El miércoles 5 de junio se cumplen cuatro años de la muerte de 25 niñas y 24 niños en la #GuarderíaABC de Hermosillo, Sonora. Este nuevo aniversario de un horroroso crimen de Estado, aún impune, nos pone, como individuos y como nación, ante una disyuntiva: continuar “aplastados e indiferentes”, como dice que estamos y con razón Lorenzo Meyer o recuperar la memoria, la dignidad y la fuerza para hacer valer nuestros derechos, para defender a nuestros hijos, para que se haga justicia en este país herido, saqueado, tantas veces burlado y siempre por los mismos.
Hace ya unos meses que todas las iniciativas para que las y los ciudadanos salgan a la calle a manifestarse masivamente han fracasado. Han podido más el desencanto, el acomodo y la indiferencia. El régimen, de la mano como siempre de la tv, se ha anotado un éxito rotundo al descalificar la protesta social y avanzar incluso hacia su criminalización.
Hoy es “mal visto” alzar la voz, marchar, protestar. Pareciera que nuestra obligación es aceptar sin más los abusos del poder. Callar, obedecer y ponerse a trabajar sin chistar es la máxima que los opinadores de la radio y la tv nos tratan de imponer cada día. Su prédica, un bombardeo inclemente, se sintoniza con el discurso gubernamental de lo “exitoso” y “competitivo” que puede ser nuestro país si Peña Nieto logra que todas sus reformas sean aprobadas.
En las redes sociales grupos de sicarios virtuales, al servicio del poder, han tratado, en las últimas semanas, de amedrentar a las madres y padres coraje de la #GuarderíaABC. Sus cuentas de Twitter han sido objeto de ataques y se les han hechos las más soeces y brutales amenazas. Ellas y ellos no ceden, no se rinden y trabajan para que este aniversario, en distintas ciudades del país, se escuche con fuerza su reclamo de justicia.
Toca a nosotros decidir si los dejamos solos o si multiplicamos con acciones ciudadanas ese reclamo. Si nos ponemos al servicio de su causa y al hacerlo actuamos no solo en defensa de sus 25 hijas y sus 24 hijos muertos y los más de 100 lesionados, sino en defensa de nuestros propios hijos, en defensa de nosotros mismos.
Porque la pregunta es, y habremos de responderla este miércoles, si permitiremos que en este país la corrupción, el nepotismo, la negligencia criminal del régimen continúen o si les ponemos un alto saliendo a las calles, alzando la voz. Y se lo ponemos nosotros las ciudadanas y los ciudadanos, los agraviados, las víctimas de este sistema que no es, ni siquiera, capaz de cuidar a sus niños.
El reclamo de justicia de las madres y padres coraje de la #GuarderíaABC entraña, debemos entenderlo, no solo la cárcel y el castigo para los responsables, sino la transformación profunda de este país, el fin de un régimen en el que las canonjías de unos pocos, la corrupción institucionalizada, el nepotismo son de tal magnitud que conducen a la muerte de 49 niñas y niños a la hora de la siesta en una guardería subrogada por el Estado.
Es vital que este miércoles esos que tienen poder de convocatoria, las actrices y actores, los líderes de opinión presten ese poder a las madres y padres de #GuarderíaABC. Que pongan sus rostros, su prestigio al servicio de esta causa y aumentando exponencialmente su visibilidad agiten, conmuevan el corazón de esos millones de mexicanos que toleran mansamente el aplastamiento.
No es asunto de partidos y de movimientos, aunque toca a los militantes de estos sumarse a esta iniciativa. Es asunto nuestro, de todos. Tampoco se trata de esperar a que la tv, que es de unos cuantos, nos convoque, sino de valernos de las redes sociales que son de todos nosotros, que están en nuestras manos, para organizarnos, para salir a la calle, para hacerle ver al poder que sus abusos son intolerables, que no estamos dormidos.
Proponemos para este 5 de junio una marcha solemne, grave, un cortejo fúnebre que, acompasado por un toque de muertos, avance portando 25 banderas rosas por las niñas y 24 banderas azules por los niños, seguidas por una procesión de 49 fotos gigantes de las víctimas en manos de personajes que la gente reconoce y aprecia y que los medios, especialmente la tv, se verán obligados a retratar.
Proponemos que el contingente ciudadano escolte, formando vallas a lo largo de la marcha, a esta descubierta ceremonia y que otro contingente la siga en silencio. Proponemos una marcha que conmueva a una ciudad, a un país, que sea registrada por los medios extranjeros y acompañe, a la distancia, a esos que en Hermosillo enderezan sus pasos, siguiendo a las madres y los padres de los niños muertos hasta la bodega donde unos criminales permitieron la instalación y otros operaron esa trampa mortal: la #GuarderíaABC.
¿Cuántos estaremos ahí, en el Ángel, el 4 por la noche para la #VigiliaABC y el pase de lista? ¿Cuántos nos daremos cita el 5 a las cinco en el mismo Ángel de la Independencia para ser parte de esta #MarchaSolemnedelos49? No lo sé. Solo de nosotros depende; por eso pido, amiga, amigo lector, que haga suya la convocatoria, que la multiplique. Se lo debemos a esas niñas y niños. A nuestros propios hijos.
Fuente: Milenio
