Los productos apócrifos generan 75 mil mdd al año, 3.5 veces los ingresos por remesas; dicen que es la principal generadora de empleos.
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de marzo.- No hay industria en México que deje mayores ganancias que la piratería.
Si se suman los ingresos petroleros del año pasado —equivalentes a 41 mil 682 millones de dólares—, los 21 mil 271 millones de dólares que entraron al país por concepto de remesas, y los 11 mil 872 millones de dólares que dejó la industria turística en 2010, ni así se juntan los 75 mil millones de dólares anuales que deja la venta de mercancías apócrifas.
La economía ilícita es la principal generadora de “empleo e ingreso” en México, dijo el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, Jorge Dávila Flores.
“El valor de la piratería en este país es de cerca de 75 mil millones de dólares por año, lo que representa tres veces lo que ingresamos por petróleo, casi cuatro veces lo que ingresamos por remesas y es casi siete veces lo que ingresamos por concepto de turismo”, subrayó el dirigente empresarial.
Piratas ganan 75 mil mdd al año
La economía criminal es la principal generadora de “empleo” e ingreso en México, según cifras proporcionadas por el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, Jorge Dávila Flores.
Dijo que el valor de la piratería es de 75 mil millones de dólares anuales y que el monto es tres veces mayor que los ingresos provenientes del petróleo, cuatro veces más que las remesas y siete veces más grande que las divisas por turismo.
Aseguró que las organizaciones criminales que dominan la piratería y el contrabando operan como una gran industria que define canales de distribución y fija precios en el mercado.
“La piratería y el contrabando ya son fenómenos muy ligados al crimen organizado, tenemos lugares en el país en que los artículos de piratería y contrabando, los precios ya son fijados por las organizaciones criminales, los canales de comercialización son fijados por las organizaciones criminales, llevan inclusive logotipos que los identifican y eso, pues ha ido creciendo y se ha convertido en forma alterna de ingreso y control de las organizaciones criminales, no es un tema menor… es toda una industria.”
También dio a conocer que, de acuerdo con estadísticas del Inegi, existen más empleadores en la economía informal que registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social.
“Si tenemos en el Inegi, 2.3 millones de empleadores y en el Seguro Social tenemos 838 mil empresas, pues obviamente que la actividad informal, ilegal, está creciendo más aprisa que la legal y está generando un grave problema en el país.”
El dirigente del comercio formalmente establecido demandó a las autoridades reinstalar la comisión intersecretarial de seguimiento y combate a la piratería y el contrabando, en la que están representados el gobierno federal y organismos empresariales.
Dávila Flores dijo que la comisión intersecretarial de seguimiento y combate a la piratería y el contrabando no ha sesionado desde que Fernando Gómez Mont renunció como secretario de Gobernación e insistió en la necesidad de que se reinstale.
Reveló que hace aproximadamente 15 días, los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) se reunieron en privado con el presidente Felipe Calderón, en la residencia oficial de Los Pinos, en la que, entre otras cosas, solicitaron formalmente al Ejecutivo que reanude sus trabajos la comisión.
Aseguró que el Presidente fue receptivo, por lo que confió en que pronto volverá a sesionar en México el organismo intersecretarial que da seguimiento y combate a la piratería y el contrabando.
Excélsior informó ayer que de cada diez mercancías o productos de servicio general vendidos en tiendas o mercados del país, en promedio, seis son ilegales.
El subprocurador de Delitos Federales de la Procuraduría General de la República (PGR), Arturo Germán Rangel puntualizó que con el término ilegal se refiere a productos o mercancías apócrifos o de contrabando.
Precisó que se ha incrementado el volumen de mercancías ilegales en el país, por falsificación de productos y por contrabando, pues a principios de 2009 (con datos de 2008) por cada diez mercancías cuatro eran ilegales; a finales de 2010 se reportó la cifra de seis de cada diez; es decir, un aumento de 50 por ciento.
Consideró, sin embargo, que con la entrada en vigor de la reforma para perseguir de oficio la piratería, del 28 de junio de 2010, también aumentó 179% el número de averiguaciones previas sobre el tema, comparando 2009 y 2010.
El subprocurador calificó como grave, principalmente, la venta de medicamentos falsos, bebidas alcohólicas adulteradas y fabricación de ropa pirata y contrabando de ropa usada.
Aseguró que ahora la autoridad se está enfocando principalmente en la ropa y bebidas adulteradas, medicamentos.
“En las demás mercancías y productos se ve un avance sensible. En películas y música está empezando a bajar”, explicó.
Detectan en bajos salarios éxito del comercio ilegal
La proliferación de la piratería en México encuentra su principal sustento en la precarización de los salarios y en el detrimento de las condiciones laborales en general, coincidieron especialistas.
Señalaron que el fenómeno también refleja un problema institucional; es decir, la “ineficiencia” de las autoridades para frenar su reproducción a lo largo del territorio nacional.
En su opinión, además de que la generación de empleos no es suficiente para compensar el número de personas que cada año se suman a la población en edad de trabajar, las plazas creadas son bajo condiciones poco favorables, particularmente en lo que a remuneración se refiere.
Así, dice el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, Jesús Sánchez Arciniega, la “piratería propicia un excedente en el poder adquisitivo del consumidor, que no compra un bien original”.
El adquiriente, señaló, ve la inmediatez y opta por comprar el produscto más barato y de menor calidad, pero que le dé el mismo servicio. Sin embargo, acotó, no observa que en el largo plazo genera un círculo vicioso que lo puede afectar.
Y es que, explicó, “un aumento de la piratería desemboca en una disminución de las empresas formales y de menos empleos, lo cual, a su vez, eventualmente tendrá un impacto negativo en el fenómeno de las ventas de mercancías ilegales”.
El director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, José Luis de la Cruz, comentó que la piratería es un factor que se puede resolver únicamente con una mejoría relativa de los salarios. Sin embargo, dijo, en la política económica del país no se ve que interese mucho ese aspecto.
Según el Centro de Estudios de Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, por cada 120 empleos eventuales registrados ante el IMSS de octubre de 2008, cuando arrancó la crisis financiera, a diciembre de 2010, sólo uno es de tipo permanente,
De acuerdo con el instituto, desde 2000 se añadieron 8.4 millones de personas a la Población Económicamente Activa (PEA) y sólo se han creado 2.8 millones de empleos con prestaciones de seguridad social, lo cual implica un rezago acumulado de 5.6 millones de plazas laborales.
La situación se vuelve más crítica cuando se observa la masa salarial de los trabajados generados. En México, 29.63 millones de habitantes en promedio tienen que solventar sus gastos con menos de seis mil pesos mensuales, esto es, cerca de 63 por ciento de la población ocupada, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), 63 de cada 100 mexicanos que tienen un empleo, ganan hasta tres salarios mínimos; es decir, alrededor de cinco mil 384 pesos al mes, equivalente a 59.82 pesos diarios.
La situación no es homogénea. Los que ganaron hasta un salario mínimo (mil 795 pesos) representaron 5.9 millones de individuos; de uno a dos salarios (hasta tres mil 590 pesos) 10.4 millones y de dos a tres salarios (hasta cinco mil 384 pesos) 9.5 millones.
“Imagínate ganar menos de 100 pesos diarios. Es más viable pagar 10 pesos por una película que 60 pesos por una entrada al cine o 100 pesos por una cinta original”, comentó Sánchez Arciniega
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