptarse la apertura de la Oficina Binacional de Inteligencia, en Reforma 265, y la integración a las maniobras militares “Unitas” con la armada de Estados Unidos. La integración militar Estados Unidos-México se realiza luego de culminar la integración económica a través del TLCAN y la integración política que significó la subordinación de los gobiernos de Salinas, Zedillo, Fox y Calderón a las políticas de Washington, a nivel nacional e internacional. Ahora para fines prácticos ya estamos integrados en el Comando Norte. A fines de agosto pasado nuevamente The New York Times da a conocer la implementación de la Operación Boomerang en la que actúan fuerzas militares mexicanas en coordinación con el Comando Norte, para la seguridad norteamericana. Pero aclaran que “no son operaciones conjuntas” (sic).

Ya el 10 de mayo pasado se había anunciado la apertura en Los Encinos, San Salvador Chachapa, Puebla, de una “Academia de Formación Policial”, inaugurada por Keith Mines, un militar con 22 años de servicio y que viene de Afganistán, quien declara en la inauguración que en esa instalación en un terreno que era reserva ecológica que ahí actuarían directamente la Oficina Federal de Investigación, el Servicio Secreto de los Estados Unidos, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, Servicio de Investigación Criminal Naval y otras agencias. Ya sobrevuelan los cielos mexicanos los “drones” o aviones no tripulados y ya se anunciaron las “aduanas internas”, es decir, aduanas de Estados Unidos en territorio mexicano.

Vivimos de lleno un sistema neocolonialista en el que las riquezas de México están al servicio de las grandes corporaciones extranjeras. Ya se dio la concesión de tres campos maduros en Tabasco a empresas privadas que se adueñaran de porciones de territorio nacional que abarcan una superficie total de 312 kilómetros cuadrados, con una reserva de 207 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente, y se preparan para entregar otros campos maduros de la región Norte, Chicontepec y aguas profundas. En abierta violación a la Constitución.

En las últimas décadas, Washington impulsa políticas a través del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para desmantelar la soberanía económica y política de México. El TLCAN, significó la subordinación económica de México; el ASPAN, la subordinación política. El neoliberalismo lleva gradualmente a la desintegración de México, en beneficio de Estados Unidos. En éste contexto, la “guerra” contra las drogas –que inició el expresidente, Richard Nixon hace 40 años– es un pretexto para intervenir en los demás países, como lo demuestran Colombia y México y las extensiones de las redes criminales una consecuencia del neoliberalismo y la globalización salvaje que sufrimos. El aumento de la criminalidad se dispara en un primer momento en 1995, con la firma del TLCAN; y las matanzas, a partir de la firma de la ASPAN en 2005.

Han sido el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Acción Nacional los que conducen a México al desastre. Hace falta una fuerza que recupere el proyecto nacional, la soberanía y los derechos del pueblo. En éstos momentos la tarea central es derrotar al PRIAN y a sus aliados (Nueva Alianza, Partido Verde Ecologista de México, cúpula del Partido de la Revolución Democrática).

La promoción del voto nulo y la abstención, como se vio en el Estado de México, sólo ayuda al PRIAN. La crítica a “todos los políticos” y el desencanto y desmoralización solo ayuda a éste. Hoy la alternativa para acabar con el PRIAN la representa el Movimiento de Regeneración Nacional y Andrés Manuel López Obrador. Luego de la derrota del PRIAN será necesario que el pueblo implante las profundas transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales necesarias para el México del siglo XXI; la primera de todas, recuperar el pleno poderío económico, político y militar. Es responsabilidad social de todos los mexicanos entender ésta situación y buscar la solución al problema y amenazas que sufrimos y luchar para recuperar la soberanía y derechos. Esa es la condición necesaria para lograr el desarrollo, el bienestar y sobre todo la paz que anhelamos.

-Concesiones del poder o la rapiña calderonista(Álvaro Cepeda Neri)
El periodista (y académico de la Real Academia Española, en la España de los “indignados” contra el desempleo y los abusos del poder), Luis María Anson establece en su ensayo La prensa como contrapoder, contenido en el libro Contra el poder (varios autores, editorial Temas de Hoyy la Asociación de Escritores y Periodistas Independientes) que la prensa siempre debe criticar el ejercicio del poder autoritario y rapaz.
Precisamente, el periodista Francisco Cruz Jiménez, no deja de sorprender con su periodismo de investigación en sus libros: El cártel de Juárez; Tierra Narca; Negocios de familia: biografía no autorizada de Enrique Peña Nieto y el Grupo Atlacomulco, éste en coautoría con el escritor e investigador, Jorge Toribio Montiel.

Ahora publica el explosivo libro Las concesiones del poder: el tráfico de influencias que ha marcado al sexenio, sobre el presidente Felipe Calderón y su familia, la de su esposa, y de todo el grupo panista-calderonista. Es una investigación documentada y sustentada en la veracidad de la rapiña del calderonismo.

