Mientras en 2006 la SSP federal tenía 375 empresas de seguridad registradas, este año suman 758
La ola de violencia ha provocado un "boom" en el negocio de la seguridad privada, que en los últimos cinco años ha crecido 50 por ciento y ya representa el 2 por ciento del PIB, según estimaciones del propio sector.
"Yo calculo que (el ramo ha crecido) como un 50 por ciento. El incremento se ha venido dando desde 2006, cuando se incrementa la guerra al narco", dijo Arnulfo Garibo, presidente de la Confederación Nacional de Empresarios de Seguridad Privada y Similares de los Servicios del Ramo.
Este crecimiento se ha visto reflejado en el aumento de las empresas de seguridad registradas ante la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, de las cuales, en 2006, había 375, mientras que este año suman 758.
En tanto, en el caso de los escoltas, de acuerdo con la Sociedad Mexicana de Guardaespaldas, estos han pasado de 8 mil en 2006 a 20 mil este año.
El gasto de empresas y particulares en seguridad privada ha ido subiendo año con año, pues en 2007 fue de mil 381.4 millones de pesos; en 2008, de mil 495.5 millones, y en 2009, de 3 mil 339.8 millones, señala una investigación del Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Seguridad.
Enrique Tapia Padilla, presidente de ASIS Capítulo México, asociación que agrupa a profesionales de la seguridad, indicó que la industria ha tenido un crecimiento paulatino desde principios de la década de los 90, pero se acentuó durante la llamada guerra contra el narcotráfico.
"El crecimiento se ha dado en todos los rubros, tanto de tecnología como blindaje. Ninguno se está quedando atrás. Anteriormente, por ejemplo, la gente no invertía en un carro blindado, y ahora lo están haciendo. Antes la gente no invertía en una barda perimetral, y ahora ya lo están haciendo", dijo.
La SSP federal tiene registradas actualmente 68 empresas dedicadas al blindaje, las cuales, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Blindadores de Automóviles, acorazaron el año pasado 2 mil vehículos y han tenido un crecimiento del 10 por ciento.
Garibo señaló que el crecimiento de la industria ha tenido repercusiones en otros sectores empresariales.
"Se calcula, de acuerdo a un estudio de la Canacar, la Cámara Nacional de Transporte de Carga, que del 2006 para acá los empresarios del transporte de carga han invertido un 15 por ciento de sus utilidades en la protección a mercancías", dijo.
Otras áreas que han crecido son el uso de sensores o etiquetas electrónicas para productos de venta en tiendas de autoservicio, la instalación de alarmas y el uso de circuitos cerrados de televisión.
"Dentro del sector de la seguridad privada el que más ha crecido es el de la vigilancia en los fraccionamientos, los condominios, unidades habitacionales, oficinas. (Estamos hablando) de casetas, entradas, control de accesos, control de vehículos, salida de mercancía", indicó Garibo.
Gigi Agassini, gerente regional de ventas de Axis Communications (cámaras IP), y Héctor Enrique Carbajal, representante de ventas de Tyco-ADT (seguridad electrónica integral), coincidieron en que la demanda de productos se centra en los estados del norte del País, donde hay violencia exacerbada asociada al crimen organizado.
Explicaron que si bien los principales compradores siguen siendo las empresas privadas y los gobiernos, cada vez más la población se interesa por medidas de seguridad en sus casas y negocios, tales como cámaras de vigilancia, alarmas y puertas electrónicas.
"Increíblemente donde ha crecido mucho (la demanda) es en la parte residencial. Hoy la gente está muy preocupada por tener sus casas vigiladas y monitoreadas", señaló Agassini.
Fuente: Reforma
La ola de violencia ha provocado un "boom" en el negocio de la seguridad privada, que en los últimos cinco años ha crecido 50 por ciento y ya representa el 2 por ciento del PIB, según estimaciones del propio sector.
"Yo calculo que (el ramo ha crecido) como un 50 por ciento. El incremento se ha venido dando desde 2006, cuando se incrementa la guerra al narco", dijo Arnulfo Garibo, presidente de la Confederación Nacional de Empresarios de Seguridad Privada y Similares de los Servicios del Ramo.
Este crecimiento se ha visto reflejado en el aumento de las empresas de seguridad registradas ante la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, de las cuales, en 2006, había 375, mientras que este año suman 758.
En tanto, en el caso de los escoltas, de acuerdo con la Sociedad Mexicana de Guardaespaldas, estos han pasado de 8 mil en 2006 a 20 mil este año.
El gasto de empresas y particulares en seguridad privada ha ido subiendo año con año, pues en 2007 fue de mil 381.4 millones de pesos; en 2008, de mil 495.5 millones, y en 2009, de 3 mil 339.8 millones, señala una investigación del Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Seguridad.
Enrique Tapia Padilla, presidente de ASIS Capítulo México, asociación que agrupa a profesionales de la seguridad, indicó que la industria ha tenido un crecimiento paulatino desde principios de la década de los 90, pero se acentuó durante la llamada guerra contra el narcotráfico.
"El crecimiento se ha dado en todos los rubros, tanto de tecnología como blindaje. Ninguno se está quedando atrás. Anteriormente, por ejemplo, la gente no invertía en un carro blindado, y ahora lo están haciendo. Antes la gente no invertía en una barda perimetral, y ahora ya lo están haciendo", dijo.
La SSP federal tiene registradas actualmente 68 empresas dedicadas al blindaje, las cuales, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Blindadores de Automóviles, acorazaron el año pasado 2 mil vehículos y han tenido un crecimiento del 10 por ciento.
Garibo señaló que el crecimiento de la industria ha tenido repercusiones en otros sectores empresariales.
"Se calcula, de acuerdo a un estudio de la Canacar, la Cámara Nacional de Transporte de Carga, que del 2006 para acá los empresarios del transporte de carga han invertido un 15 por ciento de sus utilidades en la protección a mercancías", dijo.
Otras áreas que han crecido son el uso de sensores o etiquetas electrónicas para productos de venta en tiendas de autoservicio, la instalación de alarmas y el uso de circuitos cerrados de televisión.
"Dentro del sector de la seguridad privada el que más ha crecido es el de la vigilancia en los fraccionamientos, los condominios, unidades habitacionales, oficinas. (Estamos hablando) de casetas, entradas, control de accesos, control de vehículos, salida de mercancía", indicó Garibo.
Gigi Agassini, gerente regional de ventas de Axis Communications (cámaras IP), y Héctor Enrique Carbajal, representante de ventas de Tyco-ADT (seguridad electrónica integral), coincidieron en que la demanda de productos se centra en los estados del norte del País, donde hay violencia exacerbada asociada al crimen organizado.
Explicaron que si bien los principales compradores siguen siendo las empresas privadas y los gobiernos, cada vez más la población se interesa por medidas de seguridad en sus casas y negocios, tales como cámaras de vigilancia, alarmas y puertas electrónicas.
"Increíblemente donde ha crecido mucho (la demanda) es en la parte residencial. Hoy la gente está muy preocupada por tener sus casas vigiladas y monitoreadas", señaló Agassini.
Fuente: Reforma
