Caminos y Puentes Federales ha sido históricamente un ejemplo de opacidad y un hervidero de corrupción. El intencional descontrol administrativo ha permitido la disponibilidad de sus imprecisos ingresos para fines diversos a los del buen mantenimiento y la mejoría de las redes carreteras, convirtiendo así sus jugosas casetas de cobro en virtuales cajas chicas utilizables a discreción por los operadores directos y por toda la escala de políticos implicados en el tema. Además de esa disponibilidad del flujo en efectivo (con todo y los candados que colocan los mismos que tienen las llaves), Capufe ha sido una fuente constante de negocios amañados, en la mejor tradición del contubernio rentable entre políticos y empresarios.
El reciente deslave de un tramo de la carretera federal que va de Querétaro a la ciudad de México, con siete muertos y una larga afectación del tráfico vehicular, ha vuelto a poner sobre la mesa la urgencia de revisar los procedimientos de Capufe, transparentar sus ingresos, contratos y convenios e invertir eficazmente en su destino natural los fondos recaudados. Ha agravado la percepción de que en Capufe sólo se simulan atención y modernidad el saber que, casi seis horas antes de que se produjera el deslave mencionado, un usuario de Twitter, Ricardo Miranda (@rickros_1), envió desde su cuenta el siguiente mensaje: “@CAPUFE" entre el kilómetro 75 y 74 de la carretera Querétaro México esta a punto de desgajar tramó del cerro hacia el carril de baja”.
Nadie le hizo caso. Ni siquiera tuvo respuesta a su comunicado, como sí sucede con otros tuiteros que preguntan asuntos de más fácil atención. Horas después, entre los kilómetros 74 y 70, en un tramo correspondiente al municipio de Tepeji del Río, Hidalgo, se produjo el desgajamiento o desmoronamiento anunciado. Casi un día después de que su alerta no fue atendida, el propio Miranda volvió a tuitear: “@CAPUFE" Lamento que se haya ignorado el mensaje y mas la pérdida de tantas vidas. Luz a todos sus familiares”.
Durante el primer priísmo, las historias de corrupción en Capufe eran versión corriente pero con la llegada de la alternancia de blanco y azul la voracidad de los nuevos empoderados pareció peor. En 2007, por ejemplo, Manuel Zubiría Maqueo, quien fue el director de Capufe durante la administración del esposo de la señora Marta, fue inhabilitado por 11 años para ocupar cargos públicos y se le impuso una sanción de 42.2 millones de pesos por haber autorizado el pago de una indemnización improcedente a una empresa constructora. Otros cinco ex funcionarios del ramo fueron castigados en diversas proporciones por el mismo asunto. Calderón, por su parte, nombró a Humberto Treviño Landois, un panista norteño al que en 2008 convirtió en subsecretario de comunicaciones y transportes, entregando el asunto de los caminos y puentes a Tarcisio Rodríguez, un panista jalisciense, perteneciente al grupo de Francisco Ramírez Acuña, quien cerró este tramo de intimidad política supliendo en 2011 a Roberto Gil en la secretaría particular de Los Pinos.
En la misma línea de amiguismo por encima de conocimientos técnicos y especialidad en el ramo, Peña Nieto ha nombrado como director de Capufe a Benito Neme Sastré, su compadre y amigo, quien es hijo del difunto ex gobernador tabasqueño Salvador Neme y hermano del actual secretario de seguridad ciudadana del estado de México, también llamado Salvador. En el diario tabasqueño La Verdad del Sureste puede leerse lo siguiente: El romance del ex gobernador mexiquense con la actriz Angélica Rivera trascendió a la opinión pública en el 2008, cuando ambos asistieron tomados del brazo a la ceremonia religiosa del bautizo del niño Salvador Neme Giordano, hijo de Benito Neme y de Alejandra Giordano, en el estado de México. Peña Nieto fue el padrino del bautizado y Rivera su nueva novia. Esto sucedió el 6 de septiembre de 2008 (http://bit.ly/14Zu28Q ).
El director de Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos es abogado por la UNAM, con maestría en la Universidad de Houston y, en la oleada electoral peñista, ingresó a los consejos políticos priístas de Tabasco y el nacional. Pero su encargo sustancial fue de coordinador jurídico de la campaña presidencial. Es decir, el responsable de coordinar la defensa y el ataque, en términos legales, de lo que Peña Nieto hizo como candidato (un dato extra, en el confuso panorama tabasqueño actual: los Neme impulsaron a Jesús Alí para que fuera candidato priísta a gobernador y lograron que desde la ciudad de México fuera cerrado el paso a esa postulación a Humberto Mayans y a Luis Felipe Graham. Es decir, Peña Nieto y sus amigos tomaron el control de una candidatura, la de Alí, que habría de perder sin estruendo frente a Arturo Núñez).
A fin de cuentas, Capufe forma parte del esquema generalizado de control de los rubros sustanciales de la administración pública por parte de mexiquenses por nacimiento, adopción o vinculación política, pues es un organismo público descentralizado correspondiente al ámbito de la secretaría de comunicaciones y transportes que ocupa Gerardo Ruiz Esparza, quien ejerció esas mismas funciones durante el sexenio peñista en el estado de México. Por lo pronto, los caminos y puentes federales de México siguen en las mismas, como en el primer priísmo, en la alternancia panista y en esta segunda etapa nada corregida y muy aumentada.
En tanto, las expectativas de reforma electoral arrancan entre confusión dado que las directivas partidistas, arregladas en el Pacto por México, han iniciado trabajos para definir sus propuestas (ayer, en un acto con la presencia del secretario de gobernación), mientras los coordinadores de los senadores del PAN y el PRD, Ernesto Cordero y Miguel Barbosa, respectivamente, anunciaron que el mes en puerta harán lo propio. En ese contexto, el calderonista Cordero fue destapado como candidato a la presidencia nacional del PAN, para competir con Gustavo Madero y los que se acumulen... Y, mientras ayer era despedido José María Pérez Gay, un abrazo solidario a Lilia Rossbach, ¡hasta mañana!
Fuente: La Jornada | Julio Hernández López