En 263 páginas de información condensada se indica que la suegra de Felipe Calderón “cariñosamente” lo llama pillo, además de entrelazar los cientos de de hechos que llenan la “voracidad” de éste: “Desde los primeros meses de la campaña de Calderón se presentaron evidencias sobre lo que sería su forma de gobernar: una espiral de beneficios al amparo del cuñadismo, del influyentismo, del corporativismo y de otros ismos de la pícara política mexicana. La sospecha salpica a todo tipo de personajes”. En primer lugar desde que Calderón (con el exsecretario de Gobernación, Juan CamiloMouriño y el presidente del Partido Acción Nacional, PAN, César Nava) fue designado por el expresidente Vicente Fox director de Banobras y secretario de Energía.

Con títulos como: “La mujer del presidente”; “Los rostros ocultos de Margarita y Felipe”; “Tráfico de influencias en la familia presidencial”; “Con el visto bueno de Calderón”; “Presidente de los pobres, amigos de los otros”; “Una modesta casita”; “Los depredadores”, y “La cueva del monstruo”, el autor desnuda al calderonismo, cuya cabeza son la primera dama, Margarita Zavala, y Felipe Calderón.

Le faltó un índice de nombres, aunque es fácil enlistarlo sobre la lectura que arrebata al lector quien, constantemente debe salir a respirar, ya que la corrupción calderonista parece superar a la foxista-martista.

Rapiña en la que se sumerge el PAN, desde que los Sahagún-Fox entregaron a Calderón 150 millones de pesos para sus “gastos” de campaña electoral, con el lema: “manos limpias”… y que terminó siendo “manos con ojos” para la corrupción.

Es un libro para llevar a juicio penal y político a Calderón (junto con su enemigo Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México).

La obra posee datos cuantitativos sobre cada pillería calderonista. Y es que en 12 años, los panistas superaron al perredismo chuchista-ebrardorista, y al salinismo y zedillismo. Al menos, Calderón es igual que los expresidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo. La investigación de este trabajo es un expediente de hechos sobre quien, como el presidente, cínicamente todo lo justifica con su frase “haiga sido, como haiga sido”.

-Calderón: barbas a remojar en el volcán árabe(Álvaro Cepeda Neri)
Dos estallidos sociales (y políticos) agudizan las metamorfosis de las manifestaciones en las calles, con visos de revueltas y anuncios de revoluciones. Uno de ellos, constituido por las crisis económicas en los diversos capitalismos, cuyas cúpulas financieras y empresariales practican el capitalismo salvaje con la punta de lanza del neoliberalismo económico, amparados por los gobernantes que arriesgan a sus Estados y los arrastran, incluso, al despeñadero de la ingobernabilidad por el malestar no atendido de sus sociedades. Esta desazón tiene lugar en Europa (Grecia, Italia, Irlanda, España, Francia, Portugal). La otra causa es la sorpresiva rebelión, casi revolución, en Túnez, Egipto, Libia, y Yemen; con síntomas de contagio en China, e Irán; rebeliones sangrientas en Irak, y Afganistán; choques de las dos Coreas; y la inestabilidad en las excolonias rusas.

Malos gobiernos políticos y económicos cierran el circuito con el cansancio de los pueblos frente a sus dictaduras, donde el factor común de todos ellos es el empobrecimiento masivo, la corrupción de las élites dirigentes públicas y privadas, la impunidad en la impartición de justicia y el entramado de leyes cuyas redes capturan a los ciudadanos para controlarlos. No es el “fantasma” del comunismo el que recorre al mundo (el inmortal documento de 1848; consultar la edición del historiador marxista, Eric Hobsbawm, El manifiesto comunista, Crítica-Grijalbo, 1998).

Lo que se pasea por el mundo capitalista y los resabios míticos del socialismo, que sitia a las democracias, monarquías constitucionales, dinastías tribales, presidencialismos y el resto de los caudillismos, es la respuesta violenta de los pueblos que soportan toda clase de explotaciones –no se diga la económica– y, hartos de las vías pacíficas, caen en cuenta de que en esos callejones cerrados por los autoritarismos no hay más salidas que las revueltas civiles, antesalas de revoluciones, para deshacerse de los malos gobernantes.

Y es que como no se van por su propio pie, como el presidente Felipe Calderón, entonces y por la falta de mecanismos constitucionales para destituirlos, no hay más opción que echarlos. Deshacerse de ellos o de él mediante revueltas-revoluciones, como sucede en el mapa de los árabes y en cuyo impetuoso estallido social debe poner a remojar sus barbas el panista (cómplice de las alianzas con los chuchos y asesorado por el expriísta Manuel Camacho Solís, traidor de Andrés Manuel López Obrador).

