domingo, 21 de abril de 2013

Con el mercurio en la petroquímica privatizada, hasta el envenenamiento: Antonio Gershenson

Se ha llevado a cabo recientemente, con la publicación más reciente el 7 de abril, un amplio estudio, especialmente de la dispersión y de los efectos del mercurio, sobre todo en Coatzacoalcos.

El equipo que llevó a cabo los estudios es amplio y notorio. De origen local, el doctor Lorenzo Bozada, de Ecología y Desarrollo Sostenible en Coatzacoalcos; Centro de Análisis y Acción en Técnicos y sus Alternativas (CAATA) y Red de la Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en México, AC (RAPAM).

Participa también en el estudio Arnika, ONG, de la República Checa, que coordina el grupo internacional IPEN sobre metales pesados. Participaron también con apoyo financiero los gobiernos de Suecia y de Suiza.

Aunque también se estudian los daños en el río Coatzacoalcos de varias especies de peces, debemos concentrarnos, en este caso, en el daño causado en humanos.

Las muestras tomadas en numerosas personas en varias zonas de Coatzacoalcos, en ella no es posible evaluar el daño causado por cada caso en las personas. No hay una red médica que lo permita. Entonces, los daños causado en los efectos con el mercurio se toman de La evolución mundial del mercurio, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), a través de la atmósfera, agua, sedimentos, suelos, y organismos como a través de peces hasta el ser humano.

El mercurio liberado puede tener efectos neurológicos irreversibles en el desarrollo del feto, ya que este metal puede traspasar la placenta, y también afectar a recién nacidos y a niños pequeños, afectando la leche, el hígado, el corazón y los riñones. Y así.

En estudios del propio PNUMA no se pudieron precisar fuentes importantes de mercurio como el monómero de cloruro de vinilo, la producción de metales no ferrosos, la extracción y transporte de petróleo y gas y la incineración de desechos peligrosos.

Siguen estudiándose convenios en el PNUMA para controlar el mercurio y sus efectos.

En 2009, el Consejo de Administración del PNUMA se reunió para tomar varias medidas para evitar problemas con el mercurio. En el presente estudio se determinaron las concentraciones de mercurio en el cabello de residentes en la zona de la zona Coatzacoalcos–Minatitlán, en este caso en el complejo químico e industria petroquímica.

En este caso hubo dos fuentes principales detectadas. Una es la planta de cloro–álcali, es Industrias Químicas del Istmo, SA (IQUISA), parte de la empresa Cydsa.

Otro caso es la refinería Lázaro Cárdenas, de Pemex. En ese caso con su historia, no se han encontrado fuentes de mercurio detectables, a diferencia de empresas privadas.

En el complejo petroquímico Pajaritos, que ha sido fuente de un proceso de privatización, hay una quema de residuos de monómetros de cloruro de vinilo (caso mencionado en estudios del PNUMA, más arriba).

Otras fuentes de posible contaminación por mercurio en la zona son las industrias químicas privadas establecidas dentro de los complejos petroquímicos (Pajaritos, Cangrejera y Morelos), los hospitales regionales y los crematorios.

En abril de 2012, Ecología y Desarrollo Sostenible en Coatzacoalcos, AC, realizó un muestreo humano. Se tomaron 22 muestras de cabello de residentes en el área de la industria química y petroquímica de Coatzacoalcos-Minatitlán, para el presente estudio, el cual se publica el pasado 7 de abril.

Conforme a los resultados, la concentración promedio de mercurio en el total de las 22 muestras de cabello, fue de más de 1.7 veces más alta que la dosis de referencia de 1 parte por millón (ppm) establecida por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (1997).

Cerca de las tres cuartas partes de las muestras (16 de 22) tuvieron concentraciones superiores, y eran de dos grupos: los que comían pescado, y los adultos que trabajaban en empresas ubicadas en el Complejo de Pajaritos y que tenían exposiciones al mercurio.

Otros contaminantes en el terreno de empresas privadas: partículas suspendidas, anhídrido sulfuroso, benceno y tolueno. Y hay más empresas y más contaminantes.

Algunas conclusiones propias. Si la muestra es de 22, y la de más amolados por el mercurio es de 16, la población representada por la muestra, no se diga. Ya hemos hablado de la reducción de producción de trasnacionales a las que se privilegia, como Burgos. Ahora vemos lo que se puede esperar también de las empresas privadas, petroquímicas en proceso de privatización o con la intención oficial de hacerlo con más empresas: envenenamiento en mayor escala.




Fuente. La Jornada