El Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) informó que se invirtieron 11.8 millones de dólares en la obra, la cual abarca 1.35 millas, poco más de 2 kilómetros.
El muro está ubicado en el área de la ciudad de Sunland Park, Nuevo México, y la Colonia Anapra, en Ciudad Juárez, aproximadamente 9.33 kilómetros al este del Puerto Fronterizo Jerónimo-Santa Teresa.
La sección mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) detalló que se sustituyó la antigua valla fronteriza por un muro de postes verticales de acero de 5.50 metros de altura, con sección cuadrada de 6×6 pulgadas y una separación de 4 pulgadas entre cada poste.
La cerca reemplazada fue instalada en la década de los 90 y se debilitó por el clima y la arena.
“Esta área abarca el límite internacional y se considera un área de encuentro de alto riesgo”, indicó Roger Maier, vocero de CBP en El Paso, Texas.
Ramiro Cordero, vocero de la Patrulla Fronteriza en el sector de El Paso, Texas, comentó que la estructura quedó colocada en su totalidad en los recientes días.
“Estamos en toques finales”, dijo Cordero.
En un recorrido se observó que la barrera está concluida, y el personal sólo ultima detalles en el área, entre ellos de limpieza y retiro de maquinaria.
Niños de la zona, que solían acudir con los trabajadores a realizar mandados para ganarse unos dólares, comentaron que ahora se quedarán sin ese ingreso que los ayudaba un poco en la escuela.
Un menor de 11 años, quien cursa el sexto grado de primaria, comentó que, por lo general, iba después de salir de clases para ver qué querían los constructores, la mayoría de origen mexicano, que les comprara en tiendas cercanas.
“Les traigo sodas, a veces me dan dólares o a veces pesos”, detalló.
Algunos, incluso, encontraron la manera de contribuir con la economía familiar al vender comida a los empleados.
Ese es el caso de dos estudiantes de secundaria, que se suben al muro y conviven con los trabajadores, a quienes les venden “gorditas”.
“Vendemos gorditas aquí de lunes a viernes, las de chicharrón 12, y rojo y verde en 8 pesos”, señaló uno de los jóvenes.
La obra de reforzamiento inició a mediados de 2016, durante la administración del entonces Presidente Barack Obama.
“Ese muro no va a servir de nada, los migrantes lo van a cruzar”, expresó un habitante del lugar.
Y es que la barrera desaparece en las montañas que circundan la Montaña de Cristo Rey, donde se unen los estados de Nuevo México, Texas y Chihuahua.
“Es una barrera natural hasta ahorita”, dijo Ramiro Cordero, de la Patrulla Fronteriza.
Sin embargo, el área es vigilada con alta tecnología, que incluye sensores y cámaras.
Para Cordero, la valla de acero no frena la migración indocumentada, sino que da tiempo a los agentes para intervenir.
“Y obviamente pues en zonas como ese tipo, rocallosas, tenemos todo el tiempo del mundo para responder”, indicó el vocero.
Aunque los migrantes le den la vuelta al muro, la corporación los ubica con su equipo tecnológico.
“Hay cámaras en otro de los cerros, del otro lado, que los está viendo ahí, que si se activa un sensor, pues van a obviamente, van a apuntar las cámaras varias y van a sacar a flote a los que anden caminando ahí”, expuso Cordero.
“Hablan del muro, hablan de la reja (…) la gente dice ‘no, pues, es que lo están haciendo para frenar la gente’; no frena el tráfico, simplemente los despacia (sic) para que nosotros podamos responder con más efectividad.
“Si antes de que estuviera ahí la reja te tomaba tres segundos cruzar sin ser detectado, ahora te va a tomar tres minutos, lo cual nos da mejor tiempo para responder a nosotros”, explicó.
El vocero de la Patrulla Fronteriza calculó que es una milla y media, aproximadamente unos 2 kilómetros y medio, la zona que carece de barrera en el cerro.
“No existe malla en el cerro, pero existe tecnología”, recalcó.
Ejemplificó que con los sensores, tanto sísmicos, infrarrojos y magnéticos, pueden identificar cuando alguien intenta ingresar a territorio norteamericano.
“Todos estos al momento de activarse mandan una señal a un sistema de copeo (sic) de nosotros”, anotó.
Cada sensor tiene una identificación, por lo que al enviar una señal los oficiales encargados del área saben dónde está el equipo e implementan un operativo.
El sector de El Paso cuenta con aproximadamente 181 millas de infraestructura, de las cuales 87 se ubican en el área de El Paso-Juárez, de acuerdo con la Patrulla Fronteriza.
Fuente: Reforma