Los mexicanos tenemos ya un régimen de más de 10 años, que va para 12, y que con su militarismo Calderón quiere prolongar a 18 años al imponer su sucesor. Tenemos un mal gobierno, incapaz en políticas públicas económicas; torpe en su estrategia contra el narcotráfico que deja al país bañado en sangre y violencia (esto con Televisa y Tv Azteca con sus programas que promueven más terror) al acrecentar la ya de por sí atroz barbarie de la inseguridad nacional que provoca la intervención militar estadunidense (que ya lo hace con sus policías encubiertos, cónsules y el embajador Anthony Wayne).

Calderón debe poner a remojar sus barbas en el volcán árabe y no subestimar que el malestar social de la nación se desborda por el desempleo masivo, los salarios de hambre, alzas de precios privados y de bienes y servicios públicos. Más la impunidad de los ricos y multimillonarios, la compra de resoluciones judiciales, los más de 300 mil pesos que cobran sus empleados del primer nivel, el reparto de bonos, todo en un mar de corrupciones, de beneficios cupulares y del subconsumo generalizado en una crisis social, económica y política, donde las élites y sus directores desprecian al pueblo, entretenidos como están, en la disputa del poder presidencial, no muy lejos del volcán árabe que ejemplifica con revueltas-revoluciones contra los malos gobernantes.

-SE PUDRIÓ EL PAN (Ricardo Alemán)

- Fernando Larrazabal, un lastre que golpea a todos en el partido azul.

- Córdova, el mejor calificado, es satanizado por el PAN de Guanajuato.

La tragedia del Casino Royale en Monterrey —y su cauda de 52 muertes a manos del crimen organizado—, no sólo enlutó a la sociedad mexicana toda; no sólo mostró el tamaño del flagelo criminal, la vulnerabilidad social y la debilidad institucional. También permitió ver al tamaño de la crisis de confianza y credibilidad que vive el PAN.

Quedó exhibido que durante el gobierno de Vicente Fox se entregó no sólo el mayor número de permisos para casas de apuestas sino que, buena parte de los beneficiarios de esos “negocios” son grupos empresariales vinculados a ex funcionarios de la Secretaría de Gobernación —los que dieron los permisos y hoy regentean los negocios del juego—, y que se vinculan con gobiernos azules.

Y como todos saben, los casos emblema están en Monterrey y, claro, en Guanajuato. En pocas palabras, que la tragedia del casino en Monterrey también se convirtió en una tragedia político electoral para el Partido Acción Nacional.

No me voy, no me voy y…

Y es que a diez meses de la elección presidencial de julio de 2012, no hay peor “campaña” de imagen negativa para un partido político —como el PAN—, que la percepción social que produce un puñado de gobernantes transas, mentirosos y cínicos, como el caso de los hermanos Larrazabal, de Monterrey, y otros no menos transas, mentirosos y cínicos, como algunos políticos y empresarios vinculados al juego en el estado de Guanajuato.

Acaso por eso, la dirigencia nacional del PAN, los poderosos grupos empresariales de Nuevo León y, hasta la casa presidencial de Los Pinos, recomendaron a Fernando Larrazabal —el alcalde de Monterrey caído en desgracia—, que renunciara a su cargo.

El llamado lo formularon en todos los tonos y por todos los medios. Sin embargo, el alcalde pareció juguetear con las circunstancias y, al final de cuentas, decidió mantenerse en el cargo.

Y si bien el argumento que esgrimió Larrazabal para quedarse, parece sensato, lo cierto es que nada justifica lo que está a la vista de todos; el uso del poder municipal para fines personales, para beneficios privados.

Dijo el alcalde de Monterrey: “No puedo tomar una decisión que permita que la mentira, el chantaje y la perversidad triunfen”. ¿Qué quiere decir lo anterior?

Que según el alcalde regio, él y su hermano son víctimas de una perversión criminal que deben impedir.

Y pudiera tener razón. Pudiera ser cierto que el alcalde y su hermano son víctimas de un horroroso chantaje.

Sin embargo, lo que pocos creen —si no es que nadie—, es que debió ocurrir la tragedia, para que el alcalde y su hermano se percataran de ese chantaje.

Lo cierto es que por todas partes aparecen evidencias de que antes de “la perversa persecución del alcalde”, eran evidentes los negocios familiares de los Larrazabal con los dueños de los casinos.

Y esos negocios son un suculento manjar político electoral, para cualquier partido político opositor al PAN.

En realidad lo que no entendió el alcalde Fernando Larrazabal, es que al recomendarle que solicitara licencia de su cargo, lo que el gobierno federal intentó fue salvarle el pellejo.

¿Por qué?

Por eso, porque son muchos los indicios de que el escándalo de los Larrazabal puede escalar a niveles de tragedia político electoral, para el candidato presidencial azul que sea.

Eso es lo que nunca entendió Larrazabal, y lo que intentaron evitar en el CEN del PAN y en Los Pinos.

Y es que un hipotético escándalo de ese tamaño —como el de llevar a prisión al alcalde de la capital neoleonesa—, durante la selección del candidato presidencial azul, sería lo más parecido a un suicidio.

