Para efectos escenográficos y mercantiles, Gustavo Madero está jugando mejor que Jesús Zambrano. Aun cuando ambos contribuyeron sustancialmente al éxito del Pacto por México, el panista ha tomado de inmediato la oportunidad de deslinde que ha brindado el Chayogate jarocho, retomando un aire de opositor que los Chuchos perredistas no han podido reasignarse con prontitud y buen porte. A remolque, el PRD presentará hoy, junto con el PAN, una demanda de juicio político contra Rosario Robles, según anunció el coordinador de los diputados panistas, Luis Alberto Villarreal, es decir, con el blanquiazul como principal impulsor y vocero.
Madero necesita recomponer la figura para aspirar a que lo vuelvan a elegir presidente nacional panista. Alejándose de la mesa de trabajos del citado Pacto, y concediendo a la comisión política de su partido la fijación de la postura a asumir ante la complicidad pinolera respecto a las andanzas electorales de la secretaria Robles, el chihuahuense trata de atenuar la beligerancia del segmento calderonista que le ha declarado la guerra interna por haberse convertido en un seguro servidor del peñismo. Ese calderonismo acechante trata de negociar impunidad para el sicario, perdón, becario de Harvard, y su circulito íntimo más susceptible de encarcelamiento (Marisela Morales y Genaro García Luna, en primer lugar), así que estos jaloneos teatrales (retirarse de la mesa del PxM, no asistir a la presentación de la propuesta de reforma financiera) podrán disolverse en cuanto las negociaciones aparezcan y triunfen.
Zambrano se ha conformado con la emisión de algunas declaraciones simples, superficiales. Él no busca que lo vuelvan a elegir, pero es posible que los Chuchos traten de instalar de nuevo a Jesús Ortega como dirigente provisional cuando al sinaloense le toque retirarse del cargo y en tanto se resuelve el destino del sol azteca en tiempos del peñismo, con Marcelo Ebrard como aspirante a conducir un proceso de renovación profunda (con la vista puesta en ser un candidato presidencial competitivo en 2018), los Chuchos como grupo dominante de la estructura de negro y amarillo que creen posible seguir adelante sin alianzas internas y con el apoyo retributivo de EPN por el PxM, y Andrés Manuel López Obrador a la espera de las divisiones y contradicciones perredistas que cree que acabarán en la nueva cuenta partidista, Morena.
José Murat como partero del Pacto por México y Rosario Robles como sepulturera. El oaxaqueño construyó para Peña Nieto un turbio instrumento de negociacion entre cúpulas partidistas que ha permitido al mexiquense navegar sus primeros meses en el poder sin las tormentas anunciadas y con una insólita concertación operativa entre directivas de partidos y bancadas legislativas. Pero la ex jefa del gobierno capitalino ha llevado a Peña Nieto a despojarse con rapidez y crudeza de la máscara de la modernidad y la pluralidad.
Al más puro estilo Atlacomulco, el actual ocupante de Los Pinos ha tenido que salir al foro para reivindicar como propias las tretas de adulteración electoral que con vigor pedagógico fueron desmenuzadas en territorio veracruzano en días pasados y difundidas en audio y video por el panismo yunista en guerra con la dupla Fidel y Fidel, perdón, Fidel y Duarte (por cierto, el gobernador formal del estado ha hecho una extraña defensa del Chayogate, que en realidad es una aceptación de culpas y una especie de consuelo tricolor ante males de blanco y azul: con Fox y Calderón, el PAN politizó programas y no pasó nada: Duarte http://bit.ly/126P9EV ).
RR se está convirtiendo en una Reina Midas al revés: todo lo que toca lo va convirtiendo en calamidad. En el Distrito Federal, por ejemplo, hubo turbulencias por la decisión de Miguel Ángel Mancera de recibir a Robles para una sesión en la que junto con cuatro jefes delegacionales se analizaría la manera en que Pepe Tenedor le entrará al pastel electoral chilango. La dirigencia del PRD-DF, de la que Mancera se mantiene distante, expresó su preocupación porque ese encuentro con la ex jefa de gobierno pudiera ir en contra del posicionamiento del sol azteca que estaría pidiendo juicio político en San Lázaro contra la misma invitada de honor en las oficinas del Zócalo de la ciudad de México. Abrir las puertas del DF a la Cruzada contra el Hambre sería abrirle las puertas electorales al PRI, según algunos dirigentes perredistas.
En Michoacán, tal como era previsible, el congreso del estado designó gobernador provisional a Jesús Reyna, quien desde la secretaría de gobierno venía fungiendo virtualmente desde el principio de la actual administración como gobernador de facto ante el siempre difícil estado de salud de Fausto Vallejo. Este primer nombramiento es por tres meses, pero podría darse un segundo, por un periodo similar. A pesar de los graves problemas de inseguridad pública, con algunos de los cárteles locales imponiendo su ley, como ha sucedido escandalosamente en la Apatzingán paralizada por órdenes de los capos, el PRI prefiere seguir dosificando el cuadro clínico de Vallejo, al que usó como candidato y al que sigue manteniendo en el poder formal con la esperanza de acomodar tiempos y circunstancias para no perder el poder en esa convulsa entidad.
El rector de la UNAM ha dicho: No se atrevan a saquear el patrimonio de la nación, pero sus palabras no se dirigían a la clase política y empresarial que largamente ha hecho esto, sino a los jóvenes encapuchados que en una confusa acción entraron violentamente a la Torre de Rectoría y se mantienen allí, obstruyendo el trabajo institucional. José Narro ha consignado los hechos a la procuraduría federal de justicia y ha dejado a ésta, encabezada por Jesús Murillo Karam, la valoración de lo que deba hacerse, incluido el desalojo por la fuerza de los inconformes.
Y, mientras Molotov ha respondido a lo publicado aquí sobre la cancelación de su concierto en Mérida el mismo día de la boda Salinas-Paleta (tres tuits que pueden leerse en Julio Astillero, en Facebook), ¡hasta mañana!
Fuente: La Jornada | Julio Hernández López