Washington. Senadores demócratas y republicanos prometieron este martes trabajar por una solución para los jóvenes migrantes conocidos como dreamers, en la primera audiencia desde que el presidente Donald Trump anunció el fin de un programa federal que les protege de la deportación.
Un funcionario del gobierno dijo que los jóvenes migrantes son buenos para el país y que Trump quisiera que el Congreso encontrara una solución que les permitiese ganar residencia permanente en Estados Unidos.
"Ellos son beneficiosos para este país”, dijo en la audiencia Michael Dougherty, secretario asistente en el Departamento de Seguridad Nacional.
Pero resaltando los retos en el camino, la audiencia de la comisión judicial del Senado tuvo a senadores republicanos demandando un incremento de la seguridad fronteriza como parte de cualquier acuerdo y los demócratas enfocados en los problemas de los casi 800 mil dreamers.
El jefe de la Comisión Judicial del Senado, el republicano Chuck Grassley, inició la audiencia diciendo que el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) creado por el presidente Barack Obama era inconstitucional.
El DACA brinda protección temporal de la deportación y da permisos de trabajo a unos 800 mil jóvenes migrantes que llegaron de niños a Estados Unidos, ya sea porque sus padres entraron sin permiso al país o porque se quedaron una vez que expiraron sus visas.
Cuando Trump dijo el mes pasado que iba a eliminar el programa le dio al Congreso seis meses para encontrar una solución. Si no hay una para marzo, los permisos de trabajo de los migrantes comenzarían a expirar y ellos serían sujetos a deportación, dijeron funcionarios del gobierno, mientras decenas de dreamers presenciaban la sesión.
"Crear una solución legislativa es lo apropiado, pero hay una advertencia”, afirmó el senador republicano John Cornyn, que era parte de un grupo de sus correligionarios que cenaron con Trump el lunes.
"Antes de proveer estatus legales a esos jóvenes tenemos que garantizar y recuperar la confianza pública de que somos serios a la hora de hacer cumplir la ley y proteger nuestra frontera”, dijo.
La senadora demócrata Dianne Feinstein, de California, donde viven grandes cantidades de jóvenes migrantes, respondió que “esos jóvenes no deberían ser balones políticos”.
"Esos jóvenes han depositado su confianza en el gobierno federal y han hecho todo lo que se les ha pedido. Cuentan con que nosotros dejemos a un lado el partidismo y encontremos una solución al problema”, señaló.
Grassley indicó que “todos sentimos empatía con los jóvenes que vinieron aquí sin que fuera su culpa”. Dijo que es hora de encontrar un “sendero hacia el consenso”.
Fuente: La Jornada