Y la razón es elemental. A estas alturas, la imagen de los hermanos Larrazabal es mucho más que un lastre para la imagen del PAN, de los candidatos presidenciales todos y, por supuesto, para el gobierno de Calderón. Y si recurrimos al “librito” de la clase política mexicana, resulta que “el lastre” se debe tirar al primer momento de crisis.

En rigor, la imagen de los hermanos Larrazabal es un factor poderosamente negativo para Santiago Creel, porque el escándalo de los casinos lo coloca en el centro del debate sobre la corrupción que han arrastrado esas casas de juego.

Es un escándalo y una imagen negra para el precandidato presidencial Ernesto Cordero, porque el alcalde regio, Fernando Larrazabal, se había convertido en su principal impulsor en Nuevo León, y jefe de su campaña en la poderosa y estratégica plaza de Monterrey.

Pero no sólo resulta una imagen negativa, sino destructiva para el saliente gobierno de Felipe Calderón, que en días recientes ha dado a conocer que en los últimos meses de su gestión se empeñará en trabajar para que el final de su sexenio sea reconocido como el de la lucha contra la corrupción.

Por eso los mensajes recurrentes a la corrupción descubierta en Monterrey.

Sin embargo, a Larrazabal no le importa ni el PAN ni Felipe Calderón y menos los negativos para Ernesto Cordero.

Al alcalde de Nuevo León le importa su propia imagen y cuidar su salida del gobierno, a riesgo de que el gobierno federal inicie una persecución en su contra.

Y Guanajuato apesta

Pero la crisis que vive el PAN en Monterrey llegó a Guanajuato, en donde se vive una doble crisis político electoral.

Y es que también en julio de 2012 se renovará el gobierno de Guanajuato, en donde el escándalo de los casinos podría tener su propia narrativa, y en donde sólo es cuestión de tiempo para que aparezca una cloaca por el escandaloso endeudamiento del gobierno saliente.

Y es que en Guanajuato se vivirá una doble sucesión; la presidencial y la local. En el primer caso, el gobernador Juan Manuel Oliva —igual que operó Fernando Larrazabal—, abrazó la causa presidencial de Ernesto Cordero, y hasta le arrimó más de 30 mil votos de militantes y adherentes. Al mismo tiempo, el gobernador se ha convertido en el principal enemigo político del ex secretario de Salud, José Ángel Córdova, quien salió del gabinete con una nada despreciable calificación de propios y extraños.

El doctor Córdova no sólo es considerado como uno de los mejores secretarios de Salud, sino como uno de los mejores integrantes del gabinete de Felipe Calderón. A pesar de esas calificaciones de excelencia, el grupo político del gobernador Oliva, ha dicho a propios y extraños que no dejará pasar al doctor Córdova, como candidato del PAN al gobierno de Guanajuato. ¿La razón?

Que a Oliva no le importa que Guanajuato sea gobernado por el mejor candidato. Le importa cuidarse las espaldas. Por eso empuja a un mediocre secretario de su gabinete. ¿Qué tal con el PAN?

-FRENTES POLÍTICOS
No se van, no se van y no se van. Están fallando las negociones entre el gobierno capitalino, Gobernación, un representante del Congreso y el SME. El Zócalo también estará invadido el 15 y 16 de septiembre —salvo un milagrito de San Miguel Hidalgo— no habría Desfile Militar por primera vez en muchos años. Dicen los electricistas que, si acaso, permitirán “una verbena popular”, moviendo las carpas chicas a la zona pavimentada y dejando las grandes “por si llueve o nos pega mucho el sol”, advirtió Martín Esparza. ¡Viva México, ca…!._

Será por eso que la administración encabezada por Marcelo Ebrard ya está pensando en el “plan B” para evitar fricciones entre los integrantes del SME y los asistentes al Zócalo la noche del 15, y buscan una sede alterna para la verbena popular. Lo mismo está evaluando el equipo de Los Pinos, ya que se trata de impedir que la ceremonia del Grito sea boicoteada por los electricistas. Aunque todavía hay confianza de que las negociaciones puedan prosperar, sobre todo porque la imagen de los muchachos de Martín Esparza podría verse todavía más desprestigiada por impedir el tradicional desfile militar por las calles del primer cuadro. _

Tras lamentar la decisión del alcalde de Monterrey, Fernando Larrazabal, de no pedir licencia temporal mientras se investiga el atentado al Casino Royale y los presuntos casos de corrupción en su administración, el líder nacional del PAN, Gustavo Madero, aseguró que la próxima semana el Comité Ejecutivo Nacional evaluará el futuro del munícipe, quien según Madero, dejó ir la oportunidad de “fortalecer al PAN en esta lucha”, refiriéndose al combate al crimen organizado. ¿Será que Larrazabal dejará de vestirse de azul?._

Y el que sí está listo es Ernesto Cordero, quien tras dejar la Secretaría de Hacienda, encabezará este domingo un encuentro con panistas capitalinos en la sede del partido en el Distrito Federal, en lo que será su primer evento oficial como suspirante albiazul a la candidatura presidencial del PAN. Cordero busca abarcar el mayor terreno para acortar distancias con Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel, quienes lo aventajan en las preferencias._

