Como ocurrió en el estado de México, la empresa Silvaform ganó una licitación del Servicio de Administración Tributaria (SAT) mediante una convocatoria hecha a su medida, de acuerdo con empresarios y con documentos en poder de REFORMA.
La dependencia adjudicó a esa empresa el contrato para que le proveyera formas impresas, aunque lo pagó a un precio 9.5 veces más que lo propuesto por otros concursantes.
La licitación pública número LA-006E00001-N56-2011 requería de un servicio de impresión de 6 millones 300 mil comunicados masivos para contribuyentes.
Sin embargo, un requisito imprescindible sólo lo podía cumplir la empresa que ganó: era acreditar la experiencia mínima de un año por un servicio similar al organismo contratante.
Para ello debían adjuntar una copia simple de tres contratos o pedidos celebrados entre 2007 y 2010 similares en monto y prestación de servicio al requerido por el SAT.
Además, las técnicas solicitadas de la licitación señalan que el papel para los documentos debía incluir un adhesivo de goma seca activada por presión, para poder doblar y sellar los comunicados en forma de sobre.
Según el fallo de la licitación del 23 de agosto de 2011, Silvaform S. A. de C. V. fue la única de las 3 empresas que se presentaron al concurso que cumplió con los requisitos para ganar la licitación.
REFORMA publicó la semana pasada que esta misma compañía ganó sendas licitaciones en el Estado de México, mismas que fueron canceladas al revelarse que las bases del concurso público había sido hecha a modo, es decir, con requisitos que sólo ella podía cumplir.
En el caso del SAT, Silvaform vendió cada forma impresa a un precio de 7.49 pesos, que multiplicado por el total requerido por el SAT, suma la cantidad de 47 millones 187 mil pesos.
En contraste, una de las empresas perdedoras, Formularios de México S. A. de C. V. ofrecía a la dependencia un precio unitario de 0.79 pesos, es decir, el contrato hubiera sido de 5 millones 33 mil 700 pesos.
Otra de las irregularidades detectadas es que el Órgano Interno de Control (OIC) del SAT no estuvo presente durante el fallo de la licitación y así se asienta en el acta final.
La titular del organismo, Suhaila Núñez, en el pasado se vio implicada en otro escándalo, cuando se desempeñaba como secretaria de Planeación y Finanzas de Querétaro en el 2003, al haber comprado 550 computadoras a una empresa de su hermano, en una operación por 8 millones de pesos.
El SAT fue consultado para opinar al respecto de esta situación, sin embargo, al cierre de esta edición no habían emitido ningún comentario.
Fuente: Terra
