lunes, 1 de abril de 2013

Fichas en juego. Presionan al casino. Profes en ebullición. Rebanadas en el IFE

Los apostadores del casino Pacto por México presionan a la casa para que otorgue más bonos y prestaciones a quienes han decidido entrarle a tan peculiar negocio de riesgo. Cumplida la primera fase del arreglo, los concurrentes al juego político hacen ver cuán difícil puede ser la consecución del segundo tramo, que incluye temas sólo aparentemente menores en comparación con los grandes rubros puestos en la ruleta más vistosa (educación y telecomunicaciones y, por venir, energéticos, hacendarios y financieros).

Resulta que el priísmo va degradando sus aires de reformismo en los bueyes del compadre a la hora de entrar a zonas que ya no afectarán nada más a poderes fácticos, a los que el neocesarismo desea realinear políticamente mediante un nuevo reparto de rebanadas del pastel, sino que impactarían a ese autoritarismo restaurado: transparencia, tema en el cual el binomio EPN-PRI tiene clara vocación regresiva, bien dispuesto a obstruir los mecanismos de acceso público a datos del ejercicio gubernamental; el endeudamiento de los estados, tema delicado por cuanto varios de los gobernadores priístas hicieron malabares presupuestales para tener más recursos, mediante la contratación desbocada de préstamos luego volátiles, y así ayudar a la campaña de quien ahora lo menos que les debe es reciprocidad protectora, y las propuestas anticorrupción que obviamente irían, de ser eficaces y estrictas, contra el ADN político del partido en el poder.

Por lo pronto, el panista Juan Molinar Horcasitas (convertido ahora en presunto prócer reformador, a pesar de su imborrable corresponsabilidad en el caso de la guardería ABC) ha hecho saber que el multicitado Pacto pasa por una etapa crítica y que es necesario reformular mecanismos y objetivos. El PAN vive una guerra interna entre los calderonistas, desplazados de los arreglos con Peña Nieto por Gustavo Madero, y los opositores al inquieto becario bélico. Ernesto Cordero, como presidente de la mesa directiva de la cámara de senadores, advirtió ayer que los próximos 30 días (los últimos del actual periodo ordinario de sesiones del poder legislativo federal) serán complejos, con mucho debate para alcanzar consensos.

Por lo pronto, el actual ocupante de la presidencia rotatoria del consejo rector del Pacto por México, Jesús Zambrano, ha convocado hoy a conferencia de prensa. Estarán con él los dirigentes del PAN, Gustavo Madero, y del PRI, César Camacho. En el sol azteca, uno de sus segmentos impugna la participación en el mencionado Pacto, pero hasta ahora pareciera más un jaloneo en busca de compartir bonos, para que no sea solamente la corriente de Los Chuchos la que se lleve las mayores ganancias.

Los gobernadores de Oaxaca y Guerrero no han podido trasladar el optimismo federal en materia de reformas educativas a la realidad específica de sus entidades. Condicionados por la fuerza de las secciones sindicales que largamente se han confrontado con los mandos estatales y con las directrices de orden nacional (tanto las del gobierno federal en sí como las provenientes del cacicazgo gordillista ahora derrocado), Gabino Cué y Ángel Aguirre parecieran incapaces de sostener la línea peñista, que ha creído posible imponer la reforma Televisa en asuntos educativos sin resistencia, añorando la tersura conseguida en los arreglos de élite del Pacto por México.

Las batallas hasta ahora libradas en Oaxaca y Guerrero (faltan las de Michoacán y el Distrito Federal) muestran la terca realidad que el modernismo pactista pretende modificar desde el centro y sin atender lo específico de cada lugar. Más allá de la corrupción institucionalizada del SNTE tradicional se han desarrollado en varias regiones movimientos independientes que han llegado a constituirse en factores fundamentales de la gobernabilidad local, con una enorme y cíclica capacidad de manifestación pública. Cué y Aguirre tienen enfrente múltiples problemas no resueltos y un constante desasosiego social que pareciera estar en espera de chispa que prenda la pradera, y por ello les resulta más difícil intentar actos de mano dura contra el reto de los mentores.

En ese contexto, no les será fácil a esos mandatarios aplicar a rajatabla la nueva doctrina magisterial enriquista sin generar más turbulencias en sus ámbitos de por sí bastante movidos. Ayer, en asamblea, los profesores de Oaxaca rechazaron la propuesta de reforma que Cué les había presentado, así que éste deberá decidir si la presenta al congreso local por sí mismo y sin acuerdo con los profesores, y en Chilpancingo los directivos de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) se reunirán hoy con el gobernador Aguirre Rivero, merced a una intercesión del subsecretario de confianza de EPN en Gobernación, Luis Miranda. La agenda incluye la concentración de miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) el próximo jueves, en el DF, para estar atentos al resultado de las negociaciones que se realizarán con Gobernación y la SEP y con la advertencia de que convocarán a un paro nacional si el desenlace les parece adverso.

El escenario tahuresco se completa con el inicio, también hoy, del proceso de entrevistas a aspirantes a la plaza de consejero del IFE que dejó Sergio García Ramírez, luego del burdo pero contundente servicio que prestó a Peña Nieto y su campaña presidencial a la hora de votar para desechar el expediente Mónex. A pesar de que previamente se había excusado de participar en esas votaciones, pues reconocía tener relación de amistad con involucrados en el tema, García Ramírez intervino en el momento definitorio para aprobar con su sufragio, confesamente marcado por un conflicto de intereses, la exoneración del partido de tres colores. Los apostadores partidistas buscarán arreglarse en esta primera plaza disponible, la dejada por García Ramírez, para completar el reparto en octubre, con cuatro consejerías más que quedarán disponibles. Y, mientras EPN promulga hoy la nueva ley de amparo, ¡hasta mañana, ya con el DF de vuelta a su abarrotada realidad!





Fuente: La Jornada | Julio Hernández López