Ante empresarios, el secretario de Gobernación, Francisco Blake, aseguró que es obligación del Estado brindar seguridad, que esto no es optativo y que todas las autoridades cuentan con una estrategia clara y precisa. Durante el encuentro, el encargado de la política interna del país, reiteró a los representantes de la Coparmex y el CCE los avances logrados por la administración federal en materia de seguridad pública, derechos humanos y juicios de amparo. Ojalá que los empresarios estén más tranquilos después de la reunión, sobre todo tras las reclamaciones del sector por la falta de garantías para invertir en México._

Durante el sexenio de Felipe Calderón, la guerra contra el crimen organizado ha cobrado la vida de 174 personas que eran servidores públicos o políticos. Los mandos policiacos son los que han registrado un mayor número de bajas, con 83; mientras que 32 alcaldes han muerto en 14 estados de la República y otros más han tenido que dejar sus domicilios para proteger su integridad. Entre los aspirantes a puestos de elección popular, suman cinco, siendo el más destacado el de Roberto Torre Cantú, candidato a la gubernatura de Tamaulipas._

-CAMPOS ELÍSEOS(Katia D' Artigues)
En el corcho

Una década ya de los atentados terroristas contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono de Estados Unidos, un día que cambió al mundo. Hoy, pese a la muerte del líder de Al-Qaeda, Osama bin Laden, la amenaza continúa… incluso hasta para México. ¿O no acaba de decir Guillermo Valdés en su discurso de salida del Cisen que en México había una “eventual amenaza terrorista islámica”?

Es verdad: el 11 de septiembre cambió al mundo. No fue sólo la muerte de cerca de 3 mil personas y el inicio de una guerra de billones de dólares en Afganistán, lanzada por George Walker Bush; la desconfianza en el otro-ciudadano por su apariencia y excepciones a las libertades civiles… sino la pérdida de la “seguridad” en su territorio de parte de la (aún) superpotencia mundial.

Diez años después del 9/11 el gobierno de Barack Obama está en alerta máxima, ante una amenaza de que hoy nuevamente sean blanco de un ataque. En la llamada Zona Cero se inaugurarán monumentos en memoria de los fallecidos.

MARTES 13

En París, la UNESCO inicia un encuentro de ONG defensoras del derecho a la información y de organismos internacionales, que analizarán la difícil situación que viven los periodistas en todo el mundo.

De acuerdo con cifras de ese organismo, en la última década han sido asesinados, en todo el mundo, 500 periodistas.

En nuestro país, así está el panorama: los números de la CNDH indican que del año 2000 al 1 de septiembre pasado, 74 periodistas habían sido asesinados. Para Reporteros Sin Fronteras son 80; esta organización determinó en 2010 a México como el segundo país más peligroso para ejercer el periodismo tras Paquistán e Irak, ambas naciones —formalmente, pues— en guerra.

Tan sólo en lo que va del año, la cifra era de ocho periodistas asesinados, entre ellos María Marcela Yarce y Rocío González Trápaga.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, vía la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, condenó estos crímenes, así como los registrados en Veracruz, Nuevo León, Sinaloa, Guerrero, Chihuahua y Coahuila.

En agosto pasado, la Sociedad Interamericana de Prensa, a través de su presidente, Gonzalo Marroquín, ubicó a México como el país más peligroso en Latinoamérica para ejercer el periodismo. Este organismo criticó severamente la labor realizada por la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión… que sí, dicen que existe.

JUEVES 15

Finaliza el sexenio de Enrique Peña Nieto en el Estado de México. A partir de ahora aceptará lo evidente: que sí quiere ser candidato presidencial.

Habrá que ver cómo será su lanzamiento —y las señales que esto traerá consigo— después de que tome unos días de vacaciones.

Ya con Peña —el indiscutible puntero de todas las encuestas— en (no) campaña veremos de qué manera esto potencializa todo el proceso dentro de su partido… y de los demás.

En el PRI ya está el jaloneo: los peñistas quieren un candidato de “unidad” (es decir, él mismo) y no ponerse a discutir cosas como proyectos, porque, dice el mismo Peña, ya está “en la Constitución” (sí, esa tan múltiplemente violada). Por otro lado, están los beltronistas que insisten en que primero debe haber un proyecto y luego… un candidato.

Esperemos a ver a cómo Peña integra su equipo de campaña, que todo parece indicar será liderado por Luis Videgaray. Será interesante ver el uso que harán de las redes sociales, donde tienen a una experta que se ha asesorado con la agencia Blue State Digital, que le hizo la campaña a Barack Obama. Se llama Alejandra Lagunes Soto, quien, curiosamente, trabajó un tiempo en Televisa.

