TIXTLA.- El Gobernador Ángel Aguirre tuvo que salir de las instalaciones del nuevo hospital comunitario de esta localidad a bordo de su camioneta y escoltado por policías antimotines para evadir la protesta de un grupo de estudiantes que exigían un decreto para la creación de una universidad indígena.
El Mandatario estatal junto con la titular de la Secretaría de Salud, Mercedes Juan López y el director del Seguro Popular, Gabriel O Shea, inauguraron este hospital comunitario que los gobiernos federal y estatal tardaron más de tres años en construir.
El costo de construir y equipar el edificio fue de 20 millones de pesos.
Cuando la Secretaria de Salud, Mercedes Juan López, hacía uso de la palabra, un grupo de jóvenes desplegaron una manta donde se exigía la firma del decreto para la creación de la Universidad Autónoma Latinoamericana Caribeña de Ciencias y Artes (UALCA).
El asesor del Gobernador, Humberto Salgado, habló con los inconformes, quienes prefirieron salirse del patio del hospital y colocarse en plantón afuera de la reja del estacionamiento.
"Aquí tiene que pasar el Gobernador y nos tiene que escuchar", dijo uno de los muchachos.
Sin embargo, Aguirre, no quiso recibirlos y ordenó que la policía antimotines se colocara afuera de la reja para darle paso a la camioneta en que saldría.
Así, protegido por los policías, Aguirre salió y cuando pasaba frente al grupo de los manifestantes bajó la ventanilla y les dijo: "luego nos vemos".
Desde hace tres semanas, profesores y estudiantes de la UALCA, mantienen un plantón en las instalaciones de la Comisión de Derechos Humanos de Guerrero, en Chilpancingo, en espera de una reunión con Aguirre.
Fuente: Reforma| Jesús Guerrero