Esta semana:

DOMINGO 11 Se cumplen 38 años del golpe de Estado contra Salvador Allende. *El Dalai Lama da la conferencia Afilando la mente y nutriendo al corazón a integrantes del SNTE. *Elecciones generales en Guatemala para: presidente, vicepresidente y diputados. *Organizaciones convocan a una marcha, 11 a.m, del Ángel de la Independencia a Gobernación para exigir el esclarecimiento del asesinato de las periodistas Marcela Yarce y Rocío González Trápaga.

LUNES 12 En el Senado se espera el informe de Pemex sobre la deuda adquirida… para comprar acciones de la petrolera española Repsol. *La Secretaría de Salud definirá si levanta la alerta sanitaria emitida por el brote de sarampión, primera prueba para Salomón Chertorivsky. *En Casa Vallarta (Guadalajara, Jalisco) se inaugura la exposición Los Grandes Festejos del Centenario, organizada por la U de G y el Museo del Estanquillo-Colecciones Carlos Monsiváis. *Final de Miss Universo en Brasil. *Se lanza al mercado mexicano el portal de internet Netflix (rentar series de tv y películas). *En el DF se realiza el seminario para periodistas Política de drogas en América Latina, organizado previo a la III Conferencia Latinoamericana sobre Política de Drogas.

MARTES 13 La OCDE presenta el estudio Panorama de la educación 2011 e Indicadores de desempleo, en París. *Aniversario de la Defensa de los Niños Héroes. *Inicia el 66º periodo de sesiones de la ONU en Nueva York y “¿Te has preguntado alguna vez qué se siente ser el secretario general de la ONU?” es la pregunta con la que ese organismo invita a un debate en vivo con Ban Ki-moon. Igual que con la edición mexicana de “Pregúntale al Presidente”, las preguntas se enviarán vía internet, Twitter y Facebook. *En el DF inicia la III Conferencia Latinoamericana y I Conferencia Mexicana sobre Política de Drogas.

MIÉRCOLES 14 Se lleva a cabo el Panel de Alto Nivel Empoderamiento económico de las mujeres que convoca el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en México. Participarán Bruno Ferrari, secretario de Economía; Helen Clark (PNUD), María del Rocío García Gaytán (Inmujeres), y Gabriela Hernández (General Electric México). Moderará Rossana Fuentes-Berain. *En Monterrey, se inaugura la exposición La mirada invisible, integrada por material de fotógrafos ciegos. La sede es la Fototeca local.

JUEVES 15 Se cumplen 201 años del Grito de Dolores. *La Caravana por la Paz hará una ceremonia en San Cristóbal de las Casas y Acteal, Chiapas. *Se cumplen tres años del granadazo en El Grito en Morelia, Mich. *Día Internacional de la Democracia. *Eruviel Ávila rinde protesta como nuevo gobernador del Estado de México.

VIERNES 16 Se cumplen 101 años del inicio de la Independencia… ¿Y la Estela de Luz? *Un día como hoy, pero de 1939, nace el Partido Acción Nacional. *Eruviel Ávila toma posesión como gobernador del Estado de México

-Bajo la Lupa (Alfredo Jalife-Rahme)

Diez años antes y después al 11/9: de la unipolaridad a la multipolaridad

Si se toma como punto fijo de inflexión los polémicos atentados del 11/9 y se vislumbran tanto los 10 años previos como los 10 posteriores, en un abordaje geoestratégico se aprecia la travesía de Estados Unidos (EU) del mundo unipolar al presente mundo multipolar (aún balbuceante).

El 11/9 alteró dramáticamente tanto la política doméstica de EU (“Seguridad del Hogar”, muralla de la ignominia en la transfrontera mexicana salpicada del Plan Mérida; la inminente incrustación al Comando Norte, etcétera) como la exterior: “guerra preventiva” de los neoconservadores straussianos ligados al Proyecto por un Nuevo (sic) Siglo Estadunidense (PNAC, por sus siglas en inglés), eminentemente israelocéntrico, que reclamaba “un nuevo (sic) Pearl Habor”, un “evento catalizador catastrófico” (¿habrá sido ello el 11/9?).

En 1991, 10 años antes del 11/9, EU se consolida como la superpotencia unipolar mediante cuatro hechos: 1) disolución de la URSS, 2) guerra en los Balcanes con el fin de aniquilar definitivamente a Rusia y avanzar tanto a la OTAN como a la Unión Europea a las entrañas del Transcáucaso y del mar Caspio (pletórico en hidrocarburos), 3) primera guerra contra Irak y 4) implementación de la desregulada globalización financierista con el fin de capturar las joyas estratégicas del planeta (ver El lado oscuro de la globalización, descargable gratuitamente en www.alfredojalife.com).

Sin enemigos al frente –mientras Rusia agonizaba y China todavía ni siquiera era admitida a la disfuncional OMC–, EU triunfaba militarmente en los Balcanes y en su primera guerra contra Irak (con abundantes hidrocarburos) y desplegaba su neoliberalismo global con pocas resistencias en la periferia.

La unipolaridad sentaba sus reales en ese lapso apotéosico, sucesora del fenecido orden mundial de la bipolaridad nuclear que había durado 46 años, y se trasmutaba en un ominoso financierismo global que conseguía los mismos objetivos geoestratégicos que las triunfales invasiones militares.

La desregulada globalización financierista, engendro de la unipolaridad, exhibió sus limitaciones con la quiebra de LTCM, firma especulativa de “derivados financieros” manejada por dos premios Nobel (¡para lo que sirven!) y el mayor “árbitro” de bonos del mundo.

Debido a la opacidad del sistema financiero israelí-anglosajón (ver Bajo la Lupa, 7/9/11) todavía no se exhuma el monto real de la quiebra de LTCM, lo cual, a mi juicio, exhibió la lenta agonía financierista de EU a partir de 1998.

Como la URSS, su enemigo desparecido siete años antes, EU iniciaba su lenta implosión en el silencio y el ocultamiento de sus cifras.

No es gratuito que en ese lapso hayan pululado una serie de ultrabélicas publicaciones disuasivas: El choque de las civilizaciones, de Samuel Huntington; La próxima guerra, de Caspar Weinberger (con prólogo de Maggie Thatcher); Una ruptura limpia (sic): una estrategia para garantizar el reino (en alusión paleobíblica a Israel), del “grupo PNAC”, etcétera.

Si se acepta la hipótesis operativa del suceso seminal de la quiebra de LTCM, ergo, el punto de inflexión del 11/9 era inevitable.

Si Osama Bin Laden (anterior operador de la CIA en Afganistán contra la URSS en la década de 1980), no hubiese existido con las huestes de Al Qaeda el 11/9, entonces habría que haberlos inventado para las imperativas necesidades narrativas de la propaganda de la superpotencia unipolar, con un cáncer maligno financierista en su seno que todavía no expandía sus metástasis, obligada por las circunstancias a capturar militarmente las joyas estratégicas de Afganistán e Irak.

En mi libro Los 11 frentes antes y después del 11/9: la guerra multidimensional (también descargable gratuitamente) evoco cómo las crisis financieras de EU (quiebra de LTCM, estallido de la “burbuja Internet” Nasdaq en 2000, disolución de la gasera texana Enron, bajo el paraguas bushiano) y de sus satélites (desfonde neoliberal en Argentina) desembocan ineluctablemente en que el 11/9 haya sido un auto-atentado y/o perpetrado por los operadores jihadistas de la CIA; da igual cuando el resultado es el mismo: la ultramilitarización global de la superpotencia unipolar herida de muerte financierista que requiere de las pócimas de hidrocarburos del Medio Oriente para intentar rellenar sus agujeros negros contables y, de paso, impedir su libre acceso a China e India.

Sea quien fuere el “autor intelectual” del derrumbe de las torres gemelas (conste que siempre he pertenecido al campo de los asépticamente escépticos, como Santo Tomás), sin contar la extraña implosión de la tercera torre por la tarde y sin aviones –además de que varios de los indiciados en las fotos montadas del FBI están vivos en cierto país del Medio Oriente–, en términos rigurosamente objetivos, el 11/9 desemboca en la doble invasión de la OTAN a Afganistán, dos meses después, y a Irak (la segunda guerra del nepotismo de los Bush), 18 meses más tarde.

En contraste con los 10 años triunfantes previos al 11/9, la década posterior no fue exitosa: la dupla anglosajona se empantana en Afganistán (rebosante de litio y metales raros) ni puede capturar los hidrocarburos de Irak donde la superpotencia unipolar es derrotada por las patrióticas guerrillas islámicas (de la confesión de sus militares y estrategas).

Un año después de la fallida invasión anglosajona a Irak, en la primavera de 2004, emerge el barómetro del nuevo orden mundial: derrumbe del dólar, inversamente proporcional al ascenso irresistible del oro/plata y el petróleo/gas.

Durante la invasión anglosajona a Irak en la primavera del 2003, el oro andaba en 200 dólares la onza, hoy, 10 años después al 11/9, ha roto la barrera de los mil 900. El alza espectacular de la plata (de la que México es el primer productor “estéril” mundial porque nada se queda aquí) ha sido similar. El petróleo oscilaba entonces entre 8 y 20 dólares el barril y hoy se ubica en 111 (en la variedad Brent).

Sin contar la derrota de Georgia –apuntalada por EU, Gran Bretaña e Israel–, en Osetia del Sur (Transcáucaso), aplastada por Rusia que ya había resucitado entre los muertos gracias al alza notable de los hidrocarburos, ya no se diga, las dos debacles de Israel (la única potencia nuclear, además de clandestina, del Medio Oriente) frente a dos guerrillas islámicas en Líbano (Hezbolá) y Gaza (Hamas), ¿cuáles fueron las consecuencias de las dos derrotas humillantes de EU en Afganistán e Irak, dos engendros del 11/9? Pues el advenimiento de los BRIC y el incipiente nuevo orden multipolar.

Diez años más tarde al 11/9, la crisis financierista de EU, muy bien ocultada y que detonó desde la quiebra de LTCM en 1998, se ha acentuado a los dos lados del Atlántico (doble crisis del dólar y el euro) cuando la desregulada globalización financierista neoliberal del G-7 (y sus caricaturas tropicales) se encuentra a la deriva.

Visto estrictamente con una mirada geostratégica de 20 años, el 11/9 fue un accidente y/o una iatrogenia y/o un obstáculo y/o una coartada que no pudo alterar “el orden natural de las cosas”, como solían explicar juiciosamente los clásicos griegos.

La anormalidad no fue el 11/9, sino la unipolaridad del aberrante orden mundial que retorna a su equilibrio con la multipolaridad que pregonan los BRIC.

-Las virtudes cardinales y los misterios hacendarios(Rolando Cordera Campos)

La turbulencia ocupa el lugar de la displicencia con la que el gobierno encaró la primera fase de la crisis en 2009, pero el cambio de términos no permite esperar que haya un cambio de forma y fondo en la política económica para lo que resta del año y el que viene. Por desconcertante que pueda parecer a cada vez más, de la academia y la crítica a la empresa acosada por la caída anunciada y la ya vivida, el mundillo oficial quiere mantener la pauta de paradojas cada vez más grotescas e incongruentes que nos ha traído adonde estamos, sea en la política normal”, sea en la conducción de la economía.

En el caso de la primera, pocos antecedentes hay de enfrentamientos tan inopinados, cuanto inesperados, como los que ha promovido el Presidente con los partidos, el Congreso de la Unión y el Poder Judicial. En la segunda, muchos parecían haberse acostumbrado al reino de la verdad consagrada por un supuesto pensamiento único, pero lo cierto es que cada vez son menos los dispuestos a seguir con una liturgia fútil.

La rebaja en las expectativas de crecimiento para este y el próximo año, adoptada como posición gubernamental desde hace unas semanas, no ha llevado a los responsables a, por lo menos, asumir como un escenario probable un decaimiento mayor, resultado de un declive más pronunciado que el actual en la economía estadunidense. Más bien, sea en el plano de la política cambiaria, sea en el de la asignación presupuestal, frente a la pérdida de dinamismo o la creciente probabilidad de una nueva recesión se nos receta un recatado más de lo mismo, amparado en los supuestos éxitos logrados en 2009, que habrían permitido un adecuado tránsito del receso a la recuperación.

El que tal recuperación no haya alcanzado ni para volver a los niveles de actividad, producción y empleo de 2008 no inmuta a los ponentes de la política fiscal y monetaria. Para ellos, desde los laberintos de Hacienda y los sótanos del Banco dd México, todo cambio implica riesgos innecesarios o lleva a caer en una curiosa irresponsabilidad, para cuya calificación se usan criterios incógnitos o meras repeticiones rutinarias de libros de texto, cuya actualidad está en entredicho en todas partes, salvo en los recuerdos de los arrojados guardianes de una ortodoxia ridícula.

Vista en la perspectiva de un agravamiento de la coyuntura actual, la mentada irresponsabilidad más bien tendrá que quedar en la cancha del gobierno federal y de quienes, en el Congreso y en los gobiernos de los estados, decidan acompañarlo sin chistar o contentarse con las migajas de un presupuesto impresentable. La austeridad mal entendida, porque no se asumen con claridad sus costos sociales ni la injusticia de su reparto, puede incurrir en faltas mayores, personales y éticas, pero también políticas y de orden legal, y hasta constitucional.

La honestidad intelectual es otro recurso visitado una y otra vez por los susodichos ponentes. Responsabilidad quiere decir en esta auténtica neolengua aferrarse al dogma del déficit cero, y honestidad debe significar apego irrestricto a un canon cuya validez analítica y conceptual, en realidad, no fue nunca compartida por todos, incluso en la rígida academia estadunidense.

La cuestión es que el mundo da vueltas y sus crisis han traído consigo enseñanzas dolorosas hasta para quienes ven las virtudes mencionadas como cardinales, inmutables y lineales. Negarse a reconocer esas lecciones no sólo contribuye a hacer de la disciplina económica una disciplina “avergonzada”, como la llamara Lord Skidelsky; lleva también a poner entre comillas la responsabilidad pública y la honestidad intelectual de sus postulantes.

Allá cada quien con sus creencias y adherencias mentales. Lo que no puede seguir aceptándose como si fuera una chiquillada es que estos dogmas se mantengan como criterios de evaluación para diseñar y decidir en materia de las responsabilidades, éstas sí constitucionales, que el Estado está obligado a cumplir.

Aquí sí estamos en el terreno de la mayor responsabilidad política, más grave aún, si se puede, si se toma en cuenta lo que irremediablemente viene con la disputa por el poder más descarnada que hayamos vivido. Y no hay que olvidar el viejo apotegma de la economía y la política clásicas: tanto peca el que mata la